Cocina

La olla se puso de moda

La gastronomía tuvo en este su mejor año. En varias ciudades abrieron sus puertas nuevos restaurantes, hay nuevas escuelas de cocina y se incrementaron las ferias.

Kendon MacDonald Crítico gastronómico
16 de diciembre de 2006

Este es el año de la gastronomía nacional. Creo 'que pocas personas han viajado tanto como yo en los últimos tres años y tal vez Nariño es la única parte del país donde no he tocado tierra. He tenido reuniones con chefs, escritores, antropólogos y sociólogos. ¡Todos están involucrados con este nuevo boom!

Como soy todo terreno, el rango de mis experiencias es muy grande. Va desde la plaza de mercado hasta las frijoladas de Olga Duque de Ospina. Todo el mundo está hablando de cocina. No tener una conversación sobre ella es igual de desastroso a estar en un coctel y no tener nada que decir sobre los problemas con los paras.

Declaro a Bogotá un destino gastronómico mundial. Lástima que las agencias no han aprovechado eso. Cali ha desarrollado una infraestructura gastronómica enorme y de excelente calidad y eso a las espaldas del gobierno local. Medellín está estancado, no ha pasado nada interesante allí. Hay que ver qué efecto va a tener la apertura de nuevos restaurantes y la graduación de los primeros estudiantes de la colegiatura.

Barraquilla tiene los mismos restaurantes de siempre: clásicos, tranquillos y de excelente calidad, pero, ¿cosas nuevas? Santa Marta está empezando a salir de un sueño y a abrir nuevos lugares. Cartagena está bien posicionada para satisfacer al turista, que está en la búsqueda de comida tai y algo más.

De sólo tener una feria gastronómica al año, el país ya tiene por lo menos nueve. ¿Qué tal el número de escuelas de cocina? Hay seis en Bogotá, tres en Medellín y dos en Cali.

La cocina colombiana está levantando su cabeza con Leo, Cocina y Cava y Club Colombia, en Bogotá, y nuevos restaurantes en Barranquilla, Bucaramanga y Cali. Sí, hay luz al final del túnel.

Pero no todo es perfecto. Los restauranteros son muy conservadores y no quieren innovar o tomar riesgos. Los dueños de los canales de televisión grandes no han querido hacer programas de cocina. El único que ha logrado sobrevivir es el de D'Artagnan. Felicitaciones a él y su productora, Adriana de Zubiría, por su éxito. Tampoco tenemos los libros de cocina que debemos tener.

Difícil de pensar en un año más exitoso que 2006 en el nivel gastronómico. La nueva ley de turismo van a dejar unos recursos enormes para el gremio y su futuro. ¡2006, un año con buen apetito!