Foto: Elizabeth Jiménez. www.planb.com.co

POLÉMICA

Los líos de una pareja de lesbianas para adoptar una hija

El fallo de un juez que ordenó al ICBF tramitar la adopción de una niña a dos lesbianas, abrió la discusión de la adopción por parte de homosexuales. Vacíos jurídicos y prejuicios rondan el polémico tema.

Carlos García, periodista de Semana.com
13 de noviembre de 2009

Una pareja de lesbianas que querían ser madres lo lograron. Una se sometió a un proceso de inseminación artificial y tuvo la bebé. Luego quisieron  tramitar ante el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, la adopción de la niña como pareja y así garantizarle una familia a la menor.

La respuesta inmediata del ICBF fue negarles esa posibilidad por ser lesbianas y por considerar que la legislación colombiana no admite ni consagra la adopción de parejas homosexuales.

Indignadas, presentaron una acción de tutela ante un juzgado de Rionegro, Antioquia, argumentando que se les violó el debido proceso porque, argumentaron, Bienestar nunca pensó en la niña, sino que se limitó a considerar la orientación sexual de la pareja.

"Ni siquiera hicieron una evaluación de nosotras y dijeron que no somos familia y nos negaron tajantemente la solicitud", aseguró a Semana.com la madre biológica de la menor, quien pidió mantener su nombre en el anonimato.

La pareja se unió en matrimonio hace cuatro años en Alemania. En 2007, cuando una sentencia de la Corte Constitucional reconoció la unión de parejas del mismo sexo en Colombia, legalizaron su unión marital de hecho ante una notaría de Medellín. 

Al fallar la tutela que puso la pareja de mujeres, una jueza del circuito penal de Rionegro ordenó al ICBF proceder con los trámites administrativos respectivos para la adopción porque consideró que el rechazo inmediato por su orientación sexual violó el debido proceso. La jueza no ordenó la adopción, pero sí que se les respetara el proceso y privilegiaran el interés del bienestar de la niña sobre el de los adultos.

Germán Rincón Perfetti, abogado de la pareja, considera que el ICBF actuó con prejuicio porque ni siquiera hizo una visita domiciliaria para cerciorarse de las condiciones en las que vive la menor.

"El ICBF actuó con discriminación, violando la dignidad humana de la niña. Frente a los demás niños ella tiene violados sus derechos de igualdad. Además no existe ningún impedimento legal para que una pareja homosexual pueda adoptar en Colombia. Esa es una interpretación de los extremistas que están en contra de la filosofía del derecho constitucional y de los derechos humanos", dijo Rincón.

El secretario jurídico del ICBF, José Martìnez, explicó a Semana.com que no está en discusión quitarle la niña a la madre biológica y que, como lo ordena la tutela, se  adelantarán los trámites respectivos. De igual forma subrayó que en Colombia no existe el derecho de adoptar para los adultos, lo que existe es el derecho especial y prevalente de los niños a tener una familia.

Ilvia Ruth Cárdenas, coordinadora nacional de adopciones del ICBF, le dijo a esta revista que la decisión de rechazar la adopción de la menor a la pareja lesbiana obedece al artículo 42 de la Constitución Política de Colombia donde dice que una familia está conformada por un hombre y por una mujer.

Pero la funcionaria no cita el artículo completo que reza: "La familia es el núcleo fundamental de la sociedad. Se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla".

Si la pareja de lesbianas tuvo la voluntad responsable de conformar una familia, ¿entonces está fuera del marco legal?

El abogado del observatorio legislativo de la Universidad del Rosario, Juan Enrique Medina, asegura que no existe una sola norma que diga que la orientación sexual es una limitante para la adopción.

Dice que según el código de la infancia y la adolescencia, por el que se reglamenta el proceso de adopción, podrán adoptar los compañeros permanentes y las personas solteras, pero en ningún momento advierte sobre cómo debe estar conformada esa pareja ni de su orientación sexual.

"Técnicamente hablando no existe en nuestro derecho ninguna limitante jurídica directa para que no puedan adoptar. Si esas personas son compañeras permanentes, a la luz del derecho pueden hacerlo",  afirma el abogado especialista en derecho civil.

Medina considera que si los homosexuales no tienen ningún impedimento para ser padres o madres bilógicos, no tienen por qué tener impedimentos para ser adoptantes. "Decir que la orientación sexual impide ser padre biológico o adoptivo llevaría a un error lógico. Si existe una norma que lo prohíba es la misma Constitución que dice que la familia se constituye por un hombre y por una mujer. Lo que está mal es la Constitución entonces y es un problema de marca mayor. Ese es un lío en que se metió la Corte y no hay forma jurídica sino política de salir. Es un problema de apreciación subjetiva".

