La recomendación es hacer actividad física 2 o 3 veces por semana, entre 30 y 60 minutos en cada sesión. | Foto: Archivo SEMANA

SALUD

El ejercicio en el embarazo, una rutina más que recomendada

Los ejercicios ideales para las mujeres gestantes que no quieren quedarse quietas pueden ser la natación, yoga y pilates.

11 de junio de 2016

Los nuevos modelos a seguir ya no están en la televisión, ahora son las estrellas ‘fitness’ de las redes sociales las que están marcando tendencia. Fotografías de hombres y mujeres presumiendo esculturales cuerpos, resultado de una vida sana en la que las calorías no tienen cabida y el ejercicio es el culto, inundan Internet y parece que nadie, ni siquiera las embarazadas, quieren pasar por alto esta moda.

Mujeres que muestran sus pequeños vientres en los últimos meses del embarazo, que no pierden sus abdominales, parecen mentira y hasta escandalizan a miles de seguidores que ven en esta tendencia un peligro para los bebés. Estas ‘mamás fitness’ son blanco de un mar de críticas porque, a pesar de su condición, no dejan la intensidad del ejercicio.

Es la historia de Chontel Duncan, una modelo e instructora de fitness australiana que comparó su embarazo de cinco meses con el de su amiga de seis meses en una foto que publicó en su cuenta de Instagram. La diferencia era abismal pues la barriga de Duncan parecía un pequeño bulto sin estrías. La modelo fue directa al contestarles a sus críticos que ella y su bebé estaban sanos y que su objetivo no solo era permanecer delgada sino que lo hacía por mantener un estilo de vida. Aseguró que incluso después del parto, continuaría con su estricto entrenamiento.

Lo cierto es que el ejercicio durante el embarazo es un asunto ampliamente apoyado por los médicos, quienes ven en él un hábito favorecedor tanto para la madre, como para el bebé. La ginecóloga y obstetra del Centro de Fertilidad Natale, María Angélica Triana asegura que “Siempre y cuando se trate de un embarazo sano, que no tenga contraindicación, el ejercicio en el embarazo trae más beneficios que problemas. Una ventaja principal es que ayuda a regular el peso, pues lo recomendable es que las mamitas se suban 9 kilos en el embarazo y esto no es fácil ya que la mayoría suben 12 o 14”.

Otra de las ventajas de hacer ejercicio en etapa de gestación es que las molestias digestivas, como el reflujo, se disminuyen y que además, con ejercicios como pilates, de estiramiento o aeróbicos, se fortalece el piso pélvico, lo que ayuda a un parto menos doloroso. 

En contraste, si no es por indicación médica, el sedentarismo durante el embarazo puede provocar problemas como estreñimiento o aparición de várices. “Yo hacía ejercicios de fortalecimiento y estiramiento cada tercer día y caminaba media hora diaria. Me recomendaron mucho el ejercicio para no sufrir de calambres y disminuir la hinchazón de mis pies. También para fortalecer las piernas y que la barriga no se cayera mucho”, asegura Paola Rodríguez, mamá de un bebé de 1 año.

De esta manera, los ejercicios ideales para las mujeres gestantes que no quieren quedarse quietas pueden ser la natación, yoga y pilates. “Ejercicios de postura son fundamental en las embarazadas, así como de equilibrio para fortalecer la columna, que se ve afectada por el cambio con el embarazo. La recomendación es hacer actividad física 2 o 3 veces por semana, entre 30 y 60 minutos en cada sesión”, recomienda la doctora Triana.

Algunas actividades físicas no son recomendadas para ninguna mujer gestante, independientemente del buen estado físico que tenga, porque pueden ser potencialmente abortivos o afectar, no tanto al feto, pero sí la salud de la madre cuyo organismo se está adaptando a un nuevo funcionamiento. “No se recomiendan los ejercicios de alto impacto como el boxeo o las maratones, ni montar a caballo o hacer buceo, principalmente porque la capacidad pulmonar que tiene la embarazada está disminuida y se le puede dificulta respirar”, explica la doctora Triana.

De la mano con el ejercicio, una buena alimentación es clave para el éxito de un embarazo. Que estas mamás fitness luzcan vientres tan pequeños se debe a que no llevan una dieta recomendada para las embarazadas, pues continúan con sus hábitos alimenticios normales. “Una mala alimentación afecta al bebé, no solo en su crecimiento óseo, sino que compromete su desarrollo neurológico y el sistema nervioso pues la placenta es insuficiente en nutrientes y se presentan los partos prematuros. La recomendación es que coman buenas porciones de proteína, verduras verdes, frutas y vegetales; que hagan desayuno, medias nueves, almuerzo, onces y cena en porciones más pequeñas”, concluye la doctora Triana. 

Equilibrar actividad física, con una dieta balanceada y el seguimiento mensual de un especialista que controle el cambio de peso, el embarazo no será una experiencia traumática y perder esos kilos demás después del parto no será un trabajo tan complicado.