PREVENIR Y CURAR

Finalmenle hay buenas noticias sobre el cáncer de seno: nuevas y más tempranas formas de detección y más eficaces tratamientos.

7 de diciembre de 1992

LOS MAS SIGNIFICAtivos avances sobre la salud femenina en los últimos años han sido hechos en la detección y el tra tamiento del cáncer de seno.
Finalmente la batalla contra esta mortal enfermedad empieza a dar frutos. Hoy, la rata de sobrevivencia de las mujeres a las cuales se les han extraído tumores cancerosos es mucho más bajita que hace una década. Y muchas de las pacientes sobreviven con sus senos intactos. Este es el resultado del mejoramiento en lás técnieas de detección y el hallazgo de tratamientos más eficaces. Pero además las perspectivas para un futuro cercano son muy alentadoras. En el último año, un número sin precedente de estudios han empezado a evaluar la mejor forma de prevenir el cáncer de seno: detectarlo en sus estadios tempranos y también se vislumbran nuevas armas para combatirlo en las mujeres de alto riesgo, aun cuando la sombra del cáncer no ha aparecido.
De lo que ya no cabe duda es que los dos grandes culpables del desarrollo del cáncer del seno son: la dieta y los genes. En cuanto al primero, en los últimos años los científicos han insistido a las mujeres sobre la importancia de tener, aun desde la infancia, dietas bajas en grasas, pues la relación entre alimentación y cáncer está suficientemente demostrada. La tesis es que el consumo de grasas aumenta la producción de estrógenos, mientras una dieta alta en fibra y baja en grasas, mantiene los niveles normales. Cuando los niveles de estrógeno son bajos, éste permanece inactivo mientras que cuando son altos pueden llevar a que las células cancerosas se dividan, lo que significa que hay un mayor riesgo de cambios o mutaciones que son el primer paso en el desarrollo del cáncer.
Pero también hay prometedoras drogas para su tratamiento. Los científicos han observado en estudios realizados entre mujeres que han tenido cáncer en uno de sus senos, que aquellas que reciben la droga tamoxifen como parte de su terapia, tienen muchas menos probabilidades de volver a desarrollarlo. La espe ranza es que si esta droga puede evitar su reaparición, también sea capaz de prevenir su desarrollo. Ya se han iniciado diversos estudios para determinar si el tamoxifen puede evitar la aparición del cáncer y actualmente los científicos están entusiasmados con la idea de que en un futuro cercano se pueda prescribir a las mujeres con predisposición genética alta de cáncer de seno, una droga para que éste no se desarrolle.
Pero las investigaciones no van sólo en este sentido También se están experimentando nuevas fórmulas de anticonceptivos orales que pueda dar mayor seguridad a las mujeres. Los científicos creen qu reducir los niveles de estrógeno e incluir en la píldora una hormona liberadora de gonadotropina, podría ofrecer las mujeres una efectiva protección contra el cáncer de seno. Esta hormona, que es utilizada en el tratamiento de la endometriosis, bloquea el sistema de señales que causa que las células se dividan. Y si se reduce su actividad, se reducen los riesgos.
Hasta ahora la mejor forma para combatir el cáncer de seno es su detección precoz. Esta ha sido por años la recomendación dada a todas las mujeres: un autoexamen y una mamografía a partir de cierta edad o cuando los riesgos genéticos de la mujer, son altos. Pero desde hace unos años los científicos andan a la caza de señales que permitan realizar esta detección en los estadios más tempranos posibles, incluso muchos años antes de que el tumor sea detectado. En este sentido se han iniciado ya algunas investigaciones que están encaminadas a identificar enzimas que puedan servir de agentes de predicción. Se está trabajando sobre la base de una teoría que sostiene que la mayoría de las mujeres que desarrollan cáncer de seno tienen el DNA alterado en sus cromosomas.
También se sabe que esta alteración genética puede ser heredada, pero en otras mujeres obedece a un cambio ocurrido a través de una mutación que sucede en algún momento de su vida. La es peranza científica es que la alteración en el DNA puede ser comprobada mucho tiempo antes de que el cáncer se desarrolle, convirtiéndose en un certero factor depredicción y, por consiguiente, de prevención.
La meta de los científicos en este sentido es la de desarrollar un examen de sangre similar al que es actualmente utilizado para medir el colesterol, que permita determinar desde una edad temprana si la mujer tiene un alto riesgo de cáncer. En este caso, podría no sólo recomendarse una dieta apropiada para preve nirlo sino también recurrir a la ingeniería genética para bajar estos riesgos o eliminarlos antes de que desencadene el cáncer. Sobre ello ya se han dado los primeros pasos en la detección de proteínas que neutralizan los efectos de determinados genes que, se ha observado, tienen que ver con el desarrollo de algunos tipos de cáncer.
De otra parte, así como algunos investigadores están actualmente probando una vacuna para combatir otros tipos de cáncer, se espera que algún día las mujeres que muestran una predisposición genética a desarrollar cáncer de seno puedan recibirla mientras están en la pubertad para evitar que este aparezca más tarde en su vida.
La buena noticia es que en este momento se hacen ingentes esfuerzos científicos para luchar contra este flagelo femenino. Lo que es preocupante e irónico es la diferencia de años que existe todavía entre los descubrimientos que se hacen en los laboratorios científicos y la disponibilidad de estos nuevos tratamientos en los consultorios médicos.

LAS PERSONAS FELICES VIVEN MáS
Aunque el ejercicio y una dieta balanceada son ideales, existe otra fórmula para la longevidad: ser feliz.
La gente feliz es usualmente la que menos se enferma. Pero además se ha demostrado que una actitud positiva puede llegar a ser el factor aislado más importante en la recuperación o en permanecer sano, afirma Bernie Siegel, autor del libro "Amor, medicina y milagros", en el cual el especialista resalta la importancia de la actitud positiva en la recuperación de enfermedades serias.