¿HIJO DE QUIEN?

Gracias al desarrollo de la genética hoy es posibleque una persona congele su ADN para evitar que le achaquen hijos después de muerto.

17 de marzo de 1997

Una mujer que asegura ser la hija de Juan Domingo Perón tiene nerviosos a los argentinos. Martha Susana Holgado, quien ahora usa el nombre de Lucía Virginia Perón, desafió hace tres años la presunta esterilidaddel famoso caudillo al publicar una autobiografía titulada Perón, mi padre . La mujer, de 53 años, asegura ser la única hija, secreta e ilegítima, del mandatario argentino, y en consecuencia la única heredera de su patrimonio económico y político. Hace poco una corte de ese país le otorgó a la mujer el permiso para realizar una prueba de ADN, utilizando los restos del general Perón a fin de determinar la verdad.
Otro personaje que anda por el mundo en busca de un reconocimiento de paternidad a través del ADN es un físico checo de 63 años llamado Ludek Zakel, quien asegura ser un hijo perdido del Nobel de Física Albert Einstein, algo que es muy difícil que pueda probar. De hecho, hace unas décadas una mujer murió tras asegurar ser Anastasia, la hija menor del zar Nicolás II de Rusia, asesinado con toda su familia en 1918. La mujer que inspiró una película con Ingrid Bergman murió sin haber podido demostrar su condición imperial.
Esos son algunos de los casos más famosos. Pero en la vida normal es cosa de todos los días la sorpresiva aparición de hijos no reconocidos. Cuando hay plata de por medio no son pocas las familias que al momento de hacer la sucesión se encuentran con la demanda de derechos por parte de un nuevo y desconocido heredero, lo cual implica un largo y desagradable proceso de comprobación.
"A través de nuestra experiencia de muchos años llevando a cabo estudios biológicos para procesos de paternidad hemos visto con frecuencia que a la muerte de una persona conocida que tiene, o se presume que tiene recursos económicos, su familia es sometida al complejo hecho de que aparezca un hijo fuera del matrimonio", explica el genetista Jaime Eduardo Bernal, director científico de la Red Colombiana de Medicina Genética Pregen. Y por eso decidieron salirle al paso a tan desagradable sorpresa.
Pregen acaba de establecer en el país un procedimiento que permite aclarar sin mayores problemas y con un 99 por ciento de certeza si la persona que reclama derechos es hijo o no del difunto.
"Gracias al desarrollo de la genética hoy es posible congelar material biológico por muchos años, para utilizarlo en caso de que esta eventualidad se presente", dice la genetista de Pregen Martha Lucía Tamayo. Para llevar a cabo un estudio de paternidad es indispensable contar con muestras de sangre u otros tejidos del hijo, la madre y el presunto padre biológico. Todo ser humano es el producto de los genes de sus dos padres según la especialista, y las pruebas buscan definir cuáles características genéticas presentes en una persona fueron heredadas de la madre o del padre. Aunque suene un poco exótico, la verdad es que este método está siendo utilizado cada vez más por los ricos y famosos en algunos países de Europa y en Estados Unidos como una forma de evitarle posteriores dolores de cabeza a sus verdaderos herederos. En Colombia la idea surgió de un enfermo terminal, quien temiendo ser víctima de falsas acusaciones de paternidad no reconocida pidió al laboratorio que le realizara un examen que permitiera controvertir una alegada paternidad y así evitar a su familia ese doloroso contratiempo. Porque además de la sorpresa para los allegados al difunto, la aparición de un hijo no reconocido pone en peligro el patrimonio familiar y retarda el proceso de sucesión. Por eso, desde hace un mes, Pregen está ofreciendo este servicio en el país y ya cuenta con cuatro abonados."La sola existencia de este material certificado por notario público hace desistir a aquellos interesados en el montaje de un heredero falso, evitando la exhumación de los restos del ser querido", afirma la genetista.
El servicio de determinación de la paternidad con pruebas de ADN requiere un sencillo procedimiento."Consiste en tomar una pequeña muestra de sangre, la cual es procesada ante el notario", según Martha Lucía Tamayo, quien explica además que esta muestra se identifica genéticamente para su secreto almacenamiento. A través de un contrato el laboratorio garantiza al interesado el procesamiento de la muestra si después de su muerte se presenta una demanda de paternidad. El contrato establece también que solamente las personas designadas por el interesado _un familiar, un amigo o su abogado_ sabrán de la existencia de ese material genético y el código de almacenamiento. El laboratorio se compromete a que el ADN de la persona solamente se utilizará para los efectos autorizados en el contrato.
En el mundo actual, tener la certeza de que se es o no padre de un ser humano determinado tiene cada vez más implicaciones y su definición acarrea consecuencias no sólo afectivas sino económicas. Estos casos de paternidad en disputa se pueden resolver con un alto grado de certeza analizando directamente la estructura genética del individuo. El resultado, o excluye la paternidad o provee una probabilidad del 99,9 por ciento de que el presunto implicado sea el padre biológico. Como dice el folleto informativo: "Cuando usted se vaya al cielo... No deje a su familia en un infierno", así que quienes quieran evitar a la familia pasar por este desagradable proceso y tengan la conciencia tranquila, podrán recurrir a la genética para evitar que su imagen como padre responsable sea mancillada póstumamente.