LA MONA RISA

Un experto asegura que la famosa sonrisa de La Gioconda es cada vez más burlona.

21 de agosto de 1995

LA ENIGMATICA sonrisa de la Mona Lisa de Leonardo de Vinci se ha tornado más misteriosa con el paso de los años de acuerdo con un experto en el pintor italiano. El historiador de arte francés Jacques Franck dice que las grietas alrededor de los ojos y la boca del lienzo de principios del siglo XVI habrìan cambiado la expresión de la Mona Lisa. "No creo que Leonardo quisiera darle esa expresión burlona. La que él le dio era mucho más serena", afirma el experto.
Muchas de las grietas son visibles sólo si se las mira de muy cerca, pero la obra de Leonardo es particularmente vulnerable a ellas por su técnica de pintar en diminutos cambios tonales y el uso de la sombra. Las grietas alrededor del ojo derecho lo hacen aparecer más largo y dejan a la Mona Lisa mirando levemente de reojo. Las que están en una esquina de la boca, también ayudan a redibujar la expresión de la modelo y le dan una sonrisa más pronunciada, explica el experto. "La pupila derecha parece estar más hacia el interior del ojo, dándole una mirada levemente más insistente", dice Jacques Franck, que ha publicado sus hallazgos en la revista científica Achademia Leonardi Da Vinci.
Según el experto en estos cinco siglos la sonrisa ha cambiado. "Hay más alegría en su sonrisa que la que pintó Leonardo originalmente. Las grietas la han hecho levemente menos bella pero quizás más interesante", agrega.
El asesor del Museo de Louvre afirma que no puede decir si las grietas surgen de la preparación del lienzo o de las capas de pintura. Pero la pregunta que surge es: ¿Podría Leonardo, un científico e inventor así como un artista cuyos experimentos revolucionaron el estilo de pintura, haber ingeniado el cambio de la expresión de la Mona Lisa como una demostración de su genialidad para las generaciones de siglos posteriores? "No lo podemos saber con seguridad -dice el experto-. Necesitamos saber en qué capas están las grietas. Pero Leonardo a menudo retocaba sus obras cuando la pintura no estaba completamente seca, y eso podría ser la causa de las grietas", agrega Franck. De acuerdo con el laboratorio del Louvre, no han aparecido nuevas grietas en el cuadro de la Mona Lisa en los últimos 50 años.