El silencio de los inocentes

El caso de los dos niños ingleses acusados de asesinato, no es excepcional .

29 de marzo de 1993

ESA MULTlTUD ENCOLERIZADA QUE EL jueves anterior estuvo apunto de linchar a los dos menores acusados de haber torturado y asesinado a un pequeño de dos años, mas que deseos de venganza manifestaba su estupor y su verguenza ante una evidencia social espeluznante. Ya no se trataba solamente de las alarmantes cifras de la violencia juvenil sino de la terrible certeza de que un niño que apenas esta en edad de hacer la primera comunión pueda convertirse en un homicida.
Aunque muchos ven en este un caso excepcional, lo cierto es que la noticia de los niños asesinos ha sacado a relucir estadisticas escalofriantes. Según un noticiero norteamericano, en los Estados Unidos hay en este momento 2.500 menores acusados de homicidio. De ellos, 218 tienen menos de 15 años y cinco son menores de 10 años. En Colombia infortunadamente este tipo de hechos tampoco es desconocido. El fenómeno del sicariato ha sido tema de estudio por parte de violentologos, sicólgos, sociólogos y legisladores en los ultimos años y algunos casos de niños homicidas, que han sido conocidos por la prensa, han causado estupor entre la ciudadanía. Pero este no es un hecho aislado ni exclusivo de los sectores marginales. Solo en uno de los seis juzgados de menores que hay en Bogotá, existen en este momento 56 casos vigentes de homicidios cometidos por menores de edad -entre 12 y 18 años-, algunos en circunstancias especialmente violentas. Igualmente un defensor de familia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, entidad que conoce los casos que involucran a menores de 12 años, señaló que en este momento esta tramitanto dos casos de niños homicidas.
La pregunta que la opinión publica se formula es que puede llevar a un niño a convertirse en un asesino? La respuesta es bien compleja.
Según la sicóloga Dora Garzón de Laverde, experta en violencia familiar y asesora del IBF, en ello intervienen multiples factores -biológicos, familiares y sociales- que se relacionan. "Se trata de una conducta sociopatica y de una voz de alarma". Tanto los sicólogos infantiles como los educadores coinciden en señalar que en los ultimos años ha aumentado en forma alarmante la agresividad entre los adolescentes; pero lo que preocupa a los expertos no es la agresividad en si sino la forma como esta siendo manejada. "La agresividad es un motor que puede canalizarse en bien del individuo. Lo que desconcierta es que esta se utilice para hacer daño a otro ser humano y que el agresor no sienta empatia con el dolor ajeno ni sentimientos de culpa ante el daño causado a otro", señala la sicóloga.
Cuando se estudia la personalidad del criminal siempre se hace referencia a la vieja teoría de que existe una base biológica. En el ultimo siglo los cientificos han tratado de determinar si el criminal nace o se hace. Pero todos los estudios concluyen en que si bien es posible que haya una base genetica, tambien es cierto que en su mayoria estas personas provienen de hogares deshechos, son hijos de padres viciosos y han vivido en vecindarios moralmente deteriorados. "No hay forma de precisar si es la biologia o el ambiente familiar -o ambos- lo que lleva a la tendencia criminal", afirmaba recientemente en The New York Times un experto norteamericano. Y señalaba que en la prevención de la delincuencia juvenil mas que buscar indicadores genéticos, la sociedad debe tratar de mejorar el ambiente familiar y social donde el niño se desarrolla. "Un factor importante es la estructura misma de la familia. Es a traves de los padres que el niño establece el limite en su relación con los otros y aprende a diferenciar lo que es bueno o lo que es malo. Si el ambiente familiar es caotico, este código ético no se construye", señala la sicologa Dora de Laverde, quien explica que en ese proceso de identificación del niño cuentan tanto la familia como la sociedad. "Ademas de los padres, los medios de comunicación, los amigos y los educadores influyen en este proceso y son fundamentales para construir los valores morales. En sicología se dice que nadie puede hacer algo si no tiene la capacidad y la facilidad para hacerlo. Asi que ademas de la capacidad personal cuenta el medio".
Es por eso que ante un menor antisocial la ley no busca el castigo sino la reeducación. Mas que los actos delictivos, se analizan las causas que llevaron al niño a cometerlos. "Los delitos cometidos por menores son inimputables ante la ley, señala un juez de menores de Bogotá. No se les puede seguir un tramite judicial sino administrativo, para decretarles medidas de protección. Sin embargo -agrega- honestamente considero que hay casos en los que se deberia hacer un diagnóstico sobre madurez para determinar responsabilidades e imponer sanciones mas fuertes. Adolescentes que han cometido asesinatos, terminan en instituciones abiertas o con libertad asistida porque la ley es benigna y porque en Colombia no existen suficientes programas de reeducación". Pero en opinión de la sicologa Laverde, estos niños son víctimas de la violencia o de la indiferencia de los padres, que es igualmente nociva. "Y asi como en la dinamica delincuencial intervienen multiples factores, tambien en el proceso de reeducación. El niño no asimila el castigo como correctivo y se pierde la posibilidad de ayudarle".
Al parecer, el dilema del momento para muchos legisladores en el mundo esta en determinar si un menor tiene la suficiente madurez para responder por sus actos.
En algunos paises, como Suecia, por ejemplo, la ley de protección al menor, aprobada desde 1977, prohibe a los padres el castigo corporal y cualquier "tratamiento humillante", el cual incluye ordenarle al niño permanecer en su dormitorio. Recientemente, una multitud de padres que han sido multados o encarcelados por castigar a sus hijos, apelaron ante la Corte de Derechos Humanos para que revierta esa ley.
Y un caso que ha ocupado los titulares de la prensa sueca en las ultimas semanas es el de un policía, quien fue multado por haber golpeado a su hija de 15 años. La razón? La joven habia empujado a su madre, inválida, por las escaleras de la casa despues de una discusión. La polémica entre los padres y los grupos de defensa de los niños esta al rojo vivo.
Pero si en Colombia la ley considera que un menor de edad no tiene la madurez suficiente para comprender los alcances de sus actos y los delincuentes con edades inferiores a los 18 años son remitidos a instituciones para reeducarlos, o simplemente se hace una amonestación y se entrega nuevamente a los padres, otra cosa sucede en Inglaterra. Según el Código Penal vigente en ese pais, los menores de 10 años no son conscientes de sus acciones y por tanto no pueden ser acusados de ningun crimen. Pero los dos niños involucrados en este caso superan por meses esa edad, por tanto su acto esta dentro del marco legal de responsabilidad criminal y, de comprobarseles los cargos, podrian obtener la privación de su libertad de por vida. Son los unicos culpables?