La revolución del 78

Se cumplen 50 años del primer disco grabado en Colombia en 78 revoluciones por minuto.

30 de agosto de 1993

CADA NAVlDAD y año nuevo la mayoría de colombianos baila al compás de "... las mujeres a mí no me quieren porque es que yo no tengo plata", del compositor cienaguero Guillermo Buitrago. Pero, sin duda alguna, pocos saben que esa fue la primera canción grabada y prensada en Colombia. Que ese tema sea hoy un clásico de la música popular se le debe a una aventura quijotesca de un cartagenero llamado Toño Fuentes.
Aunque desde 1934 su familia era propietaria de la emisora Fuentes, no existía aún en Colombia una fábrica de discos. Los conjuntos y cantantes tenían que ir hasta Nueva York, La Habana o Buenos Aires, de donde devolvían a las pocas semanas los acetatos en 78 revoluciones. Con algunos ahorros, Fuentes compró en Estados Unidos una grabadora de alambre (aún no existía la cinta magnética) y se vino a Colombia a fundar una fábrica de discos. Por aquellos años, el cantante más famoso era Guillermo Buitrago, quien deambulaba con una guitarra como trovador errante por los pueblos de la Costa Atlántica. Así que Fuentes creyó que era la persona indicada para iniciar su proyecto.
El 12 de julio de 1943, Fuentes citó a Buitrago a los estudios que había instalado en el segundo piso de las emisoras Fuentes, que quedaban en una antigua casa en la calle de la Universidad, en el centro histórico de Cartagena. Por cada disco, le pagó a Buitrago 25 pesos y a los otros músicos -Efraín Torres y Carlos "Moncho" Rubio- 16 pesos. Se grabaron entonces el merengue "Las mujeres a mí no me quieren" y el paseo "Compae Heliodoro". Exitos inmediatos. Fue tal la fama que alcanzaron que la fábrica no dio abasto con los pedidos. En las tiendas se le entregaba a la persona un papelito para que reclamara su disco a las dos o tres semanas. De la noche a la mañana, Buitrago se convirtió en la primera estrella de la música tropical colombiana. Delia de Fontanilla -esposa de Angel Fontanilla, la segunda guitarra del conjunto- dice que los fanáticos se peleaban a la entrada de las emisoras y teatros sólo para pedirle un autógrafo a Buitrago. "Aún recuerdo muy bien a Guillermo. Era alto, un poco flaco y buen mozo. Tenía unos ojos azules muy profundos y todas las muchachas soñában con verlo siquiera de lejos"
Con las utilidades por la venta del primer disco, Fuentes pudo consolidar su incipiente fábrica prensadora y recontrató a Buitrago para hacer más discos. Entre 1945 y 1949 le grabó 60 canciones; algunas con el acompañamiento de "Los piratas de Bocachica", que dirigía Juancho Vargas, y otras con "Los trovadorcs de Barú", conjunto del maestro José Barros. Curiosamente, la canción más famosa que se grabó fue "La víspera de año nuevo", del compositor Tobías Enrique Pumarejo. Buitrago nunca alcanzó a conocer su fama porque el disco se envió a las emisoras semanas después de que él falleciera de pulmonía, el 9 de abril de 1949. Por esas ironías del destino, ese mismo día, Toño Fuentes llegó de Cuba con un contrato para que cantara con la orquesta Casino de la Playa.
Con Fuentes nació la industria discográfica del país y se daría a conocer en el interior toda la riqueza de la música de la Costa Atlántica. Fue él quien primero les grabó a Calixto Ochoa, Alfredo Gutiérrez, Lisandro Meza, al propio José Barros, y a infinidades de conjuntos como Los Corraleros de Majagual, Pedro Laza y sus Pelayeros, Clímaco Sarmiento y Pacho Galán.
La fábrica de Cartagena se trasladó a Medellín en 1960, hecho que coincidió con la inauguración de los primeros estudios de discos estereofónicos en Colombia . Desafortunadamente la grabadora de alambre y el micrófono importados para la primera grabación se vendieron y no quedaron, como se hubiera deseado, en un museo de la música colombiana.