ARQUEOLOGÍA

Los descubridores

Que los polinesios llegaron a América antes que Colón es algo que siempre se ha dicho. La semana pasada se encontró por primera vez evidencia científica que lo confirma.

9 de junio de 2007

Un siglo antes de que Cristóbal Colón llegara a América, los polinesios ya comían pollo en el Nuevo Mundo. Según científicos neozelandeses y chilenos que trabajaron conjuntamente, los restos de una de estas aves son la clave para confirmar esa extraordinaria revelación.

Así lo demuestra un análisis de carbono 14, una técnica usada para datar especímenes orgánicos, que sitúa las muestras entre los años 1321 y 1407; y otro de ADN que señala que los huesos son muy similares a los de los pollos que actualmente se pueden ver en islas polinesias, y muy diferentes a los de los europeos. El hueso analizado fue encontrado en Chile, en una excavación arqueológica conocida como El Arenal, en donde fueron hallados otros 50 huesos y algunas piezas de alfarería fechadas entre 1350 y 1390.

Aunque la hipótesis de que culturas orientales e incluso los vikingos llegaron a América primero que la expedición española viene de tiempo atrás, esta es la primera vez que hay bases científicas para afirmarlo. Se dice que cuando el conquistador Francisco Pizarro entró en contacto con los Incas en 1533, vio que los pollos ya eran parte de esta cultura y eran usados en ritos religiosos. Pero estos no son originarios de América, por lo cual tuvieron que haber sido llevados allí desde Europa o Asia.

No es extraño que entre dos civilizaciones como la inca y la polinesia existiera un comercio marítimo bastante fluido. Siempre se ha creído que los indígenas de Perú comerciaban con éstos a través de las Islas Marquesas y es posible que algo similar ocurriera en las costas chilenas a través de la Isla de Pascua, donde la cultura polinesia se había establecido desde el siglo VI antes de Cristo. Esto explicaría no sólo la cuestión de los pollos, sino, por ejemplo, que a Nueva Zelanda y otras islas del Pacífico haya llegado la batata (papa dulce típica de Latinoamérica) desde antes del siglo XV.

"Lo que nos dice este descubrimiento es que las relaciones entre las poblaciones de los continentes es mucho más compleja de lo que creemos", le dijo a BBC el profesor de antropología de la Universidad de Chile Daniel Quiroz.

Nancy Storey, investigadora de la Universidad de Auckland y quien estuvo al frente de la investigación, explica que "los polinesios eran navegantes consumados que exploraron todo el Pacífico desde Toga y Samoa hasta Hawai, la Isla de Pascua y Nueva Zelanda. Parece inevitable que en su expansión hacia el este acabaran alcanzando la costa de América".

En 1947, la expedición Kon-Tiki, conformada por un grupo de científicos noruegos, atravesó el Pacífico, desde El Callao en Perú hasta la isla polinesia Raroia. El viaje, de 7.000 kilómetros, fue hecho a bordo de una balsa de madera y cuerda, y tenía como objetivo demostrar que el poblamiento de la Polinesia se había hecho por vía marítima por parte de culturas precolombinas. Aunque esta hipótesis es rechazada, fue la primera demostración de que con la tecnología precolombina sí era posible la comunicación entre las dos regiones.

Lo más importante del más reciente hallazgo es que echa por el piso la idea etnocentrista de que sólo una civilización, la europea, era capaz en esa época de cruzar el Océano y llegar al Nuevo Mundo. Esta investigación recuerda el mapa que apareció el año pasado según el cual los chinos ya habían circunnavegado el globo 100 años antes que Magallanes. La historia apenas se está escribiendo y dentro de poco, los libros tendrán que ser modificados. Es posible que en algunos años aparezca la figura de Colón como la del único navegante del mundo que en su época no había llegado a América.