NACIDO PARA FUMAR...

Nuevas investigaciones sugieren que existe una predisposición genética en la adicción a la nicotina.

16 de noviembre de 1992


DESDE QUE FUmar dejó de ser un hábito social aceptado para convertirse en una amenaza para la salud, el mundo empezó a mirar a los fumadores como otro tipo de adictos. Sin embargo, esto no sólo ha ocasionado el repudio público de las "chimeneas humanas" sino también un creciente interés por parte de los científicos para explicar por que mientras algunas personas nunca en su vida prueban un cigarrillo, otras la pasan tratando, de dejar el vicio. Ahora, una serie de nuevas investigaciones parecen tener la respuesta: los fumadores no sólo se hacen sino que nacen.
Varios estudios científicos han llegado recientemente a la misma conclusión. Al parecer, así como se ha encontrado que existe alguna predisposición genética para el alcoholismo y la depresión, la hay en el caso del hábito de fumar. Pero hay más, los nuevos estudios han encontrado una estrecha relación entre depresión y cigarrillo. Según los científicos, los fumadores tienen el doble de riesgo de sufrir crisis depresivas que los no fumadores. Un amplio estudio realizado con mellizos por un siquiatra y genétista norteamericano, el doctor Kenneth Kendler, encontró que los factores genéticos que contribuyen tanto en la depresión como en la adicción a la nicotina, a menudo aparecen en los mismos individuos.
Visto desde el otro lado, esto explicaría por que muchas personas nacen con una especie de invulnerabilidad que parece protegerlas contra toda clase de adicciones. Pero los investigadores también advierten que fumar no es un destino. Cualquiera que sea la disposición genética que influya en la adicción a la nicotina, ésta es sólo un factor entre los muchos -ambientales, educativos y culturales- que determinan si un individuo va a ser un fumador empedernido.