Campaña ¡No Más Ruido! Aprenda a disfrutar del silencio. | Foto: Archivo Particular

SALUD

¿Qué tan ruidosa puede llegar a ser Bogotá?

Un grupo de investigación de la Universidad Central medirá los niveles de ruido en sitios críticos de la capital.

19 de marzo de 2013

Cuando se habla de contaminación por lo general se piensa en basuras, pero hay otros tipos de contaminación como la auditiva, que también tiene efectos negativos en la salud física y mental de las personas y afecta su calidad de vida.

Colombia se unió a la lista de países que han empezado a desarrollar campañas para combatir este fenómeno. El grupo de Investigación de Contaminación por Ruido en el área de influencia de la Universidad Central (CARUC) desarrolló un proyecto en el que se incluye la construcción de un prototipo de sonómetro (instrumento que mide los niveles de presión sonora). La idea es ubicar los medidores de ruido en zonas urbanas y rurales con altos niveles de contaminación sonora en Bogotá para sensibilizar a los transeúntes en torno a la importancia del silencio.

Datos recientes de la Organización Mundial de la Salud en el Día Internacional de la Audición revelaron cifras alarmantes: actualmente más de 360 millones de personas padecen pérdida de audición discapacitante en todo el planeta; una de cada tres personas mayores de 65 años está afectada y como si fuera poco, la producción mundial de audífonos satisface menos del 10 por ciento de las necesidades mundiales. Las causas de los problemas auditivos son múltiples, van desde herencia genética hasta enfermedades infecciosas mal tratadas. Sin embargo, una causa destacada es la exposición al ruido excesivo, que no solo es el causante de los problemas auditivos, sino de un sinnúmero de afecciones de la salud humana.

Aunque la contaminación acústica no se acumula ni traslada en el tiempo, sí afecta la calidad de vida. La exposición a altos niveles de ruido puede desembocar en hipertensión, alteración del sistema circulatorio, enfermedades cardiacas, dolores de cabeza, y por supuesto disminución de la capacidad auditiva. Entre las afectaciones psicológicas se encuentran la perturbación del sueño, delirio, estrés, fatiga, neurosis, depresión y pérdida de la concentración.

El grupo de ingenieros que hacen parte del grupo de la Universidad Central identificó fuentes generadoras de ruido y seleccionó algunos puntos de monitoreo que por ahora se establecen en la zona centro de la capital colombiana. Se harán medidas en las mañanas, tardes y noches, con las mediciones se harán un análisis estadístico que permita visualizar la problemática.

La idea surgió luego de una reunión donde se debatió sobre la contaminación auditiva a la que están expuestos los estudiantes como consecuencia de los bares que se encuentran alrededor de las universidades. Fue así como se construyó el proyecto, que se ha convertido en una campaña activa denominada “¡No más ruido! Aprenda a disfrutar del silencio”.

“El objetivo principal del proyecto es fomentar un cambio en el fenómeno del ruido a través de una campaña informativa que incluye un componente pedagógico” afirma la ingeniera Marina Inés Rodríguez, directora del grupo de investigación.

Los sonómetros que aún están en la etapa de prototipo podrán medir hasta 70 decibeles, grado máximo de contaminación por ruido en el mundo. Aunque en países como España el confort auditivo es de 55, los estudios demuestran que el nivel de tranquilidad oscila entre 20 y 30 decibeles.

“Con este sonómetro no solo es posible medir el nivel de ruido ambiente, también permite tener una percepción del nivel de contaminación al cual estamos expuestos; esto se debe a que la escala está construida en colores”, explica Rodríguez.