SALUD MENTAL

¡Los antidepresivos sí funcionan!

Un amplio estudio mostró que los medicamentos para la depresión y la ansiedad sirven realmente a los pacientes. Andrea Caprini, autor principal del estudio, explica por qué esta evidencia despeja las dudas sobre el tema.

3 de marzo de 2018

Uno de los mayores debates de la medicina moderna parece haber llegado a su fin. Esta semana, científicos de la Universidad de Oxford publicaron un exhaustivo estudio en la revista médica The Lancet en el que aseguran que los antidepresivos verdaderamente funcionan. De hecho, son más efectivos que cualquier placebo, píldoras inocuas con las que se comparan los medicamentos a nivel experimental.

La noticia causó revuelo porque durante años investigadores, médicos y psicólogos han cuestionado su eficacia. Algunos dicen que solo hacen parte de una estrategia de la industria farmacéutica para enriquecerse a costa de la manipulación de resultados. Otros aseguran que la dependencia que generan a largo plazo en los pacientes y sus implicaciones para la salud no han sido estudiadas a fondo.

Sin embargo, el trabajo liderado por el médico italiano Andrea Caprini es el metanálisis más grande jamás llevado a cabo en la psiquiatría -duró seis años-. El reporte tiene el valor de haber reunido todos los datos publicados y no publicados de las empresas farmacéuticas. “Más del 50 por ciento de la información incluida en nuestro análisis proviene de fuentes no publicadas, y esto es importante porque sabemos que los estudios anteriores han sobreestimado la eficacia de los antidepresivos”, cuenta a SEMANA el investigador.

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En el estudio participaron expertos internacionales que analizaron los resultados de 522 ensayos de 21 tipos de antidepresivos comunes formulados a 116.477 personas. Los científicos observaron que cerca del 60 por ciento de ellas respondieron en 8 semanas a los antidepresivos y vieron reducidos sus síntomas en un 50 por ciento. Los resultados son universales, ya que Caprini comparó los antidepresivos más comunes en todo el planeta, incluidos los de la lista de medicamentos esenciales de la OMS. Por lo tanto, “los resultados del trabajo pueden ser utilizados por médicos y pacientes en todo el mundo”, asegura Caprini.

Estos medicamentos tienen dos problemas: que “alrededor del 80 por ciento de las personas dejan de tomarlos en un mes” y que en su mayoría los médicos no los formulan correctamente por falta de conocimiento o por sus propios prejuicios hacia los antidepresivos. En Colombia, donde la última encuesta de salud mental señala a la depresión y la ansiedad como los diagnósticos más frecuentes, solo una de cada 6 personas recibe un tratamiento efectivo y eficaz.

Catherine Salamanca, psicóloga y magíster en Salud Mental, asegura que en el país aún hay mucho que aprender sobre el tema. Además de la desinformación y el tabú, los médicos y pacientes tienden a minimizar los síntomas y a considerarlos pasajeros. “Por miedo la gente no consulta, o algunos pacientes deben costear el propio medicamento de su bolsillo, lo que dificulta mucho más su situación”, explica.

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Según el último documento de la OMS sobre la depresión, publicado en 2017, en la última década esta condición aumentó 18,4 por ciento y, según predice Dinesh Bhugra, presidente de la Asociación Mundial de Psiquiatría, es probable que para 2020 sea la patología más frecuente en el mundo, por encima del cáncer y las enfermedades cardiovasculares.

A pesar de los resultados, Caprini advierte que los antidepresivos no funcionan para todos los tipos de depresión, tienen diferentes grados de aceptabilidad y generalmente deben reservarse para los casos graves. También recomienda no recetarlos como la única y primera herramienta para el tratamiento. “La medicación siempre debe considerarse junto con otras opciones, como las terapias psicológicas, cuando estén disponibles”, dice. Los pacientes deben conocer los beneficios potenciales de los antidepresivos y hablar siempre con los médicos sobre el tratamiento más adecuado para ellos individualmente.