ESPIAS EN SPRAY

Ahora, con un simple aerosol los padres pueden saber si sus hijos utilizan drogas.

22 de octubre de 1990

A los cada vez más sofisticados aparatos para detectar drogas, se suma ahora un sencillo aerosol, con el cual los padres podrán ejercer el control en el hogar sobre el uso y abuso de estupefacientes.

El nuevo producto, lanzado recientemente al mercado en Estados Unidos, se llama Drug Alert y el precio al público es de 50 dólares. Esta especie de detector casero consta de tres químicos diferentes, dos que se emplean para detectar la marihuana y uno para la cocaína. Segun las instrucciones, los padres deben frotar un pedazo dé papel sobre las superficies que pueden haber estado en contacto con las drogas, como por ejemplo la mesa de noche o los bolsillos de camisas y pantalones de sus hijos. Luego, el aerosol debe aplicarse al papel. Si este se torna verde-azul significa la presencia de cocaína y si se vuelve cafe, la de marihuana.

Hasta el momento, el control sobre el uso de drogas se había realizado en los aeropuertos internacionales, donde se utilizan rayos X, chuzos, perros entrenados para olfatear narcóticos. En algunas compaflías privadas y agencias gubernamentales, donde se realizan exámenes de orina y sangre a empleados escogidos al azar, para determinar si han usado o son adictos a las drogas. Pero ahora el control ha llegado al ámbito doméstico. Y es ahí donde radica la polémica.

Lo que en principio parecía una excelente idea y la solución para detectar los casos de uso de narcóticos en el hogar, ha desatado un debate que va para largo.
Algunas agremiaciones de sicólogos han denunciado que el uso de esos químicos va en contra del derecho que tiene todo individuo -no importa que apenas sea un adolescentea sú privacidad, mientras que otras organizaciones de defensa de la familia alegan que los padres están en su derecho de proteger a sus hijos contra el consumo de droga.

Los expertos en tratamientos de drogadictos señalan que el nuevo aerosol podría ser un arma eficaz en la lucha contra la drogadicción, al ayudar a los padres de familia a identificar rápidamente los problemas de droga de sus hijos . Según ellos, en muchos casos los padres se niegan a enfrentar la realidad de que sus hijos podrían estar consumiendo droga, y el uso del aerosol sería de gran utilidad para investigar, vigilar y, sobre todo, promover la comunicación y el dialogo con los jóvenes a fin de prevenir el consumo de estupefacientes. Sin embargo, los sicólogos juveniles advierten que el uso del aerosol podría llevar a los padres a sacar conclusiones anticipadas y desatar graves conflictos en el hogar.
Alegan que los muchachos no solo verían violada su privacidad, sino que se sentirían perseguidos por sus propios padres. El comercial de television en el cual una mama entra subrepticiamente a la habitacion de su hijo, para revisar su ropa y sus cosas, da la idea de que en los hogares tambien nos vamos a espiar los unos a los otros), dice Lawrence Balter, profesor de sicología de la Universidad de Nueva York.

Pero otra cosa piensa Sidney Klein, gerente de Sher Test, la compañía que fabrica el aerosol, quien afirma que el producto es realmente el medio que puede dar la señal de alarma para que los padres asuman una actitud positiva en caso de confirmar el uso de drogas. "La intencion es que si un padre se entera por este metodo de que su hijo consume estupefacientes puede buscar tratamiento oportuno", señala. A la vez, reconoce que "aunque emocionalmente se puede tomar como una invasion a la privacidad, el aerosol, como el termometro, es solo un instrumento que muestra un síntoma. No se trata de denunciar al muchacho ante las autoridades, sino de enfrentar la realidad y buscar ayuda profesional".
En medio de este gran debate, expertos químicos y farmacólogos se han mostrado escepticos sobre la veracidad y precisión de los resultados que pueda aportar el aerosol. Por el momento, ya el Departamento de Toxicología de la Asociación Médica Americana cuestionó los resultados y aseguró que sustancias distintas a los narcóticos -como medicamentos o detergentes pueden también producir una reacción positiva.
Aunque el fabricante se ha negado a revelar los componentes del producto, dijo que los inventores del aerosol, un grupo de químicos israelíes, ha realizado pruebas integrales que garantizan la efectividad y credibilidad del producto.

Lo cierto es que mientras los fabricantes sostienen que su producto es sólo un instrumento que aclara dudas, los críticos insisten en que el Drug Alert no proporciona ninguna información adicional sobre la frecuencia, cantidad o consumo de drogas. El hecho de que haya partículas de cocaína en el bolsillo del bluyin de un adolescente no asegura que haya consumido drogas. No hay que olvidar que, por ejemplo, pruebas hechas con billetes en los Estados Unidos demuestran que cientos de miles de los dólares que circulan presentan rastros de droga. Y así se podría acusar a un joven de consumir droga, cuando lo que el muchacho ha tenido en el bolsillo es solo un billete de cinco dólares.

Por tratarse de una prueba extema y no corporal, como los examenes de orina y sangre que sí muestran una clara evidencia sobre uso de drogas, muchos expertos la han descalificado. Pero en este, como en muchos casos, la curiosidades es más poderosa que la razón y miles de padres ya han comprado el aerosol, a pesar de su elevado precio: $25.000 pesos. Aunque los fabricantes se han negado a revelar el numero de unidades vendidas, afirman que las ventas han superado todas sus expectativas, a pesar de las dificultades que han tenido en la promoción. En Nueva York, cuatro canales de televisión afiliados a las grandes cadenas rechazaron los comerciales, aduciendo el argumento de la violación de la intimidad de las personas. Esto motivó la publicación de una serie de avisos de prensa por parte de los fabricantes del producto, en los cuales denunciaban la supuesta indiferencia de algunos medios frente al problema de las drogas.

Pero mientras el debate se intensifica y se analizan las implicaciones sicológicas y legales del Drug Alert, lo mismo que su eficacia, los sicólogos opinan que las soluciones al grave problema del consumo de estupefacientes no se pueden reducir a una cacería de brujas en el hogar, aerosol en mano.