El super jumbo

En 2000 los pronósticos sobre el futuro de la aviación eran optimistas. Los estudios mostraban que el número de pasajeros se triplicaría en los próximos 20 años. Con esas cifras a la mano y sin la crisis desatada después del 11 de septiembre de 2001, Airbus y Boeing, las dos grandes compañías rivales a lado y lado del Atlántico, asumieron ese reto en forma diferente. Boeing se basó en encuestas que dejaban en claro la prioridad de los pasajeros de llegar rápido a un destino para diseñar un avión más bien pequeño pero más veloz capaz de aterrizar en aeropuertos intermedios, con lo que se evitarían las conexiones y las escalas. Así nació el proyecto del 7E7 o Dreamliner, que estará terminado en un par de años. Airbus optó por un mega avión que tuviera capacidad de transportar pasajeros en forma masiva entre grandes aeropuertos y en las rutas más congestionadas del mundo, como Los Ángeles-Hong Kong o Londres-Sydney. El resultado de este último concepto se presentó en sociedad la semana pasada, cuando el Airbús380-800, una verdadera ballena del aire de 73 metros de largo y 79 de ancho, hizo su 'rollout' (como se conoce el momento en que el avión termina su etapa de ensamble), en un hangar cerca de Toulouse, Francia, ante la mirada de más de 500 invitados, entre ellos, los primeros ministros de Gran Bretaña, Alemania y Francia, países que hacen parte del consorcio Airbus. Al proyecto ahora le esperan meses de pruebas en tierra y aire para lograr la certificación de las autoridades aeronáuticas europea y norteamericana.

Boeing manifestó que este era un gran logro industrial, pero "una visión equivocada de lo que los pasajeros y las aerolíneas quieren". Alberto Maya, experto en aviación, considera que aquí no hay competencia. El avión A380 es simplemente "una aeronave diseñada para los tiempos actuales, en los que juegan un papel preponderante factores como la economía en el consumo de combustible, el mantenimiento de tarifas razonables y el servicio en rutas de alta demanda". Se estima que el primer viaje comercial de esta nave se realizará a principios de 2006, con lo que, según vaticinan los expertos, cambiará la experiencia de volar en el mundo.