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ADICCIÓN

La adicción fatal de algunos famosos

La combinación de las drogas que mataron al actor es impredecible y potencialmente fatal.

Alianza BBC
8 de febrero de 2014

Solo, en el baño y con la aguja aún insertada en el brazo. Esa fue la imagen del último momento de la vida del actor estadounidense Philip Seymour Hoffman, quien murió el pasado fin de semana por una sobredosis. También es la imagen del final del camino de una adicción.

El fallecimiento de Hoffman ha trascendido por ser una pérdida para la industria del cine y el espectáculo como por ser una cara famosa de un problema endémico.

Sólo en Estados Unidos se estima que unas 24 millones de personas consumen algún tipo de droga y de ellas, unas 300.000 usan heroína, según cifras del Departamento de Salud y Servicios Humanos. Y la tendencia sigue en aumento.

La heroína está considerada, junto a la cocaína y barbitúricos como una de las drogas más letales. Uuno de los problemas más serios con el consumo de este opioide es que suele mezclarse con otras sustancias, desde el bicarbonato de soda y diuréticos -para bajar su intensidad- hasta otras medicinas como el fentanil.

Aquí es donde los peligros se multiplican.

Una semana antes de darse a conocer la noticia, unos 22 jóvenes murieron por sobredosis en la ciudad estadounidense de Pittsburgh. Pero ninguno era famoso.

Estos chicos habían consumido heroína mezclada con fentanil, un fármaco que normalmente se usa en la anestesia o para paliar los dolores crónicos de los enfermos con cáncer y que también pertenece a la familia de los opioides. Sin embargo, el fentanil que se mezcla con la droga suele ser de confección ilegal.

Si bien la causa de la muerte de Seymour Hoffman no fue por fentanil, su fallecimiento pone bajo la lupa este problema latente.

Más potente, más letal

Como la heroína, la morfina y otras drogas derivadas del opio, el fentanil se concentra principalmente en zonas del cerebro que controlan el dolor y las emociones.

"Puede incrementar los niveles de dopamina de las áreas relacionadas con la recompensa, produciendo un estado de euforia y relajación", se lee en la página del Instituto Nacional de Abuso a las drogas de EE.UU.

La mezcla es más barata que la heroína sola, pero es entre 50 y 80 veces más potente, lo que la hace un sustituto atractivo para traficantes y drogadictos.

El otro problema es que pasa desapercibida en la mayoría de las pruebas convencionales de pesquisa de drogas.

Sin embargo, el uso del fentanil no es nuevo, según la Administración para el Control de las Drogas de EE.UU. (DEA, por sus siglas en inglés). En los años ochenta y noventa ya había laboratorios clandestinos destinados a la producción de este fármaco.

No obstante, el mayor "brote" de uso de fentanil con heroína en EE. UU. se produjo entre 2005 y 2006, cuando cerca de mil personas en todo el país murieron de sobredosis. Entonces se publicaron diversas advertencias tanto para los consumidores como para el personal médico de emergencia.

"A la gente le gusta porque es potente y extremo", declaró entonces Mike Wickster a la publicación médica The Lancet, un adicto a la heroína que había sido revivido de sobredosis una decena de veces. "Las muertes son como una publicidad; por cada 10 fallecimientos, otras 100 personas la buscarán (esta mezcla)", lo que alimenta la tasa de mortalidad por sobredosis.

Un estudio realizado entre 2003 y 2006 por el Centro Nacional de Inteligencia de Drogas del Departamento de Justicia de EE.UU. indicó que el fentanil estaba presente en el 2 % de todas las combinaciones de drogas. Más del 80 % de esas mezclas fueron con heroína.

En esa época, se discutió la distribución entre los drogadictos del otro fármaco, naloxona, un antagonista de los receptores de opioides, como tratamiento de las sobredosis, pero el director del Centro para el Tratamiento de Abuso de Sustancias de ese país (SAMHSA, por sus siglas en inglés) Westley Clark se manifestó en contra.

"No estoy seguro de que esa sea una estrategia racional por sí sola", le dijo entonces a The Lancet.

Cambio de estrategia

Sin embargo, siete años más tarde, emitió un comunicado donde recomendaba al personal médico alentar la prescripción de naloxona como un antídoto para la sobredosis de opioide "a individuos de alto riesgo".

"Estrategias simples pueden salvar la vida de alguien, como no consumir drogas cuando se está solo, usar una pequeña cantidad si la droga viene de una fuente desconocida y evitar el uso de más de una sustancia al mismo tiempo, incluyendo alcohol", recomendó en una carta del 15 de julio de 2013.

Pero, ¿cómo detectar una sobredosis?

Si alguien tiene dificultad para mantenerse despierto o para hablar; su respuesta a los estímulos no se han despertado completamente y un color azulado en los labios y las uñas pueden ser signos de un abuso de drogas.

"Hasta que el individuo sea transportado a una (sala de) emergencia o alguien llegue con naloxona, el acompañante debe dar respiración de rescate", recomienda Clark en su carta.

Los expertos advierten que las sobredosis relacionadas con fentanil pueden resultar en muerte súbita mediante un paro respiratorio, cardíaco, depresión respiratoria grave, colapso cardiovascular o reacción alérgica severa.

Debido a que la combinación de esta sustancia con heroína puede ser fatal, en cuanto se sospeche de una sobredosis, se debe tomar acción inmediata con una inyección de naloxona "de 0,4 a 2 miligramos cada 2 o 3 minutos, lo que debería revertir rápidamente los síntomas relacionados con la sobredosis del narcótico", recomienda SAMHSA. Si después de 10 minutos no hay una respuesta positiva, los expertos sugieren considerar un diagnóstico diferente.


Debido a que se desconoce la potencia de la droga comprada en la calle y puede que no se sepa si tiene fentanil, cualquier uso –incluyendo una dosis pequeña- puede resultar en sobredosis o muerte.

Efectos de fentanil con heroína:

Euforia
Mareos
Depresión respiratoria o paro
Náusea
Confusión
Estreñimiento
Sedación
Inconsciencia
Coma
Tolerancia
Adicción
Fuente: Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas de EE.UU.