"Queremos que el número de aburridas presentaciones con PowerPoint decrezca en el planeta y que la media de las presentaciones pueda ser más excitante".

TECNOLOGÍA

Nace el partido Anti-PowerPoint

Pretenden evitar las "presentaciones aburridas" que agobian a más de 250 millones de personas en el mundo.

6 de julio de 2011

Un grupo de ciudadanos suizos, cansados de las tediosas presentaciones en PowerPoint ha decidido fundar el partido Anti-PowerPoint. En su página web exponen que no pretenden la prohibición del programa, sino abolir su uso obligado en escuelas, universidades y empresas.
 
Los detractores del software han escogido Suiza como sede de su organización porque en ese país cualquier ciudadano del mundo puede hacerse miembro de un partido, lo que permite un mayor número de adeptos. Según cálculos revelados por su organización podrían estar alcanzando el cuarto lugar en número de militantes en un partido suizo.
 
"Queremos que el número de aburridas presentaciones con PowerPoint decrezca en el planeta y que la media de las presentaciones pueda ser más excitante. No temas, se trata de un movimiento con un único objetivo. No perseguimos otras finalidades políticas", aseguran en su página web, en donde se reseña su intención de convertirse en un movimiento mundial que abogue por los 250 millones de personas que en promedio están obligados a asistir todos los meses a esas aburridas presentaciones.
 
El movimiento Anti-PowerPoint denuncia que se ha realizado un mal uso de este programa, pues se ha convertido en una especie de prótesis obligada para los conferencistas que han olvidado la espontaneidad de las presentaciones.
 
"Interesa más la exhibición que la demostración y busca hipnotizar al público y limitar su capacidad de razonamiento". Se usan eslóganes, verbos en infinitivo... "Muchas veces se incorporan imágenes que no tienen nada que ver con lo que se está diciendo, simplemente como adorno o anestésico. La puesta en escena pide una sala oscurecida en la que la gente está atenta a la pantalla y consume 15 diapositivas en media hora. Cuando abandonas la sala, saturado de imágenes, prácticamente lo habrás olvidado", comentan los opositores, según el diario argentino El Clarín.
 
Se apuesta entonces para que las presentaciones se vuelvan más dinámicas y se dé más importancia al discurso de los oradores y se resten las distracciones visuales.