Grupos neonazis han surgido en Colombia, Estados Unidos y Grecia | Foto: SEMANA

IDEOLOGÍA

El nazismo cumple 80 años y aún tiene adeptos

El mundo todavía padece una de las más execrables doctrinas de su historia.

21 de enero de 2013

Tres recientes episodios demuestran que el nazismo sigue contando con adeptos en diferentes partes del mundo. A pesar del repudio que ha generado, y de que existan leyes que explícitamente lo prohíben, existen movimientos neonazis en países como Estados Unidos y Grecia e, incluso, Colombia. Movimientos que se han caracterizado por su violenta agresividad.

En Colombia, el pasado domingo un joven que salía de jugar fútbol en el parque Simón Bolívar fue agredido por una turba de unos 30 integrantes de un grupo de este tipo, denominado ‘Comando Radical Nacionalista’. Nicolás Gutiérrez, la víctima de 16 años de edad, quedó con graves heridas en su rostro por el ataque.

En el país se han conocido otros movimientos de ese corte, los cuales incluso han organizado reuniones para festejar el nacimiento de Adolfo Hitler. (Ver artículo “La noche de los nazis criollos”).

En Estados Unidos, recientemente se conoció la impactante historia de un menor de 10 años que mató a su padre de un disparo. En la casa del niño se hacían reuniones del ‘Movimiento Nacional Socialista’, al que pertenecía su progenitor y del que era líder regional.

Aunque en el juicio por el caso los abogados de ambas partes coincidieron en que el niño mató a su padre por razones ajenas a sus actividades políticas, lo cierto es que el menor estuvo relacionado desde pequeño con insignias nazis, armas de juguete y un ambiente de violencia.

En Grecia, país afectado por una grave crisis económica, ha vivido el ascenso de un movimiento de ultraderecha denominado ‘Amanecer Dorado’ (Ver artículo “Neonazis en la cuna de la democracia”). El grupo, abiertamente neonazi, recibió una alta votación al parlamento y obtuvo 18 curules.

‘Amanecer Dorado’ se ha caracterizado por su violenta oposición a inmigrantes, judíos y homosexuales. Y en pleno festejo de año nuevo “denunció” la existencia de pakistaníes disfrazados de Papá Noel, en concordancia con su habitual xenofobia.

En 1933 se dio el ascenso al poder del nazismo en Alemania, cuando el país afrontaba una profunda crisis social y política, terreno fértil para las idea extremistas. Tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial, la sociedad europea se propuso dejarlo sepultado en la historia e incluso se promulgaron leyes que lo prohíben.

En Alemania se preparan actos por los 80 años del ascenso del nazismo al poder para rememorar este oscuro episodio de la historia y no repetirlo. Pero todo parece indicar que no basta conocer la historia para evitar caer en los mismos errores.