Modelos tienen impactantes hábitos alimenticios para mantenerse delgadas. | Foto: .

MODA

"Para no engordar algunas modelos comen papel"

Kirstie Clements exeditora de Vogue Australia revela los más oscuros secretos del modelaje.

4 de abril de 2013

Si alguien piensa en una fábrica donde se obliga a sus trabajadores a recoger pañuelos del suelo y comérselos, mientras que otros empleados están tan débiles que deben ser llevados a clínicas y ser hospitalizados, inmediatamente todos dirían que tal firma debe ser intervenida y reportada. Sería sería criticada, juzgada y seguramente cerrada.

Lo que ocurriría en casi cualquier lugar del mundo, no deja de suceder en la industria de la moda. Kirstie Clements quien fue editora de la revista Vogue en Australia durante 13 años publicó recientemente al mercado el libro ‘The Vogue Factor’, texto en el que cuenta los oscuros secretos de la modelo y sus terribles costumbres para mantenerse más allá de la línea.

“Es imposible creerle a esas muchachitas flaquitas que insisten en que comen muchísimo y siguen flacas. Eso es mentira. La única forma de permanecer así es dejando de comer”, aseguró Clements.

La exeditora afirmó algunas modelos se comían los pañuelos de seda para evitar la sensación de hambre, afirmación que toma mucho peso si se tiene en cuenta que una de las personas que más conoce la industria de la moda desde adentro es quien la dice.

Clements aseguró que en una sesión de fotos de tres días en Marruecos nunca vio a las mujeres comer. La australiana trabajó cerca de 25 años en Vogue (comenzó como redactora y luego ascendió a editora) y cuando fue despedida en 2012 decidió escribir el libro.

“Cuando una modelo empezaba a recibir buenas ofertas de trabajo en Australia, por lo general se moría de hambre para bajar dos tallas más y poder ser contratada en Europa”, dijo Clements. “Así se convertía en 'Paris thin'”, ya que para la experta hay dos categorías de modelos: flacas comunes y flacas de París.

Otro de los datos impactantes es que las que deciden no dejar de comer lo que hacen es vivir a punta de suero hospitalario los días antes de los desfiles para así no arriesgarse a subir de peso.