Así se accede al contenedor del filtro de carbón y los paquetes con olor, en un nuevo diseño de retretes que evitan los malos olores. | Foto: AP

HOGAR

El retrete que elimina los malos olores

Una compañía en EE. UU. se las ingenió para crear un sistema verdaderamente inodoro.

25 de noviembre de 2014

La empresa Kohler Co., con sede en Wisconsin (EE. UU.), presentó un asiento de retrete que elimina los malos olores y la necesidad de perfumes o velas para encubrirlos.

Un ventilador a batería oculto en el asiento succiona el aire y lo canaliza por un filtro de carbón que, a su vez, absorbe los olores y después emite un aroma agradable, última característica que es opcional. El gerente de productos, Jerry Bougher, dijo que la idea es atacar los malos olores en su mismo origen.

El sistema cuesta 90 dólares y es uno de varios artefactos que la empresa y sus competidores han presentado en años recientes para volver más placentero el momento de hacer este tipo de necesidades fisiológicas. En lo que se refiere a retretes, los consumidores pueden conseguir modelos provistos de calefacción o luces nocturnas que suelen agregar entre 20 y 100 dólares al costo.

Kohler considera la tecnología desodorante como algo que puede atraer a todo público. "Nadie se salva de experimentar sus malos olores", explicó Bougher.

El dispositivo se activa automáticamente en cuanto alguien se sienta. El ventilador emite un murmullo al filtrar los olores y el aire fluye por un recipiente aromático.

Josph Pantel, de 27 años, instaló un asiento Purefresh en la casa de Middleton, la cual compró hace unos tres meses con su novia, quien trabaja para Kohler.

A la mujer, por supuesto, le encanta la nueva adquisición. "Si te visita alguien, se siente más cómodo al usar tu cuarto de baño", comentó.

Kohler empezó a vender los asientos el 10 de noviembre, a tiempo para la temporada navideña. El inodoro requiere dos baterías 'D'' y Kohler dice que estas y los filtros de carbón –que cuestan 6,99 dólares– deben durar 6 meses. Los envases aromáticos, que deben reemplazarse mensualmente, se venden de a tres por 7,99.

No es la primera compañía que fabrica un retrete inodoro. Brondell, con sede en San Francisco, presentó uno en el 2006, pero lo retiró del mercado hace unos tres años debido a que los costos de manufactura eran elevados y la demanda "no fue lo que esperábamos", explicó el presidente de la firma, Steve Scheer. La compañía ahora incluye tecnología desodorante similar a la de Kohler en sus bidés Swash 1000, de 600 dólares.

Scheer dijo que el mercado para retretes especiales está en crecimiento. "El público está atento a esta clase de productos únicos", afirmó. "Y una vez que usan algo como un retrete o un bidé calefaccionado, no dan marcha atrás".