El nuevo modelo generó mucha esperanza. Para que funcione, sin embargo, tanto pacientes como médicos deberán hacer ajustes. Los primeros tendrán que entender que no pueden ir a urgencias por una gripa y los segundos harán prevención y gestión de riesgo. | Foto: Ingimage

ATENCIÓN

Cómo remediar el sistema de salud

Veinte años después de promulgada la Ley 100, el gobierno le apuesta a un ajuste que no busca derogarla sino complementarla. El paciente, y no la plata, debe ser el eje del nuevo modelo.

27 de febrero de 2016

Por años, el sistema de salud de los colombianos ha sido objeto de discusiones sobre corrupción y falta de plata en las que todos se echan la culpa. Ahora, un año después de haber sido promulgada la ley estatutaria en la que la salud pasó a ser un derecho fundamental, por primera vez se piensa en lo que debió ser la prioridad desde siempre: el paciente.

Se trata del Modelo Integral de Atención en Salud (Mias) con el que el Ministerio de Salud busca mejorar la calidad de la atención y usar mejor la infraestructura médica y hospitalaria. En el papel los ajustes son buenos, aunque “el cambio será grande porque implicará dejar el énfasis en la enfermedad de alto costo para pasar a la prevención”, dice el exministro de salud Augusto Galán, director del observatorio Así Vamos en Salud.

El modelo se encuentra en fase de implementación en Guainía, La Guajira, Chocó, San Andrés y Bogotá, y se espera que en dos años esté operando en todo el territorio colombiano. Estos son los cinco temas clave con los que se espera mejorar la calidad en la atención.

1La puerta de entrada a la salud: hoy, la mayoría de los pacientes busca que lo atiendan por urgencias o a través de citas con médicos especialistas y no por medio de hospitales o centros de primer nivel que, a decir verdad, perdieron la capacidad y credibilidad para atender fácilmente el 80 por ciento de las consultas que requieren los colombianos. Con el Mias, se espera que la persona entre por el nivel primario, es decir, por medio del centro de salud más cercano, para lo cual las capacidades de estos establecimientos tendrán que mejorar. La idea es evitar que los neumólogos traten resfriados y que los médicos generales atiendan muchas enfermedades “con un enfoque de medicina familiar”, dice el viceministro de Salud, Fernando Ruiz. Solo los temas de alta complejidad deben ser remitidos a centros de mayor nivel o a los especialistas, como sucede en países desarrollados como Francia e Inglaterra.

2El médico familiar: en el modelo actual, el paciente no sabe quién es su médico ni el médico sabe quién es su paciente. Eso sucede, en parte, porque cada vez que acude a consulta lo atiende un profesional distinto. Bajo el nuevo enfoque, los usuarios del sistema tendrán que adscribirse a un médico de cabecera en el centro de atención más cercano a su casa. La idea es estrechar esa relación y que los profesionales de la salud conozcan los riesgos de enfermedad de su comunidad.

3Redes integrales: todos los prestadores de servicio de salud en una ciudad deberán estar integrados entre ellos de manera que el paciente pueda navegar por el sistema sin tropiezos. “La información relevante del paciente y su historia clínica va a ser reconocida por todos los integrantes de la red”, dice Ruiz. Eso, hoy, no sucede. Es común que a un paciente con cáncer le cambien el prestador del servicio a mitad del proceso y lo remitan a un nuevo sitio donde le toca empezar de cero, con lo cual se pierde tiempo valioso. Esta medida busca que los prestadores de salud no cambien los hospitales de esa red a su antojo, como sucede actualmente. También evitará que la atención se fragmente.

4Rutas de atención: el ministerio regulará la manera de manejar las acciones o pasos para las patologías más frecuentes, desde la promoción hasta la atención. “Hoy existen tantas guías como EPS porque no había un modelo”, señala Galán. Estas rutas establecerán cómo se debe atender bien una diabetes, qué debe hacer cada prestador del servicio en ese caso y se pedirán resultados por esas acciones realizadas. Con esto se busca garantizar un servicio óptimo tanto en la prevención como en la atención.

5Autorización integral: cada paciente recibirá una autorización única para su tratamiento, y no como sucede ahora, en que debe pedirla para cada radiografía, examen de sangre o quimioterapia. Se empezará con los niños con leucemia, una enfermedad en la cual el 90 por ciento de los examenes que se necesitan son los mismos. “La idea es garantizarles todas esas pruebas de entrada”, dice Ruiz.