Hombre gordo tosiendo
las personas con sobrepeso podrían ser super esparcidores de covid-19, según un reciente estudio | Foto: Getty Images/iStockphoto

Ciencia

Los más viejos y los obesos serían los mayores esparcidores de covid-19

Según un estudio reciente, lo más probable es que las personas mayores y con sobrepeso se encuentren entre el 20 por ciento que exhalan el 80 por ciento de las gotas de aerosol.

17 de febrero de 2021

Durante la pandemia mucho se ha hablado sobre los llamados súper esparcidores del covid-19, aquellas personas que podrían transmitir el virus en forma más rápida y a un número mayor de personas. Que si existen, que si no existen, han sido parte de los interrogantes para determinar mejor cómo se propaga este patógeno.

Los super esparcidores son claves porque muestran cual es la dinámica de la pandemia.

Recientemente, los científicos encontraron que sí existen. Esto significa que ahora se puede decir con total seguridad que la Covid-19 está impulsada por un fenómeno de superdifusión.

Y no solo eso. Para dejar claro el significado el término, los cientìficos establecieron que los super esparcidores (en inglés, super spreaders) son aquellas personas que producen 1.000 veces más partículas de aerosol que sus pares cuando exhalan. Eso los hace mucho más riesgosos que los demás pues podrían afectar a muchas más personas en un solo evento que otros que no son super esparcidores.

Que la pandemia de covid-19 esté impulsada por un fenómeno de superdifusión implica que la mayoría de las personas con el virus no infectan a nadie más, pero una pequeña cantidad de personas infecta a muchas otras.

Según los autores del estudio, algunos super emisores exhalan 50.000 partículas de covid-19 mientras que hay niños que exhalan apenas dos. | Foto: © Klaus Tiedge/Corbis

El mencionado trabajo encontró, además, que son las personas mayores y con sobrepeso las que tendrían más probabilidades de estar entre el 20 por ciento que exhala el 80 por ciento de las gotas de aerosol. El estudio fue hecho con una muestra de casi 200 personas y apareció publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

A pesar de esto, no se trata de discriminar a las personas viejas o con obesidad por esta razón, pues la culpa no es inherentemente de ellas sino de las circunstancias en las que se encuentren. Como se ha visto en estudios anteriores, ciertos lugares y eventos pueden facilitar la propagación del virus y entre los eventos que promueven la super difusión del virus están las practicas de coros en iglesias, y el trabajo en plantas empacadoras de carne.

Los investigadores explican que a medida que se ha podido investigar y conocer más del nuevo coronavirus se ha establecido que este se propaga principalmente por medio de las gotas que quedan suspendidas en el aire. El nuevo estudio, avanzó aun más, al contar ese número de partículas que expelen las personas en su aliento. El gran hallazgo consistió en determinar que para que se produzca el fenómeno de la super propagación serían claves las dos variables: tanto la ubicación de la persona como las diferencias entre ellas. El trabajo encontró que hay diferencias entre las personas y que algunas de ellas, como los viejos y los obesos podrian ser naturalmente más propensas a la súper propagación.

las personas con sobrepeso y de mayor edad son más proclives a convertise en super esparcidores del virus, según un nuevo estudio | Foto: BBC Mundo

Según David Edwards, experto de la Universidad de Harvard y uno de los coautores del trabajo, en el estudio se encontró que algunos super emisores exhalan 50.000 partículas mientras que hay niños que exhalan apenas dos. Dicho esto, el experto agregó que el punto clave es entender que aunque se ha afirmado que la superdifusión es un fenómeno ambiental, también es claramente biológico.

Los aerosoles se producen cuando el aire exhalado se precipita sobre el moco que recubre las vías respiratorias. “La superficie del moco puede romperse como el mar en una fuerte tormenta de viento”, señala Edwards. Esto, al igual que con el mar, lanza un rocío, en este caso un rocío de moco potencialmente infeccioso. Según la hipótesis del experto, este aerosol depende de las características del moco y está más concentrado en algunas personas, especialmente a medida que envejecen y tienen más sobrepeso.

El estudio es un gran aporte para entender el trabajo. Y ante esta nueva luz, cobran más importancia las medidas de bioseguridad que indican el riesgo de estar en sitios cerrados o en reuniones multitudinarias sin uso de tapabocas y sin distancia social