El empleo eterno en el que pagarán US$ 2.320 al mes por no hacer nada

Un trabajo en el que no hay que hacer nada es el sueño de muchos. Este deseo se podría hacer realidad para la persona que logré quedarse con el puesto del ‘trabajo eterno’, un experimento social con el que se busca reivindicar las labores realizadas por los humanos que en algunos casos ha quedado relegado por la inteligencia artificial y la automatización.

Lo único que hay que hacer en este empleo es marcar tarjeta  al inicio  de la jornada y volver a hacerlo cuando completé su horario. El trabajador podrá hacer lo que quiera el resto del día y cambio recibirá US$2.320 mensuales como retribución.

Para esta labor no piden experiencia previa y la única condición para  los aspirantes es realizarla en la ciudad de Gotemburgo, Suecia.

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La idea nació en 2017 cuando la Agencia de Arte Público de Suecia y la Administración Sueca del Transporte hicieron una convocatoria para un concurso internacional en el que se invitaba a artistas a realizar un proyecto para una nueva estación del tren en la mencionada ciudad y el ganador recibiría 7 millones de coronas suecas (US$ 750.000).

El concepto del ‘trabajo eterno’ lo idearon Simon Goldin y Jakob Senneby, que le apostaron a no hacer el típico mural sino realizar una obra artística conceptual en la que se enalteciera el trabajo que hacen los humanos día a día y que ha sido remplazado por culpa de la tecnología.

"Frente a la automatización masiva y la inteligencia artificial, la inminente amenaza/promesa es que todos nos convertiremos en productivamente superfluos", escribieron los artistas para justificar su idea.

“La estación en Korsvägen tiene un reloj donde se espera que el empleado se registre al iniciar todos los días laborables. (El empleado no está obligado, sin embargo, a permanecer dentro de las instalaciones de la estación durante todo el día). El reloj está conectado a Las luces sobre la plataforma, encendiendo una luz fluorescente más fuerte - "luz de trabajo" - cuando el empleado está en el trabajo. Cuando se retire la luz se apagará”, explican los creadores.

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Goldin y Senneby basaron su propuesta en las teorías económicas de Thomas Piketty que sostiene que la riqueza acumulada está creciendo a una tasa mayor que los incrementos en los salarios de los trabajadores con lo que aumenta la inequidad.

Los dos artistas hicieron un cálculo en el que se sostiene que si no se aplican impuestos al aporte del premio (US$750.000) y luego ese dinero se invierte en el mercado, se le podrá pagar un salario a un empleado por toda la eternidad.

"En este sentido, el trabajo artístico puede funcionar como una medida de nuestra creciente desigualdad", explicaron Goldin y Senneby.

La convocatoria a los postulantes empezará en 2025.