LA FEMINIZACION DE LOS HOMBRES

Diversos autores pronostican la desaparición del macho y preparan a los hombres para asumir la nueva masculinidad.

3 de enero de 1994

MIENTRAS EL COMUN DE LOS HOMbres parece no haberse dado cuenta, la masculinidad ha empezado a ser redefinida por los especialistas en ciencias sociales. Sociólogos antropólogos, sicólogos y genetistas se han lanzado a la tarea de rescatar al hombre de los vicios ancestrales del machismo para darle una nueva identidad, más acorde con las exigencias del fin del siglo. En los últimos meses una avalancha de publicaciones pronostica el gran cambio que en la última década y en la actual sufrirá el género masculino.
Títulos como "El mito del poder masculino", "Los desterrados", "Ellos se redescubren", y "La nueva masculinidad, no son extraños hoy en los anaqueles de las librerías del mundo. A la par, las revistas dirigidas a los hombres han abierto sus páginas, antes dedicadas solo a asuntos de negocios y tecnología, poder y dinero, para incluir extensos artículos sobre la paternidad, la depresión, la sexualidad y la soledad, las relaciones afectivas y demás. Y como reflejo de esa onda liberacionista ya ha aparecido mugs y camisetas con el eslogan "Salve a los hombres".
La preocupación sobre el verdadero papel de los hombres en el mundo actual parece ser tema del día. Según los autores, no es fácil para el sexo fuerte navegar por las turbias aguas de la masculinidad en el mundo de hoy. Pero quizás el libro más revolucionario sobre el tema es el de la escritora y socióloga francesa Elizabeth Badinter, autora de "XY, La identidad masculi na" -editado en Colombia por el Grupo Editorial Norma-, quien pone en discusión los criterios tradicionales de la masculinidad, y hace un análisis de lo que ha significado "ser hombre" en las distintas culturas, de 1as manifestaciones de esta condición en la literatura y el cine, y de los cambios que esperan en comportamiento masculino para la presente década.
Apasionada de las relaciones humanas, Elizabeth Badinter ha escrito varios libros; pero quizás este sobre la identidad masculina es el que más roncha ha levantado, tanto en Francia como cn los países donde se ha publicado. Según la autora, desde el momento en que las mujeres decidieron redefinirse -hace 30 años- forzaron el cambio en los hombres. La caída del macho se produce, en opinión de Badinter, porque el modelo masculino tradicional ha mostrado sus limitaciones y está completamente desfasado con respecto a la evolución de las mujeres. Les advierte, además, que al igual de lo que sucedió con su con traparte femenina, este camino es largo y doloroso: "Los sicólogos advierten unánimes que en los últimos 20 años han aumentado los problemas sicológicos de los hombres".

EL HOMBRE NO NACE; SE HACE
Para la autora, la idea del "eterno masculino" es falsa. "XY" es la fórmula cromosomática del hombre y 1a escritora parte del hecho biológico según el cual el sexo femenino es base de todos los mamíferos "Y" es el cromosoma que define la tendencia espontánea del embrión a desarrollar un programa femenino y desencadenar el proceso de la masculinización. En el aspecto sicológico sucede igual: se educa al niño a camhiar su identidad primaria, femenina, por una secundaria, masculina, y la tarea no es nada fácil. "Ser hombre es una expresión que se usa más en imperativo que en indicativo... Pero la virilidad puede no ser tan natural como se pretende", dice la autora.
El feminismo parece haber desestabilizado las referencias de la masculinidad. Las mujeres, al mandar al traste sus roles tradicionales, derrumbaron también el pedestal masculino. Al igual que las feministas, se liberaron de los papeles de siempre que les habían sido asignados. Hoy los hombres también parecen querer dejar atrás el estereotipo de John Wayne para buscar el ideal masculino. Pero aunque los primeros estudios sobre la identidad masculina datan de hace 20 años, ha sido en la última década que el género masculino se ha visto enfrentado a asumir nuevos roles para mantener la armonía de sus relaciones afectivas y la solidaridad de los sexos. En un momento en que los puntos de referencia estarían esfumándose, es necesario trazar los lineamientos de una nueva masculinidad "Pero mientras se revisa la imagen ideal de masculinidad, conmueve ver -dice la autora- cómo se multiplican los personajes novelescos que, llorando su debilitada virilidad, se refugian en el alcohol, la droga y el ocio, o huyen hacia la homosexualidad, último reducto a salvo de las mujeres ".

MODELO EN TRANSICION
Para la escritora, el modelo más evidente de hombre en los años 90 es un hombre "blando", que aún no ha logrado cimentar las nuevas bases de su virilidad. "Estas nuevas generaciones masculinas, son encantadoras, seductoras pero le huyen como la peste al compromiso y a la responsabilidad ". Sin embargo, señala que este modelo en transición es mucho más positivo que los que le precedieron.
Estos hombres -que la autora califica como "mutantes"- "han aceptado, por primera vez, su lado femenino", para señalar que disfrutan y ejercen la paternidad, pueden manifestar sentimientos, ser tiernos y realizar tareas domésticas sin considerar que estas actitudes son una fisura al pedestal de su virilidad.
"Siempre ha habido hombres dispuestos a rechazar las figuras impuestas. padres cariñosos que han dejado que su feminidad se exprese, hombres tiernos capaces de amar a sus mujeres como iguales. Pero se necesita valor para desafiar los modelos dominantes", dice Elizabeth Badiner, quien pronostica que la verdadera igualdad de sexos no se verá antes del año 2000, cuando el género masculino haya roto su virilidad caricaturesca del pasado y haya reconciliado su masculinidad con su feminidad.