El gran tabú

Por primera vez en el país comienza a reconocerse la importancia de la sexualidad de las personas retardadas mentales.

8 de marzo de 1993

POR DECADAS, SICOLOGOS, TERAPIStas y familias ignoraron el tema.
Muchos incluso presumían que una persona con retardo mental no tenía derecho a vivir su sexualidad. Pero hoy, cuando la expresión sexual es considerada un derecho de todo ser humano, tanto padres como sicólogos y terapistas son conscientes de la necesidad de educar y orientar a estos jóvenes para que puedan desarrollar su sexualidad en la medida de sus limitaciones.
"Ignorar la sexualidad de estos "ninos" (sin importar la edad que tengan, ellos son tratados como ninos), no quiere decir que esta no exista. Ellos tienen los cambios fisiológicos normales pero no se les prepara para ello", dice Jenny Gómez, directora de la Asociación Colombiana de Padres con Hijos Especiales, ACPHES, un centro de orientación y rehabilitación sicológica que, con el apoyo del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ha iniciado un programa de orientación y capacitación para los padres de ninos con retardo mental. Un problema que afecta a tres millones de colombianos.
Pero si hablar sobre sexo siempre ha sido difícil para los padres, para aquellos cuyos hijos sufren algun tipo de retardo mental es considerado un imposible. Máxime cuando muchos no saben cómo hacerlo. "Antes de decidirse a hablar sobre sexualidad con sus hijos, los padres tienen que determinar cuanto pueden ellos entender", senala la terapista. Esto varía segun el retardo mental que tenga. Si es un nino con retardo profundo, educable o entrenable. "Un nino educable -o fronterizo es el que más problemas a nivel sexual tiene porque se da cuenta de sus cambios fisiológicos y sicológicos y va a exigir más sexualidad que uno con retardo profundo.
El enfoque que se le da a un nino educable debe ser igual al de uno norma. Desde muy pequenos hay que enseñarles a conocer su cuerpo, las diferencias entre hombre y mujer y los pasos de su desarrollo a través de láminas y con contenidos concretos. Pero nunca se le debe hablar de sexualidad antes de que el desarrollo físico y sexual del nino lo demande", señala. No obstante, los padres no son conscientes de la sexualidad de su hijo hasta que no se enfrentan con una problemática, generalmente la masturbación. Y la actitud mas frecuente, por la ignorancia y los mitos que existen, es la de castigarla y prohibirla. "Los padres deben entender que es una situación normal en todos los jóvenes, y explicarle al nino que no es mala, pero que debe hacerce en privado", senala la terapista.
Pero lo que desvela a los padres no es únicamente cómo sus hijos pueden vivir su sexualidad. Una de sus mayores preocupaciones es que entiendan lo suficiente para que no sean víctimas fáciles del abuso sexual, un drama muy frecuente. Ellos saben que sus hijos no son lo suficientemente fuertes emocional y físicamente para defenderse a sí mismos. Y les preocupa que la coerción, directa o sútil, pueda llevarlos a hacer algo que no pueden entender. Esa es la principal preocupación: de Virginia, madre de una jóven de 14 años. "Me angustia la edad en que está la nina porque puede ser víctima de una violación. Pero ella no comprende nada acerca de este peligro", dice. La terapista agrega: "Hay que explicarle a los ninos que nadie puede tocar sus partes íntimas, que el acto sexual no se hace a la fuerza ni con alguien que los maltrate. Eso es algo que muchos captan pero luego se les olvida. Entonces hay que recordarselo todos los días". De otro lado, tratando de satisfacer sus propios impulsos, un jóven con retardo mental puede también intimidar a otros.
"Ellos a veces tocan a personas desconocidas que les gustan porque no entienden las reglas sociales. Es necesario explicarles que las muestras de afecto solo deben hacerse con aquello a quienes quieren y conocen", señala la doctora Gómez.
La tarea no es sencilla.
Sin embargo, más difícil que educar sexualmente a los niños con retardo mental es educar a los padres y a la comunidad, quienes son los primeros en rechazar el derecho que tienen estas personas a vivir su sexualidad.
"Se cree que porque son especiales son jóvenes que no sienten explica la directora de ACPHES- y no se les ayuda a canalizar ese impulso sexual. Muchos se vuelven rebeldes y agresivos, no por culpa de su problema mental sino por la represión de algo que es natural. Por ejemplo, el deporte y realizar actividades físicas puede ayudarles a desfogar esa energía". Igualmente, dentro de los programas establecidos para orientar sexualmente a estos jóvenes, los padres y terapistas de ACPHES promueven reuniones, bailes y actividades recreativas donde puedan relacionarse con personas en su misma condición. "Es la mejor forma de que ellos entiendan sus roles como hombres y mujeres y la diferencia entre amistad y amor. Permitirle a estos jovenes una socializacion, que tengan incluso un noviazgo, que puedan expresar carino, afecto y amor a una persona del sexo opuesto les ayuda a canalizar su sexualidad. Y muchas veces esto es suficiente, porque la relación sexual no implica que haya acto sexual".
Este proceso de socialización exige tambien hablarles, a aquellos que tienen capacidad de comprenderlo, sobre el control natal.
"Los padres tienen que entender que aunque los vean como "ninos", ya no lo son, y que una relación sexual puede llega a suceder. Hay jóvenes con retardo mental que ha creado y que, con "una asesoría y el apoyo de la familia, han podido ser responsables de su hijo. Pero otros no pueden medir las consecuencias de sus actos. Por ello, respetando todo criterio moral, creemos que lo mejor es prevenir un embarazo a traves de la ligadura de trompas".
Este tema genera un gran rechazo por parte de muchos padres. María Elvira, una joven casada, madre de dos ninos y quien además tiene a su cargo su sobrina, una niña retardada de 11 años, dice: "Mi hermana sufre de retardo mental y aunque muchas personas aconsejaron a mis padres sobre la necesidad de hacerle la ligadura de trompas, ellos nunca lo aceptaron porque son muy religiosos. No imaginamos ningún riesgo porque ella era una niña muy consentida y cuidada. Sin embargo, cuando tenia 16 años entró a un centro de capacitación y allí conoció a otro muchacho, también retardado. Entablaron una relación y pocos meses después ella quedó embarazada.
Cuando la nina tenía cinco años, la abandono".
Aunque los expertos empiezan a reconocer la importancia de la sexualidad de las personas retardadas mentales, el tema sigue siendo tabú para la mayoría de las familias. La gran mayoría, con las mejores intenciones, llegan incluso a constituir el único mundo de sus hijos con limitaciones. Muchos padres, enfrentados al dilema de consentir o no las relaciones afectivas de sus hijos, consideran que estimularlas puede ponerlos en una situación de vulnerabilidad de la cual han tratado de protegerlos desde su nacimiento.