Nacido el 12 de julio de 2000, Vinícius José Paixaõ de Oliveira Júnior se crio, junto a sus dos hermanos, en el peligroso entorno de Porto do Rosauna, una de las favelas más pobres de Río. | Foto: getty images

DISCRIMINACIÓN

El baile de Vini Jr.: el drama de la estrella del Real Madrid, nueva víctima de insultos racistas en España

El futbolista brasileño, que celebra sus goles bailando samba, fue insultado por aficionados del Atlético de Madrid que lo llamaron “mono”, expresión que también se escuhó en El Chiringuito, fenomeno televisivo y de redes sociales de la prensa deportiva española.

24 de septiembre de 2022

Junto a glóbulos rojos y blancos, plasma y leucocitos, por la sangre de los brasileños corre fútbol y samba, rasgos de identidad de su país, sinónimo de carnaval y campeón de cinco mundiales de la Fifa. En São Gonçalo, segundo municipio más poblado del estado de Río de Janeiro –más de un millón de habitantes desde 2016–, los niños suelen aprender a bailar al tiempo que a patear un balón, aunque no se sabe si lo hacen justo al aprender a caminar, o antes, como dicen que lo hizo el joven de 22 años que hoy tiene palpitando de ilusión el corazón de casi 215 millones de brasileños.

Nacido el 12 de julio de 2000, Vinícius José Paixaõ de Oliveira Júnior se crio, junto a sus dos hermanos, en el peligroso entorno de Porto do Rosauna, una de las favelas más pobres de Río. Su padre, Vinícius José Paixão de Oliveira, se ganaba la vida arreglando computadores. Reclutado por las categorías infantiles del Flamengo,

Colombia tuvo el privilegio de ser anfitrión de su presentación mundial en el Suramericano Sub-15 de 2015, disputado en Montería y Valledupar, en el que anotó seis goles y quedó campeón con Brasil. En 2017, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, pagó los 45 millones de euros que el Mengao fijó de cláusula por el pase de la joya de su cantera, antes que hubiera marcado su primer gol profesional.

Desde su debut en primera división, el 29 de septiembre de 2018, de nuevo ante el Atlético de Madrid, Vinícius Júnior se hizo “comidilla” habitual de las tertulias del Chiringuito. | Foto: getty images

Con 18 años aterrizó en Madrid, en el verano de 2018, pero el 2 de septiembre aterrizó contra la “realidad” que han enfrentado muchos suramericanos con sueños de gloria en el fútbol español. En el derbi del Castilla –filial del Real Madrid en la segunda división– contra el Atlético de Madrid B, fue agredido en el piso por Alberto Rodríguez ‘Tachi’, capitán del filial ‘colchonero’, con un “salvaje” mordisco en la cabeza. El chiringuito de jugones, creación del periodista catalán Josep Pedrerol, fenómeno televisivo desde su primera emisión (en 2014), armó debate censurando al agresor y al árbitro que lo dejó impune.

Desde su debut en primera división, el 29 de septiembre de 2018, de nuevo ante el Atlético de Madrid, Vinícius Júnior se hizo “comidilla” habitual de las tertulias del Chiringuito. En su primera temporada como jugador “blanco”, fue blanco de críticas y memes burlescos.Si los madridistas temieron que no “tuviera la talla” de la histórica camiseta merengue, los antimadridistas llegaron al extremo de ridiculizarlo por las insólitas ocasiones de gol que desperdiciaba.

Aquellos días aciagos, cuando el brasileño no tenía ni ánimos ni motivos para bailar, Pedrerol, director y jefe del show, fue su principal defensor, subrayando siempre el espectáculo de sus gambetas, antes que ensañarse con sus yerros.

Más de 700.000 espectadores de audiencia el pasado 21 de mayo, día en que Kilian Mbappé renovó su contrato con el París Saint Germain, confirmaron el impacto del fenómeno del Chiringuito, cuyas cuentas oficiales superan 6.393.8000 entre seguidores y suscriptores en Twitter, Instagram, Facebook, YouTube y la plataforma de transmisiones en vivo Twitch, al cierre de esta edición.

Mientras los forofos del Real Madrid lloraban la “traición” de Kilian Mbappé –entre otras, por influencia de su amigo personal Emmanuel Macron, presidente francés–, Vinícius Júnior marcó el gol ante el Liverpool que, el 28 de mayo, dio la mayor alegría al Real Madrid en toda su historia: “la 14” Copa de Europa, que el brasileño celebró bailando.

El lío de la samba

Todo cambió el 11 de septiembre. El debate que más tiempo ocupó al plató del Chiringuito esa medianoche lo “provocó” Vini Jr., pero sorpresivamente por celebrar un gol bailando, casi que habitual cada semana en canchas de Brasil, Colombia, Ecuador, o donde un jugador con ritmo demuestre por esa vía la mayor emoción del fútbol. El periodista Juanfe Sanz, analista arbitral de la redacción, calificó de “provocación” el fútbol y el baile de Vini Jr.: “Está provocando que los contrarios se enfaden con él, le peguen y le den…”. Horas antes, el carioca se movió a ritmo de samba en el césped del Santiago Bernabéu, ante la euforia de más de 70.000 personas, para celebrar su gol en el ‘baile suramericano’ que el Madrid dio al Mallorca 4-1.

