C L O N A C I O N

Producción en serie

Los científicos británicos piden luz verde para clonar embriones humanos. La polémica está al rojo vivo.

18 de septiembre de 2000

La noticia que muchos temían que se produjera finalmente sucedió. La semana pasada un grupo de expertos en Londres firmó un documento en el que recomienda al gobierno británico que apruebe la clonación humana con fines terapéuticos. De llegar a ser aceptado, el Reino Unido sería el primer país del mundo en permitir este tipo de procedimiento.

Si el gobierno decide darle luz verde a este proyecto, los científicos podrían utilizar las células madres de los fetos menores de 14 días para cultivar piel y otro tipo de tejidos del cuerpo.

Para los neófitos, un embrión es un conjunto de células madres que luego se desarrolla y forma un feto. Cuando estas células madres empiezan a evolucionar se especializan y crean las diferentes partes del cuerpo: el sistema nervioso, la columna vertebral, el sistema inmunológico, el sistema digestivo... Los científicos piensan que si se extraen las células de un embrión antes de que éstas comiencen a especializarse, su crecimiento podrá ser controlado en el laboratorio para que produzca determinado tipo de tejido. En ese orden de ideas esperan que en el futuro se puedan cultivar neuronas para reemplazarlas en un cerebro con Parkinson o crear células pancreáticas para diabéticos o piel para quien haya sufrido quemaduras de segundo y tercer grado. En resumidas cuentas, muchas condiciones que hoy son incurables tendrían un tratamiento efectivo.

Aunque evidentemente se trata de una causa noble, el tema ha suscitado controversia mundial. Algunos sectores en contra del aborto y la clonación no ven con muy buenos ojos que la humanidad establezca una especie de ‘fábrica de repuestos’ para las personas mientras que otros piensan que la clonación no es realmente necesaria, pues existen otras vías para lograr el mismo objetivo. Pero en realidad la mayor preocupación reside en el riesgo de que científicos inescrupulosos utilicen la técnica para otros propósitos.

Los médicos que firmaron la recomendación, sin embargo, piensan que los beneficios potenciales son mucho más grandes que los problemas éticos y por lo tanto se debería permitir este procedimiento. Además sugirieron fuertes medidas legales para evitar que se le dé mal uso a esta investigación.

Nadie sabe qué va a pasar. Lo único cierto es que la decisión de permitir la clonación humana está por ahora en la conciencia de los miembros del Parlamento británico, quienes tendrán que votar a favor o en contra de esta ley antes de finalizar el año.