PSICOLOGÍA

Los mitos de la edad mediana

Un libro basado en investigaciones sobre lo que sucede al cerebro entre los 40 y 64 años revela que esta etapa no es el principio del fin, sino el momento estelar de la vida.

18 de febrero de 2012

Acomienzos del año una investigación publicada en el British Medical Journal llamó la atención de los medios del mundo. Los investigadores que condujeron el estudio afirmaban que a los 45 años comenzaba el declive cognitivo de las personas. Y una de las primeras en responder a este trabajo fue Patricia Cohen, quien explicó que si bien es cierto que habilidades como la memoria y el razonamiento se van perdiendo con la edad, en esa etapa otras herramientas de la inteligencia mejoran, a tal punto que se considera que este podría ser el mejor momento en el ciclo de vida de los humanos. Cohen es una autoridad en lo que sucede a partir de los 45 años: periodista cultural que trabaja desde hace 13 años en el diario The New York Times, escribió un reciente libro titulado In our prime: The Invention of Middle Age, en el cual comparte el resultado de una investigación exhaustiva de cinco años sobre esta etapa, el meridiano de la existencia, el momento en el cual lo que se ha vivido es igual a lo que queda antes de la muerte. En palabras más simples, la mitad de la vida.

Aunque establecer cuándo comienza y cuándo termina es difícil, pues la industria farmacéutica tiene un rango, el gobierno otro, y los individuos su propia versión, ella dice que la mediana edad fluctúa entre los 40 y los 64 años. "Es la tierra del nunca jamás -dice-, porque al principio nadie quiere estar ahí pero luego nadie quiere salir".

La periodista visitó expertos en todos los campos y repasó los más recientes estudios sobre el tema. Uno de ellos, el Manhattan Project of Middle Age, es la iniciativa científica más importante para conocer de cerca esta etapa de la vida a la que se le había dado poca atención, a pesar de ser el segmento más largo de la existencia.

Para su sorpresa encontró que esta fase está llena de mitos. Por ejemplo, no encontró evidencia de la llamada crisis de la edad mediana, tal vez el rasgo más comentado sobre este momento de la vida. Tampoco halló rastros del síndrome del nido vacío ni de la menopausia masculina. Por el contrario, encontró que la gente en este momento se debate entre dos grandes tensiones: por un lado, la noción de que se está entrando al horario triple A de la vida y, por el otro, la presión social por seguir siendo jóvenes.

Cohen encontró que esta etapa es un invento cultural moderno y hace 150 años no existía. Se empezó a hablar de edad mediana no porque la humanidad comenzó a vivir más tiempo sino porque las mujeres empezaron a tener menos hijos. De siete u ocho retoños pasaron a solo tres, y estos, para cuando ellas tenían 40 o 45 años, ya habían salido del hogar. "Esto creó un nuevo episodio en sus vidas aparte de criar niños", dice Cohen en su libro.

También encontró estudios que confirman que el cerebro de las personas en esta etapa es capaz de suprimir las emociones negativas y concentrarse en las positivas. Según algunas teorías, esto sucede porque a medida que pasan los años las personas le dan más importancia a mantener su bienestar. "Para cuando llegan a los 40 años, la gente ya ha tenido su dosis de experiencia, ha aprendido a lidiar con peleas en la oficina, con la cancelación de un vuelo, con un tobillo roto, un papá gruñón, una multa de tránsito o la pérdida del celular. Estas experiencias están impresas en la masa de células cerebrales que crean caminos neuronales y catalogan las respuestas que luego el individuo saca en la medida en que las necesita", señala Cohen.

Investigadores de la Universidad de Toronto encontraron recientemente que no es cierto, como se había dicho, que el cerebro pierde neuronas con la edad. Según reporta Cohen, sucede todo lo contrario, pues la materia blanca, esos nódulos de nervios transmisores que están cubiertos por una molécula grasa llamada mielina, sigue creciendo durante esta etapa, como si se tratara de una reserva.

