KILOS DE ALTO RIESGO

Un nuevo estudio demuestra que en las mujeres cada kilo de más puede signicar menos años de vida.

23 de octubre de 1995

PARA LAS MUJERES EL ASUNTO DEL exceso de peso había sido hasta ahora más un problema de vanidad que de salud. Al contrario de los hombres, que viven en los gimnasios, hacen ciclismo, juegan tenis dominguero para prevenir todos los males que se le han achacado al sedentarismo, las mujeres siguen estrictas dietas o hacen ejercicio pensando más en obtener o mantener una figura esbelta que en prolongar la vida. Pero los resultados de un reciente y gran estudio sobre los peligros del sobrepeso cambiarán la visión femenina sobre la gordura.
El estudio sugiere que el sobrepeso acorta la vida. Para nadie es un secreto los altos riesgos de salud asociados con la obesidad, que es definida como un 30 por ciento más del peso médicamente deseable de acuerdo con la estatura y estructura ósea. Pero lo más sorprendente es que los investigadores no están hablando de un problema de obesidad sino de un moderado sobrepeso en las mujeres de mediana edad. Un informe publicado la semana anterior en el New England Journal of Medicine, señala que el asunto ya no es simplemente aceptar el tránsito de la talla 8 ó 10 de la juventud a la talla 16 ó 20 en la cincuentena. Esos 12 ó 15 kilos que con el tiempo se acumulan en el cuerpo femenino, o incluso ese peso extra que algunas han cargado sin mayores complejos durante toda su vida, dejaron de ser un problema exclusivo de la estética. Según el informe, incluso unos pocos kilos de más pueden llegar ser un factor de riesgo de muerte temprana.
La alarmante advertencia se basa en los resultados de una investigación realizada durante cerca de 20 años entre 115.000 mujeres. El estudio, dirigido por la doctora Jo Ann Manson, endocrinóloga del Hospital de Mujeres de Brigham y de la Escuela de Medicina de Harvard, en Boston, examinó los riesgos de las mujeres al aumentar de peso después de los 18 años. La conclusión de la investigadora es que incluso una ganancia moderada -de 12 kilos por encima del peso que se tenía a los 18 años- implica un mayor riesgo de morir más pronto.
La investigación se inició en 1976, cuando las mujeres -enfermeras- estaban entre los 25 y los 50 años y eran saludables. En el momento en que los datos fueron analizados, el rango de edad era de 45 a 70 años y el infarto y el cáncer figuraron como principales causas de las muertes que ocurrieron durante estos 20 años. Según la directora del estudio, una tercera parte de las muertes por cáncer, así como la mitad de las muertes por afecciones cardiovasculares pueden ser atribuidas al exceso de peso (ver recuadro). "En el grupo de mujeres obesas se presentó un riesgo cuatro veces mayor de muerte por enfermedad cardiaca y dos veces mayor de muerte por cáncer que en el grupo de mujeres cuyo peso estaba por debajo del promedio para su estatura".
Pero el peligro no sólo se cierne sobre la población femenina. Aunque mujeres y hombres a menudo muestran diferencias en materia de salud, los nuevos descubrimientos pueden ser perfectamente aplicables a los hombres, aseguró el doctor Walter Willett, de la Escuela de Salud Pública de Harvard y coautor del estudio. Según él, otras investigaciones han mostrado que la delgadez también es una condición que les asegura a ellos la buena salud en la vejez. "Los hombres delgados tienen tasas de muerte 40 por ciento más bajas que los hombres con sobrepeso", señaló el especialista.

LOS FLACOS VIVEN MAS
El estudio reivindica también la buena salud y la longevidad de los flacos. Según los investigadores, el mito de que ser demasiado delgado es peligroso surgió de estudios anteriores que encontraron que los hombres y las mujeres muy delgados presentaban también altas tasas de muerte. Sin embargo estas conclusiones fueron equivocadas porque obedecían a que muchas personas muy delgadas eran fumadoras o sufrían de alguna enfermedad.
Al tomar en cuenta estos factores en el nuevo estudio -y excluir gente que era delgada por fumar o por enfermedades preexistentes- se pudo concluir que una persona sana y flaca tiene una probabilidad mucho mayor de longevidad que una persona sana que tiene sobrepeso al inicio de la edad adulta. Esto implica un mayor riesgo de sufrir enfermedades al llegar a la mediana edad. En pocas palabras: a mayor peso mayor riesgo de morir prematuramente.
Pero las evidencias no sólo demuestran que en salud y en longevidad paga ser delgado. La opinión de los expertos es que es necesario ser más delgado que lo que hasta ahora se había tolerado para las personas de mediana edad. "Se ha dicho que es seguro y normal ganar peso en la mediana edad, pero con ello se puede estar enviando a la gente por el camino del sobrepeso", dijo el doctor Willett.
Al proyectar sus resultados a la población en general de Estados Unidos, la doctora Manson estimó que cerca de 300.000 muertes ocurridas anualmente pueden ser atribuidas al sobrepeso. Esta alarmante proyección es precedida solamente por las cifras de muertes ocasionadas por el hábito de fumar -400.000 al año en ese país-. "Pero si la tendencia actual continúa no pasará mucho tiempo antes de que la obesidad sobrepase al cigarrillo como causa de muerte", dijo la doctora Manson.
Si las recomendaciones de un comité de expertos que analiza los datos de este estudio son adoptadas, muy pronto la gente de 35 años escuchará que no es tan seguro aumentar más de 10 kilos al llegar a la mediana edad. "Una ganancia de peso en la temprana adultez debe ser vista como una señal de preocupación para hacer cambios en los hábitos de alimentación y ejercicio con el fin de prevenir una mayor ganancia de peso más tarde", señaló la doctora Manson.
La especialista cuestionó, sin embargo, a las personas que fuman como una forma para controlar el peso. "Usted tendría que ganar más de 50 kilos para igualar los riesgos de salud que implica fumar dos paquetes de cigarrillos al día. Los fumadores no deberían preocuparse por los 3 ó 4 kilos que probablemente ganen como resultado de dejar el hábito". En opinión de la autora del estudio, es necesaria una actitud más racional hacia el control del peso. "La gente que come saludablemente y se ejercita regularmente no tendría que preocuparse de tener cinco kilos extra".

