Pablo Margulis, médico veterinario para Nestlé Purina Latinoamérica, asegura que hay diferentes líneas de interpretación en cuanto a qué es lo apropiado en nutrición para mascotas. | Foto: Archivo

VIDA MODERNA

Fabricantes buscan tumbar mitos sobre alimento para perro

Productores aseguran que el alimento balanceado mejora la calidad de vida de los animales.

28 de febrero de 2014

Un documental de la cadena de televisión inglesa Channel 5 causó polémica entre los dueños de mascotas, pues varios expertos en nutrición animal afirmaban que la comida concentrada para perro estaría disminuyendo los años y la calidad de vida de los perros.


En ese sentido Jonathan Self, uno de los expertos en nutrición que participó del documental, planteaba que la dieta más adecuada para un perro sería la de un lobo gris en estado silvestre (hierbas y carne crudas), puesto que sus sistemas digestivos son prácticamente idénticos. También afirmaba que nueve de cada diez visitas de un perro al veterinario se deben a mala alimentación y que los granos concentrados cambiaban el pH del sistema digestivo de los caninos.

Pablo Margulis, médico veterinario para Nestlé Purina Latinoamérica, asegura que hay diferentes líneas de interpretación en cuanto a qué es lo apropiado en nutrición para mascotas. “Así como en los humanos están los vegetarianos, los veganos o los que creen que deberíamos alimentarnos como lo hacían los ancestros, también existen muchas líneas de nutricionistas para mascotas que consideran que darle a los perros y gatos lo que consumían antes es lo mejor que se puede hacer por ellos”.

Según el experto, antes había perros que vivían 10 años y actualmente algunos logran llegar a los 20 años con una calidad de vida óptima. También asegura que las materias primas que utilizan para el alimento concentrado son sometidas a exigentes análisis antes de ser utilizadas.“Nosotros hacemos pruebas no invasivas con los animales para mejorar la calidad y expectativa de vida de las mascotas”, asegura.

En cuanto al tema de que los granos son dañinos para el sistema digestivo de los perros el especialista asegura que esto no es cierto puesto que, por ejemplo, los huesos son mucho más densos que el alimento concentrado y el animal perfectamente los puede masticar y digerir, “lo que sí es real es que algunos almidones son un poco más difíciles de digerir por los monogástricos, por lo que se les realiza un proceso para hacerlos más digeribles”.

Para Margulis, conseguir que una alimentación sea balanceada exclusivamente con alimentos crudos es difícil, pues el dueño del perro tendría que ser un nutricionista experto para saber combinar eficientemente los alimentos y lograr que sea una dieta adecuada para la etapa de vida y peso del animal
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El veterinario considera que la estadística de que 9 de cada 10 visitas al veterinario se deben a una mala alimentación del perro podría estar en duda, pues dentro de su experiencia considera que hay otras consultas como traumatología u otras especialidades que suman mucho más que el 10 % de las visitas veterinarias.

Los investigadores Richard D. Kealy, Dennis F. Lawler, Howard D. Stowe, Elizabeth H. Greeley, Joan M. Ballam, Jay M. Harrison y Mariangela Segre realizaron un estudio de 14 años de duración en 48 perros labradores para Nestlé Purina, con el cual analizaron la calidad de vida de los perros, la relación entre la alimentación y el envejecimiento de los animales, las enfermedades crónicas y las causas de mortalidad. 

En el estudio encontraron que la obesidad es el primer problema de salud que se percibe en los caninos y que restringir la cantidad de la ración de comida es la única intervención nutricional que ha mostrado extender la vida en todas las especies probadas.

En la investigación, los perros eran nutridos con alimento concentrado durante los 14 años de estudio. Entre los principales resultados se encontró que los perros a los que se les racionó el alimento tuvieron un promedio de 15 % más de vida y fueron más saludables que los perros que comían lo que quisieran.

El tiempo medio de vida de los perros que tuvieron una dieta no restringida  fue de 11,2 años, mientras que los que tuvieron una dieta vigilada y restringida vivieron en promedio 12,9 años. A su vez, la investigación demostró que el 50 % de los animales que tenían una dieta no restringida presentaron por primera vez una enfermedad crónica a los 9,9 años, mientras que los restringidos la presentaron a los 12 años. 

La osteoartritis afectó a la mitad de los perros del primer grupo a una edad de 10,3 años mientras que esta edad fue de 13,3 años en los caninos del grupo restringido.

Como consecuencia de ese estudio Purina actualizó sus fórmulas para mejorar la calidad de vida de los perros incluyendo una relación de proteína-grasa óptima y fórmulas que ayuden a mantener cuerpos magros con menos grasa. A su vez, las instrucciones de alimentación para perros fueron reevaluadas y actualizadas para que reflejaran los resultados del estudio.

Luz Stella Kuratomi, directora de la Cámara de Alimentos Blanceados de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) coincide con el veterinario Pablo Margulis en que el alimento balanceado concentrado eleva la calidad de vida de las mascotas porque "no solo atiende las necesidades de la mascota sino que le brinda complementos que no ofrece la comida casera”.

Sin embargo, aclara que la alimentación no es la única variable que se debe asociar a la salud y longevidad de los perros, “no se pueden olvidar factores como la educación que se le brinde al animal y el ejercicio que este realice”.

Kuratomi también considera que el estudio contradice la realidad que vive Inglaterra y Estados Unidos, países donde a más del 90 % de las mascotas se les cubre sus necesidades calóricas dándole alimento concentrado. “Darle alimento balanceado a las mascotas también beneficia a la población en temas sanitarios ya que ayuda a un mejor manejo de las heces (olor, solidez), tema que incluso ha sido preocupación del Ministerio de Salud”. 

“Es tanta la bondad del alimento para el animal que hay una demanda creciente en la población, en el 2013 se produjeron 234.000 toneladas. Si el alimento concentrado fuera tan dañino para el perro la gente dejaría de comprarlo, porque entre el amo y la mascota se crean lazos emocionales tan fuertes, que no le permitiría a muchas personas hacerle daño a ese ser tan querido”, concluye.