LA MENOPAUSIA:EL ULTIMO TABU

SEMANA le cuenta todo lo que usted querìa saber sobre ésta y no se atrevía a preguntarlo.

4 de noviembre de 1991


LOGRAR UNA DECENTE NOCHE DE sueño es la más modesta expectativa de cualquier mujer cuando se acerca a los 50 años. Han sido muchas las noches en blanco cuidando niños y esperando a adolescentes que llegaran de las rumbas sin haber estrellado el carro de la casa. Pero ahora, con esos problemas superados, tampoco puede dormir a causa de sus propios problemas: sudores, sofocos, fluctuaciones subitas de humor, palpitaciones... ¡Horror, la menopausia avanza con pasos de animal grande!
Arbitrariamente, la menopausia se define como el ùltimo período de menstruación. La edad promedio en que las mujeres paran de ovular es de 50.8 años. Sin embargo, hay muchas que llegan antes a esa etapa por la vía quirurgica extirpación de los ovarios e histerectomías y otras, que apenas en los 30, experimentan algunos de los síntomas y presentan cambios en sus ciclos menstruales.
No se puede ocultar que este tránsito es tan crítico como el paso a la adolescencia y que representa uno de esos momentos que marcan la vida íntima de una mujer. Si el primer ciclo menstrual se tiene a los 12 o 13 años, se necesitan cerca de cinco años para que el cuerpo femenino se adecue a la nueva química de su organismo y su mente a la nueva imagen. De la misma manera, una mujer que comienza el climaterio necesita ajustarse a la suspensión de sus períodos. En esta etapa muchas mujeres no se sienten cómodas con su cuerpo, actuan y reaccionan diferente Inclusive experimentan un descenso en su libido. Pero todo eso es normal, controlable y reversible. Las mujeres deben perderle el pánico a la menopausia y mirarla no como el final de la vida. le dijo a SEMANA una ginecóloga.
La menopausia no es una enfermedad. Es una transición que trae consigo cambios hormonales que van en detrimento del cuerpo Cuando disminuyen los niveles de estrógeno, los huesos se vuelven más frágiles, el ritmo del corazón se acelera, la vagina pierde humedad, la piel se adelgaza y se reseca. Pero, de hecho, esos procesos, que están relacionados más con las hormonas que con la edad per se, se pueden controlar. Todas las mujeres, sin excepción quisieran llegar a los 50 como Jane Fonda o Raquel Welch no como Bárbara Bush Pera el cuerpo manda señales de que realmente está ocurriendo un cambio. La mujer, entonces, no puede pedir y exigir de su cuerpo lo mismo que cuando tenía 20 años. Intentar hacerlo es la mejor manera de precipitar la depresión. Aceptar el cambio y adaptarse le garantiza un, cambio de edad feliz, no exento de nuevas emociones.
Actualmente no hay investigaciones suficientes para analizar el fenómeno en relación con la evolución. En la mayoría de los primates mayores, por ejemplo, sus hembras no viven el tiempo suficiente para llegar a la menopausia. Generalmente pasan de la etapa de la fertilidad y de la crianza de sus retonos, a la muerte. Y lo mismo fue cierto para las mujeres durante miles de años. Apenas comenzado el siglo 20, la expectativa de vida de la mujer era tan baja 47 años que las hijas de Eva no alcanzaban a llegar a la famosa etapa. Una vez hecha su contribución genética a la humanidad, la evolución terminaba para ellas. Dado este histórico vínculo entre la menopausia y la decadencia y la muerte, no hay porqué extranarse de que aun hoy las mujeres se aproximen a los 50 con toda clase de temores frente a la posibilidad de convertirse en