Una expresión del agente Pedro Bravo (izq.) tiene en el ojo del huracán a Josep Pedrerol (der.), director de El chiringuito. Vini Jr. escuchó cantos racistas en el derbi ante el Atlético de Madrid.
Una expresión del agente Pedro Bravo (izq.) tiene en el ojo del huracán a Josep Pedrerol (der.), director de El chiringuito. Vini Jr. escuchó cantos racistas en el derbi ante el Atlético de Madrid.

Esta vez, los madridistas defendieron como “asunto de Estado” el baile de Vini Jr., pese a que años atrás se escandalizaban cuando Ronaldinho y Neymar bailaban para festejar sus goles, pero para el Barcelona. Y los antimadridistas lo usaron ahora para graduar de “provocador” a quien apunta a ser Balón de Oro, palabra que en el diccionario de los atletas no tiene traducción distinta a la de “mal deportista”.

“Mono”

El jueves 15 de septiembre, Koke Resurrección, capitán del Atlético de Madrid, respondió con un “habría lío seguro, lo más normal…”, al interrogante que le soltaron en rueda de prensa, previa al más caliente derbi madrileño en la era de las redes sociales: “¿Entenderías una reacción de la afición si Vinícius baila en el Metropolitano?”. Esa medianoche, Pedro Bravo, presidente de la Asociación Española de Agentes de Futbolistas (AEAF), consideró “antideportivo” un hipotético baile de Vini Jr., dando por seguro que lo haría, con una infortunada expresión: “Cuando tú metes un gol, si quieres bailar samba te vas al sambódromo en Brasil, aquí tienes que respetar a tus compañeros de profesión y dejad de hacer el mono”, dijo en la tertulia.

Misma palabra que corearon cientos de hinchas del Atlético de Madrid, el domingo 18 de septiembre, para “recibir” al bus del Real Madrid: “Eres un mono, Vinícius, eres un mono”. Aunque no marcó gol, simuló agresiones y falló un intento de ‘bicicleta’ que terminó en ridículo, Vinícius Júnior fue artífice del gol del uruguayo Valverde y ‘pareja de baile’ de su paisano Rodrygo, cuando abrió el marcador en la victoria del Real Madrid en casa de su rival de ciudad.

#BailaViniJr

Ahora, el baile de Vini Jr. indignó a Pedrerol, que una semana atrás se llevó ovaciones al sentenciar: “Tenemos que aplaudir el espectáculo y criticar al que dé patadas”. Cuando los mensajes de los seguidores del Chiringuito exigían “la cabeza” del agente Pedro Bravo, y cero tolerancia a la más mínima insinuación discriminatoria, el director del programa dio la cara y ofreció “disculpas” que atizaron la hoguera: “En España, hacer el mono es hacer el tonto… España no es un país racista”.

La prensa, que en el resto del mundo no advirtió “provocación” alguna en el baile de Vinícius Júnior, hizo eco, en cambio, del video que el jugador publicó en Twitter, en el que se declaró “víctima de racismo y xenofobia en una sola declaración”.

“Dicen que la felicidad incomoda…, la felicidad de un negro brasileño en Europa incomoda mucho más (...)”, lamentó Vini. “Te lo repito, racista: no voy a parar de bailar”, dijo, antes de hacerse viral, una vez más.

Si la etiqueta #BailaViniJr fue trending topic mundial, #ApagónAlChiringuito ha sido tendencia desde el lunes, aunque Pedrerol la adjudicó a quienes, escondidos en el anonimato de las redes sociales, libran desde hace años una guerra de desprestigio moral en contra del programa. “El chiringuito no se mancha…”, dijo al anunciar una denuncia penal, horas después de haberle sugerido al futbolista carioca de 22 años “rodearse mejor”. Caliente está la sangre de los brasileños, por donde corre fútbol y samba, junto a glóbulos rojos y blancos, plasma y leucocitos.

También hierve en América Latina entre fanáticos al balón y seguidores del fenómeno El chiringuito. Vini Jr., estrella que celebra los goles bailando, como lo hizo a los 15 años en el estadio Municipal de Valledupar, es el nuevo ‘blanco’ de racismo, cáncer que el fútbol mundial sigue sin encontrarle antídoto definitivo.

“Un chico supernoble y respetuoso”: Reinaldo Rueda

El baile de Vini, como los de Yerry (Mina) o Juan Guillermo (Cuadrado) en Colombia, que a unos les parezca burla, no es irrespeto. | Foto: Cortesía Reinaldo Rueda

“Fue un privilegio de pocos meses”, recuerda Reinaldo Rueda, en entrevista con SEMANA. Los suficientes para conocerlo y aportar en la formación del carácter del ser humano detrás de la estrella que deslumbra en el Real Madrid. “El baile de Vini, como los de Yerry (Mina) o Juan Guillermo (Cuadrado) en Colombia, que a unos les parezca burla, no es irrespeto. Es la expresión de nuestra etnia, de nuestra cultura”, reflexiona el entrenador. “Conozco su madurez, es respetuoso y receptivo, y sabrá controlar estas situaciones. El paso que ha dado en el Real Madrid así lo demuestra. Gracias a su humildad y a su juego se ha ganado el cariño y respeto del mundo del fútbol”. Rueda mantiene contacto permanente con Vini, aquel niño al que guio hace cinco años, en los primeros meses de profesional, y al que abrazó el pasado mes de julio, cuando lo visitó en Madrid. “Sus éxitos me hacen feliz”.