LA REGION MAS TRANSPARENTE

En Berchtesgaden, el único parque nacional de Alemania Federal, se encuentra el lago más puro del mundo.

13 de noviembre de 1989

La moda se inició en Estados Unidos. En 1872 se creó el primer parque nacional en el mundo, el de Yellowstone, que se convirtió en el pionero en su género. Esta innovadora idea de tomar determinadas zonas y cerrarlas a la influencia del hombre tomó vuelo un siglo más tarde, cuando se hizo evidente el daño irreparable que se le estaba haciendo a la naturaleza. Se creó la Unión Internacional de Protección de la Naturaleza, entidad que dictó una serie de normas generales a ser aplicadas en todas aquellas áreas designadas como parques nacionales.

Hoy en día casi todos los países del mundo han dictado leyes al respecto y se han escogido vastas extensiones para convertirlas en reservas naturales.
En Europa, un continente relativamente pequeño y densamente poblado, Alemania ocupa un lugar de primer orden en esto de la conservación de la naturaleza y no en vano su Partido Verde cuenta con el 10% de la votación. Con un área total de 248.630 km2 y una población que sobrepasa los 60 millones de habitantes, la República Federal de Alemania creó, en un área de 460 km2, el Parque Nacional Berchtesgaden, uno de los más importantes del mundo.

Se trata de dejar que la naturaleza se desarrolle a su libre albedrío, para permitir tanto la observación científica como la recreación de los visitantes, con la condición de que ninguna de estas dos actividades pueda perturbar el normal transcurrir de ese medio ambiente. Dentro de las diferentes atracciones del parque, el lago Konigssee es uno de los espectáculos más impresionantes. Enclavado en los Alpes y con características que lo hacen semejante a los fiordos, se trata del lago más limpio del mundo. Con una profundidad cercana a los 200 metros, es objeto de estudio durante todo el año por científicos que analizan los cambios que sufren los organismos que allí viven durante las diferentes épocas del año. El Konigssee rodeado por los Alpes, está formado por la confluencia de diferentes caudales como el del río Rothbach, que en su camino presentan caídas de agua de hasta 400 metros.

Pero el lago es sólo una de las atracciones del parque. Extensos bosques de pinos, laderas rocosas y praderas abiertas completan el panorama. Allí es posible encontrar en completa libertad, y lejos del acoso del hombre, varias especies animales y vegetales que hasta hace poco estaban en peligro de extinción. Marmotas, perdices alpinas, clavellinas negras y rosas alpinas son algunas de las especies que han encontrado en el parque una nueva oportunidad. En algunos sectores habitan pastores que, de acuerdo con las normas que rigen al parque Berchtesgaden, viven durante el verano en cabañas tradicionales construidas en madera y están obligados a seguir unas estrictas normas de conducta para que el medio ambiente del parque no sea perturbado de manera grave.

En fin, el Parque Natural de Berchtesgaden es un ejemplo de la importancia que se le está dando en el mundo a la conservación de la naturaleza.
Es una muestra de esa naturaleza virgen que cada día es más escasa y que el hombre debe recuperar antes de que sea muy tarde.