INTERNET

La casa en el aire

Almacenar información en sitios web es económico y permite acceder a ella desde cualquier computador. Pero nada garantiza que no se pierda, ni que sólo el dueño pueda verla. , 111774

9 de enero de 2010

Hace un tiempo el fotógrafo canadiense Ryan Pyle recibió un correo electrónico del portal en Internet Digital Railroad en el que le anunciaban que por problemas económicos la página dejaría de funcionar. Le advertían que tenía que retirar su material en menos de 24 horas para no perderlo. Pyle, quien ha trabajado para Time, Newsweek y Fortune y almacenaba gran cantidad de sus fotografías en ese portal, apenas tuvo tiempo para salvar 12 fotos y vio cómo se esfumaron las más de 7.000 que guardaba en la red.

Los sitios en Internet que permiten almacenar datos on line son cada vez más comunes, pues usan un software que se baja en forma gratuita, no ocupan ni un bit de memoria del computador, ni hay que instalar programas. Este fenómeno, conocido como la 'navegación en nube' o cloud computing, no es nuevo pero está tomando cada vez más fuerza porque supone menos gastos y permite acceder a los datos desde cualquier computador.

A pesar de las bondades de la 'nube', experiencias como la del Pyle han generado inquietud sobre la seguridad de la información que reposa en algún lugar desconocido del ciberespacio. Para algunos expertos esta práctica reduce la libertad de los usuarios porque un servidor virtual controla la información. Para Diego Buitrago, abogado experto en derecho informático, se trata de una relación costo-beneficio en la que el usuario renuncia a parte del control de sus datos a cambio de accesibilidad permanente. "Es una herramienta útil pero al ser gratuita no se le puede exigir ninguna responsabilidad", dice Buitrago.

Aun así, el auge de la 'nube' es tal que los dos grandes de la computación, Microsoft y Google, han anunciado para este año apuntar su desarrollo a la 'nube'. Microsoft lanzará Azure, un conjunto de servicios para empresas y una versión limitada de su paquete de Office Online. La segunda ofrece Google Apps, una serie de aplicaciones que incluyen correo, calendario, documentos y hojas de cálculo. El diario El País, de Madrid, publicó que "un 69 por ciento de los usuarios de Internet ha almacenado información en la red o ha empleado alguna aplicación de 'software online'", según un estudio del Pew Internet & American Life Project.

Aunque algunos sitios han empezado a cobrar a cambio de ofrecer mayor seguridad, a veces ni siquiera pagar garantiza protección. El año pasado el lector de libros electrónicos Kindle eliminó dos obras de George Orwell de su catálogo sin consultar con clientes que ya habían pagado por ellas.

Para Carolina Botero, de Creative Commons, una organización dedicada a defender los derechos de autor en la web, el usuario también es responsable al aceptar las condiciones sin leerlas. "Muchas personas suben información confidencial y aceptan los términos sin dimensionar que todo puede ser usado por otros y estar allí por años", dice Botero. No obstante, Buitrago alega que la mayoría de los portales tienen contratos en los que la persona no tiene posibilidad de plantear condiciones. "O se acoge a los términos o no puede utilizar los servicios", anota.

Para Cristóbal Cobo, doctor en comunicación y profesor visitante de la universidad de Oxford, otro problema es que no existe una legislación actualizada sobre el manejo de contenidos web. "Una persona en Colombia utiliza un correo electrónico cuyo servidor está en California donde la ley es diferente. Esto es un impedimento a la hora de exigir derechos en caso de que se alteren o se usen los datos de forma inadecuada", dice.

Con todo, el apogeo de la 'nube' es inevitable y aunque se están desarrollando modelos más seguros, los expertos insisten en una recomendación extremadamente simple: hacer permanentemente copias de la información en medios físicos, con el fin de tener un respaldo concreto que no se disipe como una nube.