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Desde la otra orilla

"Para triunfar hoy en la música latina no es necesario el reguetón": Fonseca

El artista recibió cuatro nominaciones este año por su álbum Agustín, que ganó en la categoría a mejor Álbum vocal pop tradicional. Unos días antes, Verónica Durán lo entrevistó en Los Ángeles. Dijo que para triunfar no es necesario hacer reguetón, que es libre al crear y que el precio de la fama es estar lejos de su familia.

15 de noviembre de 2019

Juan Fernando Fonseca, más conocido como Fonseca, es un artista que lleva el talento en la sangre. Desde pequeño se formó en un ambiente musical y a los 26 años alcanzó la fama gracias al éxito internacional de la canción Te mando flores, que hace parte de su álbum Corazón. Se ha caracterizado por fusionar distintos géneros musicales lo que le ha valido muchos premios. Su último álbum Agustín, que lleva el nombre de su hijo pequeño se lanzó hace un año y recibió cuatro nominaciones a los Grammy Latinos 2019, lo que lo convirtió en el artista colombiano con más nominaciones. Esa noche ganó en la categoría Álbum Vocal Pop Tradicional, el quinto Grammy latino de su carrera.

Fonseca (Bogotá, 1979) vive en Miami con su mujer Juliana Posada y sus tres hijos Paz, Manolo y Agustín. Desde Los Ángeles habló con Semana sobre su amor por la música, por su familia, y sus planes de futuro.

SEMANA: Desde niño ha convivido con la música. ¿Como ha sido esta relación? ¿Se ha transformado con los años?

Fonseca: Sí, mi relación con la música se ha ido transformando. He ido aprendiendo que mi evolución como músico y compositor ha estado relacionada con experimentar, con jugar con la música, con disfrutar y con, poco a poco, perderle el miedo a esas nuevas fusiones y a esos nuevos proyectos. Por ese motivo, me he ido metiendo en todo tipo de cosas, desde la música latina con acordeón hasta el vallenato puro, las rancheras o proyectos con la sinfónica.

SEMANA: ¿Cómo ha afinado su talento?

F.: Eso se consigue, sin duda, en el escenario que es donde va uno afinando muchas cosas a la hora de cantar, a la hora de tocar la guitarra, de hacer un show y de transmitir emociones y sentimientos a través de las canciones. La práctica hace al maestro.

SEMANA: ¿Qué hace falta para dar el salto de músico local a músico internacional?

F.: En mi caso ese salto lo di con Te mando flores. Es una canción que a nivel musical envuelve mis raíces, y tiene el acordeón, y tiene un mensaje de amor, y también tiene la melancolía. Pero es difícil buscarle una explicación a esos hits que se vuelven mundiales. Si le buscas una explicación técnica encontrarás que cada uno tiene características distintas. Supongo que la constancia es determinante.

SEMANA: ¿Es libre a la hora de crear?

F.: Cien por ciento. Siempre lo he sido y he tenido la fortuna desde mi primer disco de que ninguna disquera o manager me ha dicho hacia donde me tengo que dirigir. Siempre he sido libre.

SEMANA: ¿Cómo compagina sus giras con la vida familiar?

F.: Esa parte es dura y más teniendo tres hijos. Por un lado, está el sueño de mi vida que es la música y por el otro lado, está el sueño de mi vida que es tener una familia. Hay que cuidar esos dos sueños y equilibrarlos. Trato de viajar mucho con mi familia. Por ejemplo en la gira que hicimos hace poco por Colombia, mi familia me acompañó en el 90 por ciento de la gira. Y cuando no me los puedo llevar de gira estoy en contacto constante a través del teléfono y de videollamadas.

SEMANA: ¿Cuál es el precio que usted ha tenido que pagar por la fama?

F.: El precio más grande que he tenido que pagar por mi carrera es estar lejos de mi familia y de mis amigos, de perderme momentos especiales de la gente que quiero.

SEMANA: ¿A la hora de componer se guía por las tendencias y gustos comerciales o por lo que le dicta su corazón?

F.: Por lo que dicta mi corazón aunque me gusta dejarme influenciar. Para mí las fusiones han sido un tema vital a la hora de componer, entonces cuando hay algo que me gusta, me influencia y lo fusiono con lo que yo hago. No pongo restricciones. No me digo: no voy a hacer nada con el reggaetón, o con la bachata. Los géneros musicales han sido como ingredientes que puedo mezclar cuando me gusta mezclarlos si me sabe bien.

SEMANA: ¿Para triunfar hoy en la música latina hay que hacer reggaetón?

F.: Claro que no, no es necesario. Hay mil ejemplos que pueden constatar eso.

SEMANA: Sus canciones hablan de amor. ¿Cómo define el amor?

F.: El amor es uno de los grandes motores de la vida. La motivación nos la da el amor, no solamente el amor romántico de pareja, sino el amor por tus hijos, por tu familia, por tus amigos, por el país. Los sueños se hacen realidad cuando uno hace las cosas con amor. Es la gasolina que necesitamos para levantarnos todos los días y hacer lo que hacemos. El amor es una motivación que no acaba y sin la cual no podría vivir.

SEMANA: ¿Cómo vive el amor en esta etapa de su vida?

F.: Nunca en mi vida había vivido con tanto amor, en el sentido de que tengo a mis tres hijos que aunque suene a frase de cajón son fruto del amor y no puedo recibir más amor por parte de ellos porque es increíble lo que me dan. Lo mismo ocurre con mi esposa y mi familia. Y también recibo mucho amor a través de mi carrera. Tengo gente que me valora y que valora mis letras y mi música. No puedo estar más agradecido y bendecido.

SEMANA: Lleva muchos años con su mujer. ¿Cómo sobrevive una relación en un mundo tan complejo como el suyo?

F.: En eso también hemos sido muy afortunados porque sé que no es fácil. Hay que cuidar la relación todos los días, trabajarla. Hay momentos mejores que otros, pero nos adoramos y somos felices juntos. Llevamos toda la vida juntos y juntos hemos ido construyendo los sueños de los dos. Eso nos hace cada vez más fuertes en nuestro amor.

SEMANA: El vallenato ha marcado su trayectoria. ¿Qué tiene el vallenato que lo ha influenciado tanto?

F.: Desde niño me llamó la atención que el vallenato le cantaba a la tristeza y al despecho pero desde la parranda, desde la fiesta. Esa mezcla entre esos dos mundos fue algo que siempre me llamó la atención. Y siempre me gustó la melancolía del acordeón. He sido un gran fanático y un adicto de la melancolía. Desde siempre me gustan las melodías y las letras melancólicas. 

SEMANA: ¿En qué proyectos se encuentra sumergido en estos momentos?

F.: En mil cosas. Por ejemplo ahora estoy en Los Ángeles componiendo, produciendo y grabando con dos productores colombianos, Mauricio Rengifo y Andrés Torres, con los que he trabajado desde hace rato. Estamos en plena gira del tour Simples corazones y estoy terminando de presentar el álbum Agustín, que lanzamos hace un año.

SEMANA: Es el artista colombiano con más nominaciones en los Grammy Latinos de este año. ¿Cómo se siente?

F.: Increíble. Me emocioné mucho al enterarme. Es importante para mí porque este álbum tiene mucho significado: lleva el nombre de mi hijo y fue un álbum que produje de una manera muy particular porque lo hice con once productores diferentes en distintas ciudades y en distintos países. Fue un álbum complejo al que le metí mucho tiempo, mucho corazón.