Plaza de San Marcos
Plaza de San Marcos | Foto: Getty Images

turismo

“Hay que hacer réplicas de Venecia en muchas partes”

Un economista suizo recomienda duplicar las atracciones turísticas del mundo para que no se congreguen tantos visitantes en un solo sitio.

11 de febrero de 2021

Todo el mundo sabe que si no hubiera pandemia, el turismo por el mundo estaría en su mejor momento. Los viajeros estarían agolpados en los canales de la vieja Venecia, en el Louvre de París tomándose selfies frente a la Mona Lisa o en el Capitolio de Washington donde ocurrieron las revueltas de enero 6. ¡Qué tontería!, dice un economista suizo, para quien la respuesta es hacer duplicados de estas atracciones turísticas en otros sitios para que así la gente pueda visitarlos sin tanto tumulto.

Bruno Frey, de 79 años y profesor de la Universidad de Basel, escribió en un libro esta idea mediante la cual pretende liberar a las ciudades de las hordas de turistas. Su propuesta es construir varias plazas de San Marco, que se llamarían Mark 2, una réplica del Louvre y hacer lo mismo con otros 100 sitios en los que haya demasiada afluencia de visitantes. O al menos la habría de no ser por las restricciones de viaje que ha impuesto la pandemia para evitar el riesgo de contagio de covid-19. ¿Algo así como sucede con Disneylandia, que tiene sedes en Miami, en Los Ángeles y en las afueras de París?, pensarán algunos.

Un grupo de turistas fotografían La Gioconda o Mona Lisa en el Museo del Louvre en París (Francia). Después de la pandemia, el turismo hacia sitios como este podría aumentar, según Frey.

No. Ojo. Frey no está diciendo que haya que repetir lo que hicieron en Las Vegas ni en Disneylandia. Para construir estas nuevas atracciones turísticas es preciso usar tecnologías disponibles hoy como los hologramas, que permiten hacer copias perfectas de los sitios más turísticos del mundo. Con hologramas, realidad aumentada y una experiencia multimedia, Frey cree que será posible copiar estos lugares mejor que muchos originales. Estas tecnológicas podrían no solo revivir museos en otros lugares, sino también todas las joyas artísticas de valor histórico que ese encuentran albergadas allí.

El libro en cuestión se titula Venedig ist überall (Venecia está en todas partes) en el que propone que el mundo debería pensar en la construcción de edificios icónicos que a todos les gustaría conocer algún día. Serían reproducciones de alta calidad e incluso mejores que las originales, pues revivirían al pie de la letra la construcción, pero con elementos de construcción más modernos que protegerían sus paredes de la constante afluencia de gente. Para él, restringir el acceso no es una solución real ni funcional.

Algunos sitios de Oxford son muy llamativos para quienes viajan en busca de 'selfies'. Por eso Frey propone hacer copias de ellos.

“Necesitamos una nueva Venecia”, le dijo al periódico Der Spiegel. Añadió que “podría ser mejor que la original, una especialmente diseñada para los turistas”. Los sitios en cuestión no tienen que estar a kilómetros de distancia, sino muy cerca de las originales para que no pierdan el encanto y conserven el clima y los olores de la ciudad donde se encuentran.

Esta idea surgió porque sabe que muchos cruzan los océanos solo para tomarse una selfie frente a una pintura antigua o en un monumento construido siglos atrás. Para él eso es legítimo, y si la gente lo disfruta, hay que dejarlos que cumplan su sueño. Sin embargo, señala que el problema de dejarlos, para ciertas ciudades como Venecia, es que ante tal cantidad de turistas a los visitantes les resulta casi imposible volver con una buena ‘selfie’. “Eso resulta muy frustrante para todos, por lo que debemos preparar el mundo para esta demanda globalizada”.

Para el economista, el turismo va a regresar en cuanto se controle la pandemia y en ese momento la gente querrá viajar a estos sitios. Por lo tanto, el mundo debería estar preparado para ese momento e invertir ya suficientes recursos financieros para que estas copias sean posibles. Según sus cifras, en 1950 el turismo global era de 25 millones de personas y para 2018 aumentó a 1,4 mil millones. Cuando se acabe la pandemia habrá una demanda mayor de turistas, pues las clases medias de China y en general todo el mundo querrán viajar luego de tanto tiempo encerrados.

Entre los sitios que propone duplicar está el Museo Británico, la plaza de San Marcos, en Venecia, el Museo del Louvre y partes de ciudades como Oxford. Los mármoles de Elgin, por ejemplo, que se encuentran hoy en el Museo Británico pero que son parte del Partenón son un buen ejemplo de esta propuesta. “Con una copia, el museo estará menos congestionado y en Atenas habrá una nueva atracción”.

Venecia inundada.
La plaza de San Marcos, en Venecia, es una de las atracciones turísticas más importantes del mundo, pero está en riesgo porque cuando no está inundada de agua por marea alta, lo está de turistas. Italia. Foto: Anteo Marinoni / LaPresse vía AP. | Foto: AP

Para Frey, esta es la solución de las ciudades turísticas que no aguantan más visitantes. No todos apoyan la idea, pero para él sería una respuesta inteligente ante la demanda. “Es posible que los hoteles de Venecia bajen de precio y que los ciudadanos de esas ciudades vuelvan a tener un respiro. Las atracciones originales tendrán una nueva vida. A Venecia solo irían los verdaderos fanáticos de la ciudad, mientras que los que quieren sus fotos y ‘selfies’ podrían ir a la réplica y “regresar satisfechos a sus países de origen”.