LA VIDA YA NO PENDE DE UN HILO

HASTA HACE UNOS AÑOS ERA SOLO una ficción. Sin embargo, no eran pocos lo que envidiaban a Dick Tracy, quien a través de su radioteléfono tenía a todo el mundo a su disposición todo el tiempo.
Ahora es una realidad. No importa donde se encuentre, en la playa, en su carro, en un coctel o de camping en las montañas, usted puede comunicarse con quien desee. Es la era del teléfono celular. Una etapa que se inicia esta semana en Colombia y que antes de un año, meterá el teléfono en el bolsillo de los colombianos, al lado de la calculadora y las tarjetas de crédito.
Quienes pensaron que la liberación telefónica radicaba en el inalámbrico se quedaron corticos frente a la tecnología. Si les parecía increible poder hablar desde la cocina o el garaje de la casa y no tener que estar atado a un cable, muy pronto los vieron reemplazados por los radioteléfonos, que permiten al usuario empezar a despachar desde el momento en que se sube al carro para dirigirse a la oficina o