La tumba del Valle de los reyes (Egipto) es la primera que se encuentra intacta desde el hallazgo de la momia de Tutankamón, en 1922. De hecho, está a sólo cinco metros del famoso faraón, a cuatro metros bajo tierra. Los científicos no descartan que se trate de algún noble o miembro de la familia real

Arqueología

Huellas milenarias

Tumbas de reyes mayas y egipcios, milenarias pinturas rupestres y fósiles del antecesor del tiranosaurio rex. En menos de dos semanas, cinco extraordinarios descubrimientos arrojan nuevas pistas sobre el pasado.

19 de febrero de 2006

Día a día, los arqueólogos del mundo hacen descubrimientos interesantes sobre la historia remota de la humanidad. Huellas de comunidades aborígenes, trozos de cerámicas o fragmentos de herramientas son encontrados con mayor frecuencia de lo que se cree. Pocas veces, sin embargo, coinciden hallazgos como los de tumbas egipcias o pinturas rupestres de milenios de antigüedad. Eso fue lo que sucedió en cuestión de días a principios de este mes: por una extraña coincidencia, se anunciaron cinco hallazgos de gran impacto para la arqueología y la paleontología.

En la cueva de Vilhonneur, en Francia, fueron descubiertas varias pinturas rupestres que podrían ser mucho más antiguas que las de las cuevas de Altamira, en España, donde hasta ahora se creía que reposaban las pinturas más antiguas de la humanidad. Según afirmó uno de los científicos responsables del hallazgo, se trata de una serie de manos pintadas en negativo, es decir, dibujos en los que el artista ponía sus manos sobre la pared y coloreaba a su alrededor. Esta técnica también fue utilizada en las pinturas de Altamira, pero mientras éstas datan de 14.000 años antes de Cristo, las pinturas de Vilhonneur podrían tener hasta 27.000 años de antigüedad. Para confirmar con total precisión su significado y su fecha de creación, las grutas no estarán abiertas al público en un buen tiempo.

No menos sorprendente es el descubrimiento de un grupo de arqueólogos estadounidenses en el Valle de los Reyes, en Egipto. En este lugar, donde se solía enterrar a los faraones y sus familias, se halló una tumba intacta, la primera en tales condiciones desde cuando se descubrió el mausoleo de Tutankamón en 1922. En su interior había cinco sarcófagos con sus respectivas momias, una colección de máscaras funerarias y más de 20 cántaros con sellos faraónicos. Para los arqueólogos, la tumba pertenecería a la dinastía XVIII, que gobernó entre 1539 a 1292 a.C. Sin embargo, aún es un misterio si alguna de las momias corresponde a un faraón.

Casi simultáneo fue el anuncio del descubrimiento de la mayor tumba subterránea hallada en Grecia. Mientras la más grande encontrada hasta ahora constaba de tres cámaras, ésta tiene ocho. Además, albergaba esculturas pintadas, joyas, monedas de cobre y vasijas de barro, lo que les permitió concluir a los arqueólogos griegos que pertenecía a una familia noble. La construcción fue encontrada por casualidad por un campesino de la zona y está ubicada cerca de la ciudad de Pella, donde nació Alejandro Magno. Según los científicos, pertenece al período que siguió a la muerte del joven rey, o sea que tendría unos 2.300 años de antigüedad.

Más o menos de esa época es un bello mural de la civilización maya encontrado en el yacimiento arqueológico de San Bartolo, en Guatemala. La pintura, descubierta por William Saturno y explicada en la edición de enero de la revista National Geographic, narra el nacimiento del cosmos maya: cinco dioses delante de los cinco árboles sagrados, cada uno sacrificando un animal junto con la sangre de su pene. Fragmentos de esta misma historia habían sido encontrados en dos manuscritos, el Códice Dresde, del siglo XIII, y el Popol Vuh, del siglo XVI. Pero el mural de San Bartolo sería como mínimo 1.000 años más antiguo que éstos.

Por si fuera poco, en su extremo se narra la coronación de un rey, con nombre y título, un hallazgo sorprendente, pues los expertos creían que para la época de la pintura aún no habían evolucionado las monarquías. En efecto, el año pasado, a un kilómetro y medio del mural, la arqueóloga guatemalteca Mónica Pellecer encontró la sepultura real más antigua de los mayas.

A estos descubrimientos de la arqueología se suma otro de la paleontología: el hallazgo en China del antecesor del tiranosaurio rex. Los fósiles de la criatura, que vivió 90 millones de años antes que el rex, muestran que era más pequeña que éste. Además, tenía una cresta alargada y hueca, por lo que los científicos lo han llamado Guanlong wucaii, en referencia a las palabras chinas 'corona' y 'dragón'.

"Sin duda, se trata de hallazgos monumentales. Pero, para sacarles el jugo científico, harán falta años de investigación", le explicó a SEMANA Carl Langebaek, arqueólogo y decano de la facultad de ciencias sociales de la Universidad de los Andes. Por ahora, una sola cosa es segura: en varias generaciones no se verá una serie tan coincidencial de hallazgos como los de las últimas semanas.