LA PARADOJA FRANCESA

Mientras medio mundo consume salvado para evitar los nocivos efectos del colesterol, los franceses parecen neutralizarlo con un buen vaso de vino tinto.

26 de agosto de 1991

OBSESIONADOS POR LA COMIDA SANA Y EL RIESGO DEL INfarto, los norteamericanos han dado en la ultima década un gran revolcón a sus hábitos alimentarios Recientemente, la industria de comidas ránidas ha invertido cifras millonarias tratando de inventar las hamburguesas con salsas light. Mientras tanto, los franceses continuan deleitándose con su gastronomía clasica, cuyas glorias sigue siendo la crema de leche fresca, la mantequilla, los quesos y otras fuentes de grasas saturadas. Sin embargo, las evidencias señala que mientras los primeros mantienen un alto riesgo de enfermedad coronaria, 105 pobladores del viejo continente disfrutan de cabal salud, Cómo lo hacen?
Esta pregunta desvela a los expertos desde hace varios años. En un intento por obtener la respuesta se han realizado estudios comparativos, A primera vista, las dos poblaciones parecen estar en igualdad de riesgos respecto a la enfermedad cardíaca, La Organización Mundial de la Salud ha determinado que, en promedio, los franceses obtienen el 43 por ciento de sus calorías de la grasa, mientras la cifra correspondiente a los norteamericanos es de 37 por ciento, aunque el mandamiento de los nutricionistas es que la grasa provea no más del 30 por ciento del total de calorías diarias. Por eso no sorprende que los investigadores hayan encontrado el promedio de los niveles de colesterol en la sangre de los franceses adultos (cerca 220 mgdl) muy similares a los niveles de los norteamericanos (210 mgdl) Por otra parte los franceses fuman casi tanto como los americanos, y tienen casi la misma incidencia de presión arterial alta. Es decir que los tres principales factores de riesgo de infarto -colesterol, presión arterial y cigarrillo son muy similares entre franceses y americanos; por consiguiente, sus tasas de enfermedad coronaria deberían ser muy parecidas. Sin embargo, no es así. De acuerdo con los datos de la OMS, los americanos sufren tres veces más muertes por enfermedad coronaria que los franceses. Mientras 315 de cada 100 mil americanos de mediana edad mueren de enfermedad cardiovascular, la cifra en Italia es 218 y en Francia 174. Esta gran e inexplicable diferencia ha sido denominada por los epidemiólogos como