Señor con infarto
Muchas formas de enfermedades cardíacas pueden prevenirse o tratarse con elecciones de un estilo de vida saludable. | Foto: Getty Images

Vida moderna

Estos son los síntomas de un infarto silencioso

Esta afección puede poner en riesgo la vida de la persona.

13 de septiembre de 2022

Una persona puede haber tenido un ataque cardíaco y no saberlo. Esto ocurre porque no se manifiesta o porque los síntomas son muy leves. Incluso, puede que la persona tenga otros, los cuales no están asociados comúnmente con un infarto.

“Las personas que tienen un ataque cardíaco asintomático pueden creer que tuvieron acidez estomacal, una gripe o una distención del músculo pectoral. Pero un ataque cardíaco asintomático, como cualquier otro ataque cardíaco, implica la obstrucción del flujo de sangre al corazón y el posible daño al músculo cardíaco”, explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Al tener un infarto silencioso se incrementa el riesgo de tener otro ataque cardíaco, el cual puede causar la muerte o insuficiencia cardíaca. Es importante que, en caso de que se sospeche haber tenido un ataque cardíaco, se acuda inmediatamente a un centro médico para verificarlo con exámenes, como un electrocardiograma.

Se debe tener en cuenta que los factores de riesgo de un ataque cardíaco normal son los mismos para un infarto silencioso:

  • Edad.
  • Diabetes.
  • Sobrepeso.
  • Antecedentes familiares de enfermedades cardíacas.
  • Hipertensión arterial.
  • Colesterol alto.
  • Falta de ejercicio.
  • Ataque cardíaco previo.
  • Consumo de tabaco.

Para prevenir un infarto silencioso es crucial prestar atención a estos factores de riesgo y procurar que dejen de ser un problema de salud, o al menos intentarlo. También, tener una alimentación equilibrada que ayude a no tener sobrepeso y disminuir los niveles de colesterol elevado. Acudir regularmente al médico para iniciar un tratamiento para cualquier de esas afecciones, que ponen en riesgo la salud cardíaca y la vida.

La actividad física es un factor clave para contribuir a la gestión del colesterol elevado, diabetes y sobrepeso. “Se ha demostrado que la actividad física regular ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y varios tipos de cáncer. También ayuda a prevenir la hipertensión, a mantener un peso corporal saludable y puede mejorar la salud mental, la calidad de vida y el bienestar”, indica la Organización Mundial de la Salud.

Hacer ejercicio con regularidad fortalece el músculo cardíaco. Esto “mejora la capacidad del corazón para bombear sangre a los pulmones y al resto del cuerpo. Entonces, circula más sangre hacia los músculos y las concentraciones de oxígeno en la sangre aumentan”, reseña en su portal web la Fundación Española del Corazón.

Síntomas de un ataque cardíaco

Un infarto al miocardio, también conocido como ataque cardíaco, es una emergencia médica. Si se identifican sus síntomas, se debe acudir inmediatamente a un hospital para recibir la atención profesional adecuada y disminuir el riesgo de muerte súbita (es mayor en las primeras horas).

Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señala los síntomas de un infarto:

  • Dolor torácico (el síntoma más común).
  • Dolor en una sola parte del cuerpo o que se irradia desde el pecho hacia brazos, hombro, cuello, dientes, mandíbula, área abdominal o espalda.
  • El dolor puede presentarse de forma intensa o leve y sentirse como si fuera una indigestión intensa, una presión fuerte o una banda apretada alrededor del pecho.
  • El dolor suele tener una duración de más de 20 minutos.
  • Otros síntomas que también pueden presentarse durante un ataque cardíaco son: ansiedad, tos, desmayos, mareo, vértigo, náuseas y vómitos, palpitaciones fuertes, dificultad para respirar y sudoración.

También se pueden presentar otros síntomas como:

  • Ansiedad.
  • Tos.
  • Desmayos.
  • Mareo, vértigo.
  • Náuseas y vómitos.
  • Palpitaciones (sensación de que el corazón está latiendo demasiado rápido o de manera irregular).
  • Dificultad para respirar.
  • Sudoración, la cual puede ser muy copiosa.