LA PASTILLA SORPRESA

Un estudio reciente demuestra que la aspirina puede ayudar a prevenir el cáncer de colon.

12 de abril de 1993

EN SUS 100 AÑOS de existencia, la aspirina ha demostra do que no sólo es buena para aliviar el dolor. Desde hace tiempo se sabe que también tiene valiosos usos como medicamento pre ventivo. Estudios recientes han confirmado la efectividad de la aspirina en la prevención de ataques cardíacos. Se le atribuye al medicamento la facultad de impedir la formación de coágulos sanguíneos. Es así como en los últimos años ha sido prescrita en pequeñas dosis regulares a los pacientes de las unidades corona rias para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
Ahora, un estudio llevado a cabo en Suecia, el cual abarcó un considerable número de personas, ha demostrado que el consumo regular de la aspirina común puede proteger también contra el cáncer de colon y otros órganos del aparato digestivo. El descu brimiento publicado recientemente en la revista del Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos, es la confirmación de otros importantes estudios que habían encontrado una relación estadística entre el consumo de aspirina y el bajo índice de cáncer colon-rectal.
Los investigadores establecieron que entre aquellos pacientes que tomaban pequeñas dosis de aspirina para dolores crónicos mos traban una baja tasa de muertes por cáncer de colon. El estudio reciente, que efectuó el equipo de científicos sueco norteamericanos, halló que la incidencia de cáncer del colon y el recto en pacientes de artritis reumatoide era de 30 a 40 por ciento menor que en la población general.
El hallazgo respalda informes publicados en l991 que señalaban que el consumo de aspirina y otras drogas antiinflamatorias, parecía proteger contra esos tipos de cáncer. El equipo investigador, encabezado por Gloria Gridley, del Instituto Nacional de Cáncer de los Estados Unidos, investigó la frecuencia de cáncer en 11.683 pacientes de artritis reumatoide mediante el análisis de datos computarizados de enfermos hospitalizados por casos de cáncer. Además de la significativa reducción del riesgo de sufrir de cáncer colon-rectal, el estudio encontró que el consumo regular de aspirina o de fármacos relacionados con ella reduce el riesgo de cánceres del aparato digestivo, entre otros el cáncer de estómago, esófago, vesícula y páncreas, así como también el cáncer de seno. En ambos sexos se redujo también el riesgo de cáncer de vejiga. Igualmente, diversos estudios epide miológicos previos insinúan que el consumo regular de aspirina va acompañado de una reducción del 40 al 50 por ciento en los cánceres del intestino grueso.
El informe señala que aunque no se conocen los mecanismos exactos que hacen que la aspirina y los fármacos relacionados prevengan la aparición del cáncer, se cree que estas drogas parecen mejorar la respuesta del sistema inmunológico y bloquear la producción de prostaglandinas, un grupo de sustancias bioquímicas que pueden estimular el crecimiento de tumores. En un editorial que acompaña el estudio más reciente, el doctor Clark Health, de la Sociedad Norteamericana del Cáncer, advierte que los hallazgos hechos en Suecia son importantes porque ayudan a confirmar que los resultados anteriores no se debían a sesgos en el diseño del estudio o la selección de los pacientes. Y aconseja que los investigadores comprueben la efectividad de la aspirina en la prevención o el retardo del crecimiento de los pólipos co lon-rectales, que a menudo se convierten en tumores cancerosos.
Aunque los resultados son contundentes, los científicos advierten que primero deben llevarse a cabo pruebas clínicas amplias y al azar sobre los efectos de diferentes dosis de aspirina o drogas similares en la frecuencia de casos de cáncer, antes de que se puedan hacer recomendaciones generales de salud pública. Pero lo cierto es que un siglo dcspués de su aparición, la aspirina sigue siendo la pastilla sorpresa.