Toda persona que entra a una piscina está expuesta a parásitos y bacterias que pueden transmitir enfermedades graves. | Foto: Stock.xchng

SALUD

Lo que hay debajo del agua espumosa de las piscinas

No hay una imagen visual que represente mejor la temporada de vacaciones que un día de sol en la piscina. Sin embargo, varios estudios sugieren que las personas deberían pensar dos veces antes de entrar a una.

25 de mayo de 2018

La piscina y el sol. Ambas son el binomio perfecto para pasar un día de descanso y desconexión total. Sin embargo, dos nuevos informes que midieron los riesgos para la salud de las piscinas y los jacuzzis, sugieren que lanzarse en picada al interior de un estanque de agua sin planearlo, no es una buena opción.

El primero, realizado por el Consejo de Calidad y Salud del Agua de Estados Unidos, encuestó a 3.000 adultos sobre sus hábitos de natación y encontró que al menos el 27 por ciento de las personas que ingresan a una piscina orinan en ella. Aunque la cifra de por sí resulta nauseabunda, lo más sorprendente del estudio no fue eso. Sí lo fue que los científicos también comprobaron que cuando la orina se combina con el cloro, crea otro tipo de químicos que limitan significativamente la función del cloro para actuar como desinfectante y eliminador de bacterias.

"Todos compartimos el agua en la que nadamos. Y aunque el cloro y otros desinfectantes de piscinas son efectivos, combinados con otros contaminantes, como la orina, el sudor y la suciedad del cuerpo de los nadadores, son dañinos para la salud. Esto es lo que hace que los ojos se pongan rojos y no el cloro en sí mismo”, asegura Chris Wiant, presidente del Consejo de Calidad y Salud del Agua.

Le sugerimos: Cómo volver a trabajar después de las vacaciones

Pero esto no es todo. De acuerdo a un segundo estudio, publicado por el Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades del país norteamericano (C.D.C) otro de los riesgos a los que está expuesto un nadador a la hora de entrar en una piscina es a adquirir parásitos y bacterias que pueden transmitir enfermedades graves.  De acuerdo al informe citado por The New York Times, entre 2000 a 2014, se presentaron 500 brotes en 46 estados del país, causando 27,219 casos de enfermedad y ocho muertes. Luego el estudio comprobó que el tercio de ellos ocurrieron en piscinas de hotel o jacuzzis.

El diario estadounidense también relata que la mayoría de las enfermedades fueron causadas por un parásito llamado cryptosporidium, “lo suficientemente fuerte como para sobrevivir el cloro durante siete días y causa diarrea”. Entre otras de las enfermedades que también se pueden adquirir en estos estanques de agua, asegura el estudio, está  la bacteria Pseudomonas y la Legionella, que es la más mortal de las tres. "Tragar solo una bocanada de agua con cripto puede hacer que los niños y adultos sanos se enfermen durante semanas con diarrea acuosa, calambres estomacales, náuseas y vómitos", dijo Michele Hlavsa, directora del Programa de Natación Saludable de C.D.C, a The New  York Times.

Le recomendamos: ¿Está gordo por dentro sin saberlo?

Además de estos peligros para la salud que causan los nadadores, otro informe de la CDC también advierte que 8 de cada 10 piscinas públicas violan  las normas de salud y seguridad, pero lastimosamente, solo 1 de cada 8 piscinas logran cerrarse. La razón por la que esto ocurre, asegura otro estudio realizado por Healthy Pool es que la mayoría de las personas no son conscientes de los peligros que implica, o las precauciones que deben tener, antes de saltar a una piscina. Según la encuesta, realizada por esta institución., el 63 por ciento de los adultos nunca han revisado los informes de inspección de salud  antes de nadar en una piscina pública y 15 por ciento de los adultos solo revisan los informes con moderación.

Puede interesarle: Multan a unos padres por llevarse a su hija de vacaciones en Reino Unido

Aunque no es una opción dejar de disfrutar de ellas durante las vacaciones, los expertos si recomiendan tomar varias precauciones antes de hacerlo:

  1. Bañarse antes y después de ingresar a una piscina
  2. Preguntar por los informes de inspección de salud del lugar (si los tiene).
  3. Evitar orinar en ellas.
  4. No ingresar si ha presentado diarrea previamente, gripa o otras infecciones que puedan quedar en la piscina.