QUE NO CUNDA EL PANICO
A pesar de las alarmantes cifras del estudio, los especialistas que las han analizado han hecho advertencias tranquilizadoras que señalan que el riesgo de una mujer de morir en la edad mediana no es tan grande como parece. En primer lugar, porque la enfermedad coronaria no es de común ocurrencia entre las mujeres menores de 65 años. Entonces, incluso un aumento de siete veces en las tasas de muerte cardíaca para una mujer en los 50 es todavía un bajo riesgo. Solamente el 10 por ciento de las 4.726 muertes que ocurrieron entre las enfermeras en los 20 años del estudio fueron debidas a enfermedad cardiovascular.
Pero un relativamente pequeño aumento en el riesgo de cáncer puede ser significativo ya que éste es el principal asesino de las mujeres de mediana edad. En el estudio hubo 2.586 muertes -más de la mitad del total- por cáncer. Para muchos observadores, el aumento en el riesgo de enfermedad y muerte por cáncer por culpa del sobrepeso, en un país donde la obesidad es un problema de salud que afecta a un tercio de la población, significa más un problema a nivel social que individual. Esas 300.000 muertes prematuras en un país con más de 100 millones de adultos de mediana edad representan una pérdida inmensa de años de vida productiva.
Lo cierto es que quien haya ganado menos de 12 kilos desde el día de su grado de bachiller no tiene que preocuparse, pues el aumento en el riesgo de consecuencias adversas es bastante pequeño. En cuanto a aquellos que han sobrepasado el 20 por ciento del peso médicamente deseable para su estatura, el mensaje es que deberían prestarle mayor atención a esos kilos de más. Lo que significa iniciar un programa de dieta y ejercicio para que pueda alcanzar el peso ideal y permanecer en él el resto de su vida.
Los estudios también han demostrado que la gente que come una dieta baja en grasas, moderada en proteínas y alta en fibra, frutas y vegetales, tiene menos riesgo de desarrollar cáncer y problemas cardíacos. Si a esto se agrega ejercicio regular, el resultado es que podrá mantenerse en el peso perdido. Pero incluso si no se pierde peso a través del ejercicio, el aumentar el nivel de actividad disminuye el riesgo de desarrollar alguna de las llamadas enfermedades asesinas.-

A MAS PESO MENOS AÑOS
EL GRUPO QUE presentó menos riesgo de muerte temprana fue el de las mujeres que al llegar a la mediana edad pesaban menos del 15 por ciento del peso promedio. (El peso promedio de una mujer de 1,2 m. de estatura es 60 kilos).
El estudio sugiere que haber ganado 15 kilos al llegar a la mediana edad implica un riesgo para la posibilidad de vivir saludable hasta la vejez.
Las probabilidades de una muerte temprana eran 20 por ciento más altas para aquellas mujeres que pesaban entre 60 y 75 kilos que para las mujeres que pesaban menos de 60 kilos.
Las probabilidades de una muerte temprana eran 30 por ciento más altas para aquellas mujeres que pesaban entre 75 y 80 kilos.
Las probabilidades de muerte temprana eran 60 por ciento más altas entre aquellas mujeres que pesaban entre 80 y 90 kilos.
La probabilidad de muerte temprana se duplicaba entre aquellas mujeres que pesaban más de 90 kilos.
Incluso en el grupo de mujeres con moderado sobrepeso que no fumaban se observaron más altas tasas de muerte que entre el grupo de mujeres más delgadas que el promedio y que tampoco fumaban.
Comparando la salud de las mujeres que después de los 18 años ganaron menos de 5 kilos con la de mujeres que ganaron entre 10 y 20 kilos, se encontró que en el grupo de las mujeres que más aumentaron de peso en la edad adulta se presentó 70 por ciento de aumento en las tasas por muerte cardiovascular y 20 por ciento de aumento en la de muertes por cáncer.
Entre aquellas mujeres que ganaron más de 20 kilos se apreció una probabilidad siete veces mayor de morir por enfermedad cardíaca y un riesgo 50 por ciento mayor de morir de cáncer, comparado con mujeres que habían ganado menos de 5 kilos después de los 18 años.
Entre el grupo de mujeres que perdió peso o ganó menos de 10 kilos no se presentó un aumento del riesgo de muerte temprana.