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Hablan los expertos

¿Es malo usar audífonos?

Usar auriculares se ha convertido en una moda. Lorena Romero, especialista en audiología, cuenta cómo afecta la audición el uso desmedido de estos aparatos.

17 de julio de 2018

Los audífonos son un elemento ubicuo. En aviones, calles, carros, oficinas, gimnasios se ven individuos enchufados a ellos. Lo que muchos no saben es que ese hábito, al que la gran mayoría acude para aislarse del mundanal ruido, podría ser perjudicial para la salud auditiva. Según la audióloga Lorena Romero, su uso constante podría generar un desgaste a largo plazo.

Hay dos tipos de auriculares: los de copa y los de inserción.  Estos últimos son más nocivos porque “el conducto auditivo actúa como una cavidad resonadora por lo cual la persona escuchará el doble de intensidad el volumen”, dice Romero. Los de copa son los más recomendados porque se adaptan más a la anatomía de este órgano. 

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En cuanto a los audífonos que cancelan el sonido la preocupación radica principalmente en el aislamiento. Si suena una ambulancia o una alarma de incendio la persona no la percibirá y eso puede ser problemático. “Lo importante es cancelar algunos sonidos sin apartarnos del entorno sonoro en el que nos encontramos”, dice la experta.

Además de lo anterior está el volumen. La experta explica que escuchar música a niveles elevados podría generar a largo plazo pérdidas auditivas porque se trata de otro tipo de exposición a ruido. La recomendación es usar el 60 por ciento de la capacidad de volumen del dispositivo y nunca por más de una hora.

La audición tiene que ver con la  genética, la herencia y la edad, pero también con la exposición a ruido, que proviene de dos fuentes principales: El 60 por ciento de fuentes móviles como tráfico terrestre y aéreo; y de fuentes fijas como el perifoneo, las industrias y el rumor de la ciudad.

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Para Romero es importante proteger el oído, no solo con el bueno uso de los audífonos sino con medidas como visitar a un experto en audición cada año para saber si hay daños auditivos.  Algunas de las señales de alarma son: necesidad de que repitan lo que dicen en una conversación cotidiana, si oye el televisor con mucho volumen, si no entiende lo que le dicen, si escucha  sonidos dentro del oído o algún dolor. Solo uno de estos es motivo para solicitar un chequeo.

El autocuidado también es importante. Una advertencia: nunca limpiar el oído con copitos.

Una de cada tres personas mayor de 60 años tiene pérdida auditiva, según la Organización Mundial de la Salud. Pero el segundo grupo son los niños de 1 a 5 años que se afectan con las infecciones del oído. Les siguen los adultos de 22 a 47 años, en la mayoría de casos debido al  ruido ambiental. “Estamos en un mundo bastante ruidoso”, dice Romero. La prueba es que un estudio determinó que la ciudad más ruidosa de Colombia es Bogotá, seguida de Cali y Medellín, urbes donde el nivel de ruido sobrepasa el máximo permitido de 75 decibeles.