| Foto: © Natalie Faye/Corbis

SALUD

Muerte de un ser querido aumenta riesgo cardíaco

Los casos críticos se presentan en menores de 60 años y cuyos fallecimientos de seres queridos se producen de manera repentina.

5 de abril de 2016

La desaparición de un ser querido incrementa sensiblemente el riesgo de trastornos del ritmo cardíaco durante el año siguiente al fallecimiento, según un estudio de la revista médica Open Heart.

En el pasado, una serie de estudios habían demostrado que el riesgo de ataque cardíaco o accidente vascular cerebral (AVC) aumentaba durante las semanas siguientes a la muerte de un allegado.

Sin embargo, hasta la fecha no se había demostrado un vínculo con la fibrilación auricular, un trastorno del ritmo cardíaco relativamente frecuente y que aumenta con la edad.

Investigadores del British Medical Journal, institución que publica la revista, demostraron que el riesgo de fibrilación auricular alcanzaba un máximo en los deudos de menos de 60 años y cuando el fallecimiento es inesperado.

Al estudiar los casos de 88.000 personas que padecían esta patología entre 1995 y 2014, y  compararlos con un grupo testigo de personas en buena salud, los investigadores descubrieron que el riesgo de arritmia cardíaca era superior en un 41% para aquellos que perdieron a un ser querido, en comparación con los que no padecieron ese hecho.

Según el estudio, el riesgo es máximo entre 8 a 15 días después del fallecimiento del allegado y luego disminuye progresivamente para alcanzar el de las personas no enlutadas al cabo de un año.