LOS SONIDOS DEL SILENCIO

La electroacupuntura se ha convertido en una esperanza para muchos problemas de sordera.

25 de julio de 1994

HASTA HACE algunos años la posibilidad de recuperar la audición en los sordos se encontraba más en el campo de los milagros que en los tratamientos que ofrecía la medicina convencional. Pero muchos de estos casos irreversibles tienen ahora una esperanza gracias a la electroacupuntura.
Esta es una versión de la acupuntura, que consiste en el estímulo de diferentes puntos neurálgicos mediante la aplicación de electrodos "con el fin de lograr que la energía se mueva normalmente a través del cuerpo para así restablecer su equilibrio y mejorar las condiciones de la zona tratada", explica el médico Ralph Galewsky, quien se encuentra dedicado a la electroacupuntura desde hace siete años. Aunque el tratamiento ha tenido aplicación en problemas neurológicos, de estética y traumas oftalmológicos, la verdadera innovación se ha desatado en pacientes con sordera.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo existen alrededor de 200 millones de personas afectadas por diferentes grados de incapacidad auditiva. La sordera, que puede ser de nacimiento o adquirida, tiene su origen en distintas enfermedades. La primera puede producirse por la presencia de rubeola durante el embarazo, el parto prematuro y el daño fetal. Y la adquirida por meningitis, golpes o infecciones de oído sometidas a un tratamiento inadecuado. En el caso de los adultos, la principal causa es el ruido.

PARA ROMPER EL SILENCIO
Según el médico Ralph Galewsky, ahora es posible recuperar la capacidad auditiva gracias a este tratamiento: "En cualquiera de los casos esta puede ser. la solución mientras la anatomía del oído no esté alterada sino su funcionalidad. Entonces lo que se hace es poner a funcionar las estructuras". La electroacupuntura se aplica en cuatro sesiones semanales, de 10 minutos, con una duración promedio de ocho semanas. El éxito -dice el médico- depende en buena parte de que esté acompañada por una terapia intensiva del lenguaje. Es decir, que la primera parte del tratamiento está dirigida a lograr que el paciente escuche diferentes tipos de sonidos, de distintas intensidades, hasta conseguir que éste pueda señalar de dónde provienen. "La terapia se inicia con ruidos fuertes (aviones, pitos) hasta llegar a los más livianos (música). Una vez ha sido superada la primera etapa, viene la parte más complicada: poner a entender al que ya está oyendo. Este paso depende exclusivamente de la terapista y de la familia del paciente, quienes deben enseñarle a hablar", dice. La razón es que para una persona que ha pasado la mayor parte de su vida sin escuchar es muy difícil -en la primera etapa- identificar los sonidos que se le presentan a través de un lenguaje diferente del que venía manejando.
En opinión del médico Galewsky, existe una contradicción entre la mayoría de las pruebas practicadas por otorrinos y fonoaudiólogos, y los resultados conseguidos mediante un examen llamado 'discriminación auditiva'. Este consiste en neutralizar un oído del paciente y someter el otro a diferentes sonidos. "Mientras las audiometrías no registran ningún cambio en el sistema auditivo del paciente, con la discriminación auditiva puede verificarse que éste ha empezado a oír -afirma el doctor Galewsky-. Pero estos cambios no necesariamente tienen que aparecer en determinadas pruebas, sino que pueden medirse a través del comportamiento del paciente. Cuando el niño empieza a adquirir algo que no tenía anteriormente -la audición- su personalidad se altera y se vuelve más activo. Además, pasa la mayor parte del tiempo emitiendo sonidos y escuchando su propia voz ".
En esto coinciden las madres de tres de los pacientes -que en su mayoría son niños entre los 12 y los 14 años- tratados con electroacupuntura. Ellas afirman que después de las primeras tres semanas de terapia empezaron a notar cambios en sus hijos. El tratamiento, practicado únicamente en Colombia, cuenta hasta el momento con 32 pacientes. Sólo en cinco de ellos no se han obtenido buenos resultados, por presentar fallas anatómicas, explica el médico. "Aun cuando un niño no pueda comunicar con su voz que ha empezado a oír, lo pueda expresar con su comportamiento. Lo que se persigue en todos los casos es lograr que la persona pueda comunicarse normalmente", dice. Lo cierto es que con la electroacupuntura muchas de las personas, para quienes la posibilidad de recuperar la audición era prácticamente inexistente, ahora pueden encontrar una nueva alternativa. -