El abogado cree que tarde o temprano la Corte tendrá que reconocer que los homosexuales tienen exactamente los mismos derechos que los heterosexuales y tendrá que decir de frente que son familia. De igual forma considera que la palabra homosexual es una forma de discriminar sujetos.

Otro argumento del ICBF para negar la adopción a la pareja de lesbianas es la exigencia, según la Ley de Infancia, de "idoneidad física, mental, moral y social suficiente" para adoptar un niño.

En este sentido ¿qué hace que una pareja homosexual no sea idónea para adoptar? y por otra parte, ¿seguimos pensando en un concepto de familia restringido?

Elizabeth Castillo, coordinadora del grupo "Mamás Lesbianas", asegura que la homosexualidad no afecta la capacidad de cuidado y de entregar amor a los hijos y que el modelo de familia cambió hace mucho tiempo y la sociedad no ha querido aceptarlo.

"Hay que entender que ese modelo de familia viene de una concepción religiosa, una familia heterosexual con el fin único de la procreación. Esa estructura de familia está en crisis hace mucho tiempo. Hay madres y padres solteros, familias conformadas por tíos, por abuelos y también por parejas del mismo sexo". Esta transformación del núcleo familiar puede interpretarse desde los resultados de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud en Colombia.

Castillo afirma que la gran trampa de la concepción de la familia en el sistema legal colombiano es que se entiende sólo con fines procreativos. "¿Acaso no son familia las parejas heterosexuales que deciden no tener hijos o quienes no pueden tenerlos?", se pregunta.

Uno de los argumentos de quienes se oponen a que las parejas del mismo sexo puedan adoptar, es que el menor imitaría sus comportamientos o tendría perjuicios psicológicos, pero hay estudios como el de la Academia Americana de Pediatría que argumenta que los niños criados por una pareja homosexual tienen las mismas virtudes y defectos que uno criado por una pareja heterosexual.

Incluso las universidades colombianas entraron al debate. Para la Javeriana, Nacional, Universidad de los Andes y del Valle, no existe inconveniente alguno para que un niño crezca con una familia homoparental. Por el contrario la Universidad de la Sabana, Simón Bolivar, Autónoma de Bucaramanga y Pontificia Bolivariana, algunas de ellas con filiación religiosa, se oponen a que las parejas homosexuales adopten.

Castillo cree que los supuestos de un perjuicio sicológico de los menores están soportados sobre la ignorancia. "La homosexualidad no es una enfermedad ni se transmite, eso es algo que la gente no ha entendido. La orientación sexual no se enseña. Si fuera así, tendríamos que preguntarnos por qué las personas que crecimos en una familia heterosexual, somos homosexuales", dice.

Por su parte Marcela Sánchez, directora de Colombia Diversa, afirma que "la gente piensa que los homosexuales todo el tiempo están teniendo sexo y eso es lo que les hace suponer que les darán mal ejemplo a los niños. Somos personas absolutamente normales. Tenemos profesiones, trabajos, familias. Lo que hay en este debate es prejuicio y desinformación", argumenta.

Sánchez considera que en el caso de la pareja de lesbianas de Rionegro, el Estado está formalizando un privilegio para los niños de parejas heterosexuales en contra de los niños de parejas del mismo sexo y que ésta es una excelente oportunidad para abrir un serio debate sobre el tema de la adopción.

"El debate debe estar mediado por argumentos serios, basado en estudios científicos y no en opiniones personales", puntualizó.

En medio de esta candente discusión, la Corte Constitucional revisó una demanda en la que le pedían pronunciarse al respecto al código de la infancia y adolescencia para que reconociera si en los requisitos para la adopción, cuando hablan de compañeros permanentes o personas solteras, están incluidas o no las personas homosexuales.

El alto tribunal por ahora no se pronunció por considerar que la demanda no contenía la proposición jurídica completa. Aunque su presidente, el magistrado Nilson Pinilla, reconoció que "es un tema polémico y conflictivo" a nivel universal.

El ICBF impugnará la acción de tutela de la pareja de lesbianas y continuará el camino de procesos hasta que finalmente la Corte Constitucional resuelva esta encrucijada, pero el abogado Rincón Perfetti afirma que está dispuesto a llevar el caso a organismos internacionales.

Así el Estado colombiano pretenda desconocerlas, la niña seguirá creciendo con la fortuna de tener el amor, cuidado y protección de dos mamás. Tiene un año y nueve meses de nacida. Sabe contar hasta 20. Habla en inglés y en español. A su corta edad ha viajado por Europa y Estados Unidos. Tiene tíos, tías, abuelos y abuelas que también la cuidan.

Mientras tanto, más de 8500 niños crecen solos en el Instituto de Bienestar Familiar esperando el hogar que siempre han deseado.