E N T R E V I S T A

El lenguaje del amor

Un siquiatra español explica porqué es importante salir del analfabetismo sentimental para lograr relaciones duraderas.

1 de enero de 2001

Enrique Rojas es el siquiatra de cabecera de millones de españoles que han acudido a sus libros para buscar respuesta a muchos interrogantes de la vida. Este experto, director del Instituto Español de Investigaciones Siquiátricas, es autor de varios libros de temas clínicos pero el grueso de su obra se ha enfocado a tratar temas humanistas. Una teoría de la felicidad, La conquista de la voluntad, Remedios para el desamor, El amor inteligente y la Ilusión de vivir son algunos de los títulos que han tenido una acogida enorme en Europa y Latinoamérica. El experto estuvo en Colombia y SEMANA habló con él. Estas fueron sus respuestas.

SEMANA: ¿Cuál de todos esos temas de los que usted habla es el que genera más problema hoy?

Enrique Rojas: Creo que el tema de más actualidad es el de la depresión y le sigue el de las crisis conyugales. Hay una epidemia importante en el mundo y es debido a que no hemos tenido una educación sentimental.

SEMANA: ¿Es lo que usted llama analfabetismo sentimental?

E.R.: Sí, hay un gran analfabetismo y hay preocupación porque la gente sepa más de la afectividad. En mi libro yo trato de explicarle a la gente para qué sirve la vida sentimental. Yo digo que los sentimientos hacen de puente entre los instintos y la inteligencia.

SEMANA: Usted habla de amor inteligente pero eso suena muy poco romántico. ¿Dónde quedan la magia, la sorpresa, la locura?

E.R.: Yo lo que digo es que los amores muy románticos y muy apasionados son interesantísimos pero no duran. El amor inteligente es un amor con cabeza pero sin que pierda los sentimientos, la frescura, lozanía y espontaneidad.

SEMANA: Pero un amor apasionado puede volverse duradero.

E.R.: Sí, pero lo mejor es que los amores apasionados se escurran hacia una pendiente que es el amor inteligente, que es la ecuación de tres ingredientes mezclados: corazón, cabeza y cultura, es decir, sentimientos, razones y espiritualidad.

SEMANA: ¿Por qué razón en nuestros días el amor no dura?

E.R.: Yo digo que hay una socialización de la inmadurez afectiva. Hay un desfase en la edad cronológica y en la edad mental. Uno se encuentra personas de 40 años y parecen de 18, que no saben que el amor es trabajo, es una tarea.

SEMANA: ¿Qué ha contribuido a ello?

E.R.: La prisa de la vida, el materialismo, el hedonismo, la permisividad, el consumismo, la gente pegada a la televisión, la falta de una formación sicológica, el desconocimiento de la vida afectiva.

SEMANA: ¿Cómo hacer que el amor sea duradero?

E.R.: Yo no creo en el amor eterno. Yo creo en el amor trabajado día a día a base de cosas pequeñas. Los amores inmaduros son amores adolescentes en los cuales todo es fachada, el gusano en el estómago, la vibración, la sensación pero, a la larga, el edificio no se construye así. El amor conyugal tiene un alto porcentaje de artesanía sicológica.