En la foto, un especialista del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos se desinfecta luego de una simulación para tratar pacientes que tengan el virus del ébola. | Foto: AP

SALUD

El miedo al virus del ébola se extiende por el planeta

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, afirmó que “es una crisis mundial urgente que requiere una respuesta mundial urgente”.

8 de octubre de 2014

El miedo al ébola se extiende sin freno por todo el planeta. El caso de la enfermera española Teresa Romero Ramos retrata la fragilidad de la ciencia para luchar contra el mortal virus. ¿Qué fue lo que provocó el contagio? “No lo sé. El fallo pudo ser al quitarme el traje, es el momento más crítico, pero no lo sé”, le dijo Romero, de 44 años, a la prensa a través de un teléfono celular desde su sitio de aislamiento en un hospital de Madrid.

La investigación puesta en marcha por el Ministerio de Sanidad y la Consejería de Salud de Madrid cree haber hallado la causa del contagio: que se rozó la cara con un guante contaminado tras atender al sacerdote español Manuel García Viejo, al que atendió y quien fue repatriado enfermo de ébola desde Sierra Leona, donde trabajaba en un hospital, y murió el pasado 25 de septiembre.
Teresa Romero Ramos, la primera persona contagiada de ébola en Europa, dijo que está “un poquito mejor” y admitió que pudo cometer un error en el protocolo de prevención al tocarse la cara. “Fue un acto reflejo”, argumentó a manera de excusa.

En declaraciones a los periodistas, el doctor Germán Ramírez, especialista de Medicina Interna del Hospital de La Paz y que forma parte del equipo que atiende a Romero, dijo que la paciente, aunque está “confusa”, ha reconocido que pudo infectarse con ese leve movimiento.

En España, otras cuatro personas: el marido de Romero, Javier Limón, dos enfermeras, y un español que viajó a Nigeria, están aisladas por ser sospechosas de haber contraído el virus. Su mascota, el perro de nombre Excálibur, fue sacrificado por el pánico de los científicos que no saben si el animal puede transmitir el virus. El perro fue muerto en medio de una campaña en las redes sociales y concentraciones delante de la vivienda de la pareja para intentar salvarle la vida, empeño al que se unieron organizaciones de protección de animales y personajes famosos de todas partes del planeta.
“Desgraciadamente no ha quedado más remedio” que sacrificarle, declaró el consejero de Sanidad de la región de Madrid.

El caso muestra hasta donde llega el temor por adquirir el virus. En Estados Unidos, por ejemplo, el secretario de Estado, John Kerry, se mostró categórico: “Es una crisis mundial urgente que requiere una respuesta mundial urgente”.

Su tono de voz estaba cobijado por la pesadumbre. Acababa de ser informado de la muerte por ébola de un paciente liberiano en Texas. Se trata de la primera víctima mortal en Estados Unidos. Su nombre era Thomas Eric Duncan, quien contrajo el virus en su país y que murió en el hospital de Dallas en el que estaba aislado desde hacía diez días.

Según el reporte médico del Hospital Presbiteriano de Dallas, el paciente “sucumbió a la enfermedad maliciosa del ébola” tras “librar con valentía la batalla”.

Duncan fue el primer caso de ébola diagnosticado fuera de África Occidental y también es la primera víctima mortal del virus en Estados Unidos.

Kerry subrayó la necesidad de colaborar internacionalmente con unidades de tratamiento, personal, equipos de telecomunicaciones e incineradores a fin de combatir esta mortal enfermedad contra la que no hay medicamentos ni vacuna.

Poco después, la Casa Blanca informó de la puesta en marcha de una serie de drásticas medidas: de ahora en adelante se tomará la temperatura de los pasajeros que llegan de Liberia, Guinea y Sierra Leona en cinco de sus más importantes aeropuertos y el Pentágono anunció que enviará a 100 oficiales de Marina, que se sumarán a 350 ya en la región.

Así pues el ébola sigue recorriendo el planeta con su inmensa carga de dolor. La Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó a 8.033 el número de personas infectadas, con 3.879 casos mortales. Es decir, casi dos de cuatro personas que lo han adquirido han muerto.

El caso de la auxiliar de enfermería contagiada en España no ha sido contabilizado en esta estadística porque fue notificado luego del cierre del recuento, el pasado día 5 de septiembre.

En el informe sobre su plan de respuesta frente al ébola, que publica dos veces por semana, la OMS advierte que “la tendencia a un agravamiento de la situación continúa”.