Hecho a mano

Los masajes permiten moldear el cuerpo con las manos hasta darle la forma deseada. Masajes que embellecen y relajan están a la orden del día.

24 de julio de 2000

El masaje es una de las técnicas más antiguas que se emplean para relajar y aliviar los dolores musculares. Los griegos, los romanos, los egipcios y otras culturas de la antigüedad descubrieron sus efectos benéficos sobre el cuerpo humano. Oriente, por supuesto, no se quedó atrás y desarrolló diferentes técnicas para proporcionar salud, tranquilidad y placer. En la era moderna la estética ha aprovechado toda esta sabiduría milenaria para descubrir los efectos del masaje y explotarlos al máximo en el embellecimiento y moldeado de rostros y cuerpos.

Una de las masajistas más famosas que hay en Colombia es Gloria Hincapié. La verdad es que su nombre se escucha mencionar en más de una reunión social, fiesta y coctel capitalinos. Es, literalmente, toda una sensación entre los personajes del jet set, ejecutivos, modelos y reinas de belleza que, literalmente, han pasado por las manos de Gloria para reducir medidas, grasa localizada, papada, celulitis, conejos y llantas indeseadas.



La técnica Hincapié

Graduada en fisioterapia hace 20 años, esta caleña decidió orientar sus conocimientos hacia el campo de la estética y la salud corporal. Convencida de que un masaje “es una excelente terapia para relajar el cuerpo, liberar el estrés, mejorar la salud, darle mejor textura a la piel y tonificar los músculos”, Gloria ha desarrollado su propia técnica, que ha llevado a cuanto congreso y seminario la han invitado en España, Italia, Francia y Estados Unidos. La base es la misma de todo buen masaje: hacer con la yema de los dedos un barrido de la grasa, siguiendo la dirección de cada músculo. Posteriormente, la grasa es eliminada a través del sistema linfático del organismo. Gloria, naturalmente, no revela sus secretos. Los guarda pues son el resultado de dos décadas de trabajo, observación y estudio con cada uno de los pacientes que ha atendido. Esta experiencia es la misma que le permite afirmar que para tonificar y levantar glúteos —que es uno de sus últimos avances— la paciente necesita un promedio de 20 sesiones; para eliminar abdomen y estómago se requieren 25 sesiones; para reducir la grasa localizada en la cadera, los ‘conejos’ y la espalda se necesitan como mínimo 30 a 35 sesiones; para tonificar brazos y entrepiernas se necesitan 15 sesiones; para afianzar mofletes y reducir la papada son necesarias entre 10 y 12 sesiones, y en el caso de la celulitis, dependiendo del tipo, puede demorarse entre uno y tres meses. “A través de estas dos décadas he descubierto que para obtener mejores resultados no es necesario acompañar las sesiones de masajes con dietas estrictas o largas jornadas de ejercicio. Las dietas generalmente no eliminan las grasas localizadas, que es donde se necesita ver el resultado. Y, respecto al ejercicio, yo le aconsejo a mis pacientes que mientras asisten a las sesiones dejen de ir al gimnasio ya que nosotros en el instituto hacemos el trabajo”.

Un trabajo que nunca utiliza los golpes con el canto de la mano, ni los pellizcos, ni las rotaciones fuertes con los nudillos de los dedos. “La piel y los músculos son demasiado delicados para someterlos a chupas, ventosas, golpes, estiramientos y palmadas. Un mal masaje puede causar desgarre muscular, flacidez en la piel y molestias en los órganos vitales”, afirma Gloria Hincapié



Adiós al estrés

Los masajes también son una forma ideal para liberar tensiones acumuladas por el exceso de estrés. La cantidad de pacientes que actualmente consultan a esta terapista servirían de termómetro para medir el nivel de estrés en el que viven los colombianos: el 80 por ciento de quienes acuden a consulta lo hacen por este motivo.

Los masajes relajantes o antiestrés son el resultado de la combinación de la técnica básica con una dosis de quiropráctica para desintegrar los nudos que se forman en los músculos como resultado de la tensión. Y cuando el caso es crítico y se presentan espasmos y dolores musculares, se aplican emisiones localizadas de vapor con excelentes resultados.

Pero si hay buenos masajistas y masajes también hay otros que, ignorando los conocimientos elementales, han sembrado la duda, la incredulidad y, lo que es peor, la decepción con respecto a una técnica que, bien aplicada, elimina la celulitis y las grasas localizadas. En 25 ó 30 sesiones, de una hora diaria de duración, se obtienen verdaderos milagros. Las paredes del corredor que conduce al consultorio de Gloria Hincapié están repletas de testimonios fotográficos que dan cuenta de ello. Y si esas paredes hablaran contarían cómo todos esos personajes que aparecen allí han conseguido la figura que siempre habían deseado. Su sonrisa y su silueta son la mejor prueba de ello.