PSICOLOGÍA

Sin frenos ni timón

Algunos dijeron que parecía un cruce entre un Fiat 500 y un mouse de computador. Otros lo vieron como la mezcla de un escarabajo Volkswagen con un carro de Disneylandia.

31 de mayo de 2014

Algunos dijeron que parecía un cruce entre un Fiat 500 y un mouse de computador. Otros lo vieron como la mezcla de un escarabajo Volkswagen con un carro de Disneylandia. Hubo algunos que dijeron que parecía un huevo. Pero todos coincidieron en que el prototipo de carro autónomo de Google, dado a conocer el martes de la semana pasada en la conferencia Code en California es revolucionario, y da una primera idea de la apariencia que tendrán los autos del futuro. Con esta idea se espera mejorar el nivel de seguridad vial pues el principal factor de riesgo de accidentes de tránsito es el ser humano.

Solo tiene un par de sillas para pasajeros con sus respectivos cinturones de seguridad, y un botón rojo en la mitad (de “pánico”) y otro para hacerlo andar. Es eléctrico y su batería tendrá un alcance de 160 kilómetros; anda a 40 kilómetros por hora y está hecho en plástico y espuma para evitar choques aparatosos. Cuenta con toda la tecnología para reemplazar los ojos, los oídos y las manos del conductor y le permite ver a 182 metros a la redonda. También tiene serie de programas, sensores láser, cámaras y radares para detectar peatones, reconocer las vías y por supuesto evitar a otros carros. El carro recoge al usuario a través de una aplicación en el celular. El pasajero marcará el destino y solo tendrá que presionar ‘ir’ para que empiece a andar.

Google espera poner en circulación a 200 de estos vehículos en California y Nevada y probar la tecnología antes de vendérsela a la industria automotriz.

Esta iniciativa no es única en el mundo. Mercedes, BMW y Volvo tienen carros con la capacidad para asumir el control en ciertos tramos. El año entrante, en Gran Bretaña se comenzará a probar un carro autónomo eléctrico y si las cosas salen bien se prevé que en 2017 habrá 100 taxis en la ciudad de Londres con estas características. Lo curioso es que solo viajarán a 20 kilómetros por hora y tendrán que ir escoltados por un guardia a pie hasta que se pruebe que son seguros.