| Foto: Guillermo Torres

SEXUALIDAD

¿Qué es eso de la Intersexualidad?

Es bien conocida la sigla LGBT que definen a Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales, pero poco o nada se habla de los intersexuales o hermafroditas.

29 de octubre de 2012

Las categorías homosexual y heterosexual, en las que todos los seres humanos debían encajar hace algunas décadas, se han venido relativizando y se han hecho cada vez más diversas. La comunidad LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) hace dos años agregó la letra “I”, de intersexual, a sus siglas, para quedar LGTBI.

Esta categoría, que algunos asocian con los hermafroditas, es una de las menos comunes. Las definiciones aun son ambiguas. Una de las personas que se sienten pertenecientes a este grupo lo define como una condición en la cual “existe una discordancia entre el sexo cromosómico, los genitales externos y los internos”.

La doctora Laura Audí, asesora la Unidad de Investigación en Endocrinología Pediátrica y del Instituto de Investigación del Hospital Vall d’Hebron en Barcelona, le dijo a El Mundo de España que la palabra intersexualidad es utilizada para describir a “las personas que nacen con una apariencia sexual distinta al patrón habitual, es decir, que es discordante con el patrón considerado normal”.

En todo caso, como le dijo un miembro de esta comunidad a la BBC, con este concepto “se trata de desestabilizar las categorías existentes y de no pensar en la sexualidad con base en los géneros”. O como han dicho otros, se trata simplemente de “una forma de transitar por los placeres”.

Probablemente por ser una condición excepcional es que resulta difícil de comprender. Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada 2.000 personas tiene alguno de los más de 50 síndromes que se asocian con la intersexualidad.

Todavía quedan muchas dudas por aclarar y mitos por derrumbar. Uno de ellos es que las personas que nacen con esta condición son hombres y mujeres a la vez.

Gabriel J. Martín, experto en psicología y persona intersexual, le explicó a El Mundo, que “los genitales no informan sobre la identidad sexual de la persona ni de su orientación sexual. Genitales y sexualidad son totalmente independientes. Es decir, nacer con unos genitales 'definidos' no significa tener una sexualidad 'definida'”. Sin embargo, la autoridad para emitir un diagnóstico acerca de esta condición puede requerir diversos especialistas: pediatras, endocrinólogos, genetistas, etc.

Por su parte, la doctora Laura Audí afirma que “la asignación de sexo en un recién nacido es una cuestión urgente, sobre todo desde el punto de vista social, y requiere un consenso entre los padres y el equipo pluridisciplinar en el que debe poner sobre la mesa los pros y contras”.

La necesidad o pertinencia de realizar intervenciones quirúrgicas para modificar esta situación sigue siendo ampliamente discutida. Algunos consideran que no es necesario imponer un sexo definido. En esta materia no hay reglas fijas, lo relevante, a fin de cuentas, es tener en cuenta la calidad de vida del niño.