TURISMO

Las vacaciones tienen ciencia

La evidencia sobre el descanso indica que para sacarle el máximo jugo a las vacaciones hay que planearlas con tiempo.

5 de julio de 2014

Luego de un un semestre agitado por las elecciones y la intensa agenda política, muchos quedaron con ganas de irse de vacaciones y desconectarse por completo de la cotidianidad. Pero el tema no es tan simple como empacar maletas y montarse en un avión a cualquier destino. Nuevas investigaciones revelan que para lograr un verdadero descanso es necesario planear las cosas con tiempo.

“Unas vacaciones mal planeadas, que generan estrés, anulan el efecto positivo del descanso”, señala Michelle Gielan, investigadora del Institute of Applied Positive Research.

Joeren Nawijn, un experto en turismo de la Universidad de Breda en Holanda hizo un estudio entre 1.530 adultos holandeses que tomaron 32 días de vacaciones. El trabajo, publicado en la revista Applied Research on Quality of Life, mostró que el mayor incremento en felicidad se dio durante la planeación del viaje. En algunos casos, el efecto de anticipar el descanso permaneció hasta ocho semanas.

El experto además encontró que la felicidad durante el periodo de vacaciones depende en gran medida de cuánto estrés se experimente. Por lo tanto, la organización de cada detalle es crucial para reducirlo. “Lo mejor es planear una actividad extraordinaria que realmente quiera hacer para que luego la recuerde con felicidad y llevar a alguien querido para compartirla”, dijo Nawijn a SEMANA. Cuando viaje a tierras extrañas, hay que asegurarse de encontrar una persona del lugar que conozca el terreno y le ayude a navegarlo sin problemas.

Pero no solo eso es importante. A muchos los sacan de quicio las largas colas en los aeropuertos, las demoras en las salidas de los trenes o aviones o los problemas de comunicación en un país extraño. “El estrés en los viajes es normal, lo importante es saber qué hacer con él y lo mejor es aceptarlo”, afirma Jonathan Bricker de la Universidad de Washington. En el trabajo de Nawijn cuando las personas tuvieron viajes neutrales o estresantes no se dio un aumento de felicidad al final del descanso y los viajeros se sintieron menos productivos en el trabajo.

Este dato lleva a otra variable que es preciso considerar: el tiempo. Los estudios de Nawijn señalan que la duración de las vacaciones no es importante,

lo que desbarata la teoría de muchos de que hay que disponer por lo menos de un mes para descansar. La mayor felicidad se da en los primeros días de las vacaciones por lo tanto “es mejor hacer varios viajes cortos que uno solo largo”, dice el experto.

Un fin de semana ayuda a recuperar la energía y el bienestar en tanto no sea un viaje muy extenuante pues si se cruzan zonas horarias, el jet lag hará que al individuo le tome un buen tiempo adaptarse al nuevo horario. Cuando el tiempo es muy corto el viajero probablemente quedará más cansado de lo que estaba cuando salió.

En cuanto al lugar de paseo las opiniones están divididas. Nawijn dice que todo depende de la personalidad de cada cual. Para los más citadinos, ir a una ciudad congestionada y ruidosa como Nueva York puede ser el paraíso, pero para otros no. Sin embargo, algunos creen que lo más restaurador, independientemente de la personalidad, es pasar vacaciones en lugares rurales, calmados o en playas, pues son el mejor escenario para deshacerse del estrés y mejorar la actitud positiva.

Desconectarse de la oficina y de los emails del trabajo es para muchos crucial en las vacaciones, pero las investigaciones del experto holandés no han mostrado nada concluyente al respecto. “En la medida en que no moleste al grupo que viaja con usted, no creo que tenga influencia”. Recomienda incluso no desconectarse del todo y manejar desde fuera los asuntos más apremiantes para que cuando regrese no encuentre un arrume de trabajo, lo cual hará que el regreso sea más difícil. En efecto, ese es el peor momento de las vacaciones, y para suavizar

esta angustia Nawijn recomienda “tomar unos días extras antes de incorporarse de nuevo a la empresa”.

A pesar de este aterrizaje forzoso, está comprobado que las vacaciones sí sirven pues no solo aumentan la felicidad

sino que representan un beneficio para la salud. Todo depende de la planeación.