SALUD MENTAL

El doble filo de la fama: Pautips abandona YouTube por depresión

La joven colombiana explicó que deja la red social por baja autoestima y desórdenes alimenticios. No es la primera a la que le pasa pero su caso poner el foco sobre los costos físicos y mentales de querer aparentar una vida perfecta.

26 de agosto de 2019

Cuando los influenciadores empezaron a tener protagonismo en las redes sociales muchos no comprendían el sentido de su trabajo. Algunos tachaban su contenido de inútil, mientras que las nuevas generaciones empezaban a ver en ellos la mejor forma de entretenimiento e inspiración. 

Con el tiempo demostraron que su trabajo era sólido. Requería tiempo, talento y carácter, pues no es fácil mantener las expectativas de cientos de seguidores, ni tampoco ser el blanco de críticas y odio que, hoy por hoy, son el pan de cada día en internet. 

No hay duda de que ellos son los reyes de la web. Sin embargo, tanto éxito también ha dejado al descubierto el lado más oscuro de producir contenido digital. Los principales: ansiedad y depresión por tener que aparentar siempre una vida perfecta. Sobretodo en aquellos que empiezan muy jóvenes y enfrentan solos el vertiginoso mundo del internet.

El ejemplo más reciente es el de la influenciadora colombiana Paula Galindo, mejor conocida como Pautips. La colombiana publicó este 25 de agosto un video de 12 minutos en el que explica con detalle las razones por las que abandonará su canal de YouTube de manera temporal. 

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De acuerdo a la joven, las razones tienen que ver con problemas alimenticios y de depresión que no ha podido superar. "Necesito tiempo para mí, para recuperarme, para descansar, para curarme, porque no puedo seguir así. Poco a poco les he ido compartiendo en redes sociales que no estoy bien, que igualmente tengo momentos muy depresivos, que lo del trastorno alimenticio sigue ahí". 

A lo largo del video confiesa que ha aparentado estar bien muchas veces o subir videos actuando cuando no está de ánimo. Simplemente lo hace por satisfacer a su audiencia. También explicó que aunque YouTube le ha permitido progresar y ser una mujer exitosa, no se siente bien con su trabajo ni lo que está haciendo. 

“Lo tengo todo pero lo único que no tengo es a mí misma (…) me cansé de ser mi propia jueza, de siempre exigirme tanto, de nunca descansar, de ser una persona tan introvertida (…) me di cuenta que no estoy completa, que no estoy feliz haciendo esto", dice.

Esta no es la primera vez que la colombiana habla abiertamente de sus problemas. En 2017 confesó a sus seguidores que padecía bulimia. Relató que todo comenzó en el colegio porque no se sentía cómoda con su cuerpo pero la situación empeoró cuando ganó fama en redes sociales y recibía constantes críticas sobre su físico. 

Pautips no es una influenciadora cualquiera. Reúne en redes sociales más de 18 millones de seguidores. En YouTube su audiencia supera los 9 millones, en Instagram los 8 millones y en Twitter el millón. Además, según la plataforma YoutubeList, Galindo es la joven colombiana que más gana dinero dentro de esta industria. Cotiza al menos 131 millones de pesos al año, seguida de Luisa Fernanda W,  con 71 millones. 

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Desde que era una niña Pautips empezó a compartir videos a través de YouTube. Allí subía tutoriales de maquillaje, consejos para el regreso a clase, entre otros temas de interés para los adolescentes. Poco a poco ganó fama y tanto su canal como sus otras redes sociales terminaron convirtiéndose en un diario de su vida. 

Sus seguidores la vieron crecer tanto al punto que pasó de vivir con su madre en Colombia a residir sola en Los Ángeles y codearse con grandes celebridades de Hollywood. Sin duda, una historia de éxito para los millones de personas que siguen su rutina día a día.  

Depresión, un síntoma generalizado

Pero Pautips no ha sido la única influenciadora en hablar de sus problemas de salud mental. Rubén Doblas Gundersen, mejor conocido como El Rubius, un youtuber español que tiene más de 30 millones de seguidores y ocupa el tercer lugar  en la lista de los influenciadores más populares a nivel mundial, también pasó por lo mismo. En 2018 publicó un video para anunciar que dejaría YouTube “por unos meses” para afrontar el estrés y la “ansiedad” que lo llevó a la clínica.  “Cada vez me costaba más respirar”, explicó en ese momento. 

Felix Arvid Ulf, conocido como PewDiePie y quien tiene más de 62 millones de suscriptores también reconoció tener un problema psicológico. Y lo mismo le sucedió a Berta Bernad, influenciadora española que abandonó Instagram hace años. Hace poco y después de una larga ausencia en las redes, publicó su novela ‘Mi nombre es Greta Godoy’, un texto en el que cuenta su experiencia personal con la desintoxicación digital. 

Bernard plantea en su libro que en últimas las redes sociales "son una máquina de frustración". Aunque cada quien decide cómo usarlas, explica que es muy fácil caer en una relación tóxica con ellas porque reproducen los estándares de una vida perfecta y es difícil no compararse con los demás. 

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Catherine Salamanca Ballesteros, psicóloga y magister en salud mental, afirma que justo en ese punto radica la toxicidad. Como en estas plataformas hay dificultad para diferenciar entre la vida real y la que es apariencia, a largo plazo genera una alteración en la conducta de las personas. En algunos frustración, ansiedad o otros poblemas físicos. 

“En los últimos meses hemos visto una epidemia de los costos de mostrar la vida íntima, que tiene una gran diferencia con lo que ellos muestran. Reciben comentarios positivos pero también insultos y acoso”, dice.  Eso genera ansiedad así que deciden retirarse de las redes de tajo porque los especialistas recomiendan que se aíslen de esa situación.

Y aunque en realidad no existe una fórmula para evitar que este tipo de problemas se sigan replicando, Salamanca afirma que es fundamental que tanto influenciadores como seguidores aprendan a tomar distancia y una posición crítica frente a lo que muestran y creen.  “Ni el lujo, ni la capacidad adquisitiva, ni tenerlo todo es una garantía de salud mental. El caso de Pautips abre una gran pregunta sobre cómo está el mundo en salud mental”, dice.

Por eso, más allá de hablar del video y el caso particular de Pautips, Salamanca cree que es una oportunidad para que las personas aprendan a reconocer los síntomas de ansiedad, depresión o transtornos alimenticios y acudan a un terapeuta en caso de ser necesario.

Sobre el punto de si es correcto o no que los influenciadores compartan este tipo de contenidos con sus audiencias, la experta advierte que aunque es coherente con su estilo de vida y puede ser genuino, hay que cuestionar más hasta qué punto es saludable. “Puede llevar a los adolescentes a encubrir o silenciar emociones similares de su vida porque se sienten identificados con ella”. 

También habría que analizar si realmente es sano para quien padece el problema exponerse de esa manera al público. "Los síntomas son humanos y la exposición la puede liberar a ella misma pero quizá podría haberlo comunicado sin tanto drama”, concluye Salamanca. 

¿Qué hacer para evitarlo? 

La invitación a los padres es tomar más en serio las alertas sobre la salud mental de sus hijos para evitar que los casos sigan en aumento. Según la Organización Mundial de Salud, la mitad de estos trastornos comienzan a los 14 años, pero la mayoría no se detectan ni se tratan.

Las consecuencias de no abordar estos problemas a tiempo se extienden a la edad adulta, lo que afecta la salud física y mental y limita las oportunidades de llevar una vida satisfactoria como adultos.