Otros trabajos científicos muestran que la gente en esta etapa es más feliz que los más jóvenes, pues se siente más competente y en control de su vida. También son menos neuróticos y tienen mayor capacidad de reflexión y flexibilidad. Además de todo lo anterior, que se traduce en un enorme poder social, disponen de un gran músculo económico. Al menos en Estados Unidos, la gente entre 55 y 64 años, que son 35 millones de estadounidenses, gastan al año 1,5 billones de dólares al año en carros de lujo, viajes, arreglos de sus casas, cosméticos y productos de belleza.

Y entonces, si tienen el sol en la espalda, ¿por qué la gente en esta fase de la vida siente tanta ansiedad? Cohen señala que la culpa es de la sociedad de consumo, que ha sabido explotar el miedo de estas personas para vender más. Uno de los ejemplos que expone es la disminución de la libido, una condición que, según ella, se debe más al estrés y las tensiones que a una falla hormonal. "Se sigue hablando del desorden de deseo sexual en las mujeres y la menopausia masculina sin que haya una investigación que soporte estos problemas. Pero detrás hay un negocio lucrativo de suplementos de testosterona".

La otra fuente de tensión son las arrugas, las canas y los cuerpos delgados. Las mujeres a los cincuenta se pintan el pelo, se someten a tratamientos de Botox y cirugías estéticas, y, lo más grave, dejan de comer para no aumentar de peso. "Por eso hay una epidemia de anorexia en mujeres de edad mediana, un problema que no existía hace unos años".

Ella llama a esto el "complejo industrial de la mediana edad", una red de intereses que promueve productos y procedimientos para remediar las supuestas aflicciones que se asocian a este momento. Para solo hablar de las canas, que son un estigma para las mujeres, Cohen dice que en 1950, antes de que la empresa Clairol empezara su campaña agresiva para vender tintes para el pelo, solo 7 por ciento de las mujeres se lo teñía. Hoy esa cifra ha aumentado a 75 por ciento.

El mensaje de la autora, por lo tanto, es tener en cuenta que la mediana edad es una ficción cultural que cada cual debe vivir según su experiencia y no basado en reglas impuestas por otros. Es difícil para muchas mujeres de hoy vivir esta fase de la vida a los 40 años, cuando apenas están empezando la crianza, y por eso ella afirma que la edad mediana "depende más del viaje personal que de un número". La otra idea importante que deja el texto es disfrutar ese momento sin la tensión negativa que la sociedad de consumo quiere generarles a estas personas. Como ella dice: "la edad mediana puede traer pasiones no descubiertas, satisfacciones profundas, creatividad renovada y posibilidades extravagantes".
 
No es cierto

Siete mitos que se derrumban sobre esta etapa.

1) La crisis de la mediana edad: Según Cohen, es una ficción. La gente de 20 y 30 años es más propensa a sufrir crisis que los de 40 y 50, grupo poblacional que solo registra 10 por ciento de estos casos.

2) El síndrome del nido vacío: No existe evidencia de que los padres se depriman con la transición de la crianza a la ausencia de los hijos. Al contrario, la mayoría se enorgullece porque los esfuerzos valieron la pena y ellos están en el camino correcto para cumplir sus propias metas.

3) La esposa trofeo: Los hombres no abandonan a sus esposas a esta edad por una más joven, como lo señala el estereotipo. La mayoría de los matrimonios se termina a los ocho años de convivencia. Lo que pasa es que muchas de las segundas uniones se terminan cuando sus miembros tienen 50 años, lo cual coincide con la comezón de los ocho años.

4) La menopausia es lo peor: Según los estudios que encontró Cohen, el 62 por ciento de las mujeres siente un gran alivio de no tener más la menstruación. Apenas el 2 por ciento la añora.

5) La muerte de la libido: El bajo deseo sexual, la depresión y la poca energía, según Cohen, son más producto del estrés y de mala alimentación o pereza que de una baja en los niveles hormonales.

6) La felicidad disminuye: La mayoría cree que el índice de felicidad baja a medida que se acerca la muerte. Cohen encontró todo lo contrario. La felicidad va aumentando con los años porque la gente se concentra en las cosas positivas.

7) La salud se acaba: A esta edad todavía se puede hacer mucho para corregir hábitos de salud que ayudarán a vivir más y